Mormones. Tolerancia Religiosa. Salt Lake City


Una de las curiosidades que quedaban en mi mente después de varias veces de haber visitado Salt Lake City, era la gran proximidad de la Catedral Católica de la Madeleine a la Manzana del Templo, apenas tres manzanas, o cuadras,  separan el Templo de la Catedral.

Cuando el año pasado estuve una temporada viviendo allí, me propuse intentar averiguar lo que, para mi, era un claro ejemplo de tolerancia religiosa, ya que, normalmente una Iglesia dominante en una zona o región, suele imponer su autoridad sin ceder un ápice de tolerancia hacia cualquier rival, cosa que a través de la Historia hemos podido tristemente comprobar.

Basta recordar a los cátaros en Francia o a Miguel Servet en Ginebra, como un pequeño ejemplo, entre cientos,  para darnos cuenta que la tolerancia hacia otras ideas o pensamientos ha sido muy escasa, especialmente cuando una religión ha gozado de poder completo sobre una sociedad.

Hoy dia, afortunadamente, y gracias al laicismo hay una separación entre Religión y Estado en la mayoría de países, que evita que una religión sea favorecida en detrimento de otras, limitando así la libertad de conciencia, y aunque muchas religiones tienen a gala presumir de su tolerancia actual, la Historia nos demuestra que no lo fueron cuando poseían el poder absoluto.

Es por ello que, ver a la Catedral Católica tan cerca de la Manzana del Templo, y luego descubrir que al lado mismo se halla la Catedral Episcopal y la Catedral Presbiteriana, me causó una enorme impresión y me llevó a averiguar algo de la historia.

Como todos saben, los santos de los últimos días llegaron al valle del Lago Salado en 1847, cuando era un lugar yermo y deshabitado, fundando la ciudad de Salt Lake City del desierto frío y árido. Lo primero que se hizo es marcar el lugar donde se edificaría el Templo y a partir de allí, se diseñó toda la ciudad en cuadrículas, por lo que, como imaginé, las más próximas al Templo, fueron prontamente ocupadas, lo que, sin ninguna mala pretensión, alejaría del Centro a cualquier otra Iglesia, puesto que nadie excepto los santos, vivian allí en aquella época.

Por lo tanto, averiguando que dichas Iglesias se edificaron a principios del siglo XX, más de cincuenta años después de la colonización inicial, llamaron más aún mi atención, y de ahí mi investigación al respecto y esto es lo que he podido averiguar, no todo por mi escaso inglés y falta de recursos, pero creo que lo suficiente para demostrar un claro ejemplo de tolerancia y respeto religioso de la Iglesia hacia las otras denominaciones.

Afortunadamente conseguí un folleto informativo sobre la calle South Temple, que es donde están situados estos edificios religiosos y me aportó muchos datos que ahora quiero compartir.

Pero veamos ahora la proximidad de estos edificios al Centro de la ciudad.

Aquí la hermosa imagen de la Catedral de la Madeleine, en 331 E. South Temple.





Ahora fijense en esta imagen, tomada sobre la misma calle, desde las antiguas oficinas de la Iglesia, con las casas de la Colmena y del Leon y la Eagle Gate, sobre la State, la arteria principal, eje norte sur, sobre la Manzana del Templo y ya pueden observar, al fondo a la derecha la imagen de la torre de la Catedral, incluso a simple vista se observa mucho mejor que en las fotos que tomé.



En la imagen anterior estoy ya situado en la esquina de la Manzana con la State y sobre la South Temple, donde es claramente visible la Torre de la Catedral, justo bajo el arco del semáforo.





Lo que aprendí del folleto fue aún mas impresionante, puesto que no solo estaban a pocos metros del Centro, sino sobre la arteria vial mas importante de la historia de la ciudad. La citada South Temple, o calle sur del Templo, se extiende desde el Centro hacia el Este, y sobre ésta, se edificó la casa de Brigham Young en la propia Manzana del Templo. Desde ahí se iniciaba la calle comenzando una ruta hacia las montañas y cañones que daban acceso directo al valle. 

Nos cuenta el folleto que igual que Brigham Young, los primeros ocupantes de las parcelas de la calle, fueron algunos Apóstoles y personas prominentes de la Iglesia y que esta calle se convirtió en la arteria principal de la ciudad. llegando a decir el profeta que esta calle sería la más bella calle residencial de la ciudad.

A partir de la decada de 1860 y con la explotación minera de grandes compañías del Este, se establecieron personas de alto nivel adquisitivo que fueron comprando las parcelas y edificando grandes y hermosas mansiones, llegando a construir sobre 40 hermosas mansiones desde esa época hasta principios del siglo XX, decayendo como zona residencial a mediados de siglo y convirtiendose en la zona comercial por excelencia de la ciudad, lo que causó que se demolieran la mayoría de las mansiones, quedando actualmente solo diez de ellas.

Aqui pueden ver la Primera Iglesia Presbiteriana, en la siguiente manzana, esquina a la calle C.





Y un poco mas abajo, en la calle 100 South, esquina 200 E. encontramos la Iglesia Episcopal, en pleno centro y muy cercana a la Manzana del Templo.




Todo ello me hace considerar lo siguiente, si la Iglesia con todo el poder político de la época, hubiera querido ser intolerante con  cualquier otra religión, le hubiese resultado tremendamente fácil, puesto que las parcelas estaban ocupadas y se podría haber puesto cualquier excusa para alejarlas del centro.

Más aún, sabiendo desde los inicios que esta calle y sus alrededores iban a ser el centro vital y hermoso de la ciudad, se podría haber guardado celosa y egoístamente para la Iglesia o sus miembros, los mejores lotes y parcelas,

Y suponiendo, aún más que dichas parcelas se comenzaron a vender a gente rica venida de otras tierras, se podría haber especulado y reservado para fines lucrativos.

Repito que solo estoy suponiendo, a tenor de la Historia y de la situación, pero viendo todo lo dicho, creo que la Iglesia fue generosa en reservar o facilitar o permitir, expresenlo como deseen, algunos de los mejores lotes parcelarios de la ciudad para la construcción de sus hermosos centros de adoración de otras Iglesias, demostrando, a mi parecer, una gran tolerancia religiosa y un gran respeto hacia la creencia de otros, tal como la Iglesia siempre nos ha enseñado, a valorar y respetar la fe de cualquier otra persona y sus derechos de adoración.

Les dejo con el folleto original, con fotos, planos e historia de los edificios de la calle South Temple.
















Acabaré recordando que nuestro legado como santos de los últimos días es hermoso, a pesar de nuestras imperfecciones, la Historia nos muestra la bella herencia de tolerancia religiosa real y viviente de nuestros pioneros.







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