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TRADICIDIONES PRECOLOMBINAS, aval histórico del LIBRO DE MORMON.



El Libro de Mormón es la Palabra de Dios, millones de personas, como yo mismo, testifican de ello, sabemos por el poder del Espíritu Santo que es verdadero y poderoso, como la Biblia, y nos acerca a Dios de forma maravillosa.


Pero también es un registro antiguo, y lo he probado en docenas de ocasiones.


En esta ocasión, otra prueba, ésta más circunstancial, pero por ello no menos significativa.


En todas las culturas, a lo largo de toda la Geografía Americana, encontramos tradiciones que nos recuerdan a la figura de Jesucristo, que, tal como lo relata el Libro de Mormón, se apareció en este Continente a los nefitas y lamanitas después de su Resurrección.


Este acontecimiento causó tal impacto, que las tradiciones en todo el continente así lo reflejan.


Las tradiciones son relatos, distorsionados por el tiempo y por sus interpretaciones, pero que tienen un núcleo de verdad si sabemos ver su génesis y esencia.


En este caso, culturas muy diversas y distantes nos hablan de un Dios, Maestro, Personaje que marcó la esencia de dichas culturas y que además de asemejarse a Cristo, tienen dos caracteríscas que lo identifican, el color de su piel, claro y la barba que usaba.


Esto es muy importante porque los indios americanos no tienen barba y son de piel oscura, algo inusual para identificarse con este gran Maestro, lo que nos lleva a la visita de Cristo a las Américas narrado en el  Libro de Mormón.


El que quiera leer.... que entienda.


Dios los bendiga.




¿Hubo una evangelización prehispánica?


El etnólogo francés Paul Rivet, autor de una de las teorías sobre el poblamiento de América, creador del Museo del Hombre de París y secretario general de la Sociedad de Americanistas (1937) menciona en su obra: “Los orígenes del hombre americano” (1943) que “En muchas regiones de América se conservaba hasta la llegada de los españoles la leyenda de que hombres pálidos y barbados habían visitado estas tierras”.
El presente artículo pretende acercarles al conocimiento de algunas de dichas leyendas y relacionarlas con el estudio sobre la hipótesis de una supuesta evangelización prehispánica realizado por el historiador italiano Luigi Guarnieri Caló Carluci, al cual haré referencia líneas abajo.
1.- Los mitos sobre los dioses americanos
Un antiguo mito Chibcha sobre Nemqueteba nos indica que 1 400 años antes de la llegada de los españoles, en la zona de la sabana colombiana, apareció por el este un personaje de características peculiares. A decir de Jesús Arango Cano en su Obra “Mitos, leyendas y dioses Chibchas” (1965) se trata de un “Anciano con Gran fuerza de voluntad, de cabellos largos y barba blanca hasta la cintura; montaba un animal nunca antes visto. Instruyó a los primitivos habitantes de la región en actividades manuales y ordinarias”. Además, impartió normas que recuerdan a la doctrina cristiana. Más adelante otro personaje mítico, Bochica, es visto por este pueblo como salvador de las inundaciones.
La Cultura Inca conservó el mito de un dios ordenador del caos que enseñó a trabajar la tierra y a gobernar la sociedad. Tal dios fue llamado Viracocha y era descrito como un hombre anciano de piel blanca o pálida que tenía una barba muy crecida y se vestía con una túnica larga y sandalias. Sobre su aparición las versiones son distintas. Una, la de Pedro Gutiérrez de Santa Clara recogida por César Toro Montalvo en la Obra “Mitos y leyendas del Perú”, sostiene que “procede del mar sobre una balsa con velas. Llegó a la costa norte en el pueblo de Paita y les enseño a los pobladores la manera de navegar y pescar, buena doctrina y normas. Después desapareció y no supieron a donde había ido a parar”. Otra versión del cronista español Cristóbal de Molina, quien a decir del historiador portugués Henrique Urbano es quien mejor conoce las cuestiones de la religión incaica, indica que apareció de las entrañas del lago Titicaca indicando que es el lago ubicado a los pies del dios de los báculos.
2.- Sobre la supuesta evangelización prehispánica
El Diario “L Osservatore Romano” (Ciudad del Vaticano) publicó el mes de mayo del presente año un artículo titulado “La leyenda de un apóstol llamado Viracocha” en el que trata “La hipótesis de que los indios americanos hubieran recibido la predicación evangélica en tiempos remotos”.
El artículo se basa en una conferencia dictada por el historiador italiano Luigi Guarnieri Caló Carluci sobre “Las poblaciones indígenas en las crónicas del nuevo mundo” en la que hace mención a los cultos americanos cuyas características eran reconocidas como “Familiares” por los predicadores cristianos.
Entre los datos brindados por Caló Carluci destaco los siguientes:
· El cronista español Gonzalo Fernández de Oviedo en 1535 formuló la hipótesis de que los indios hubieran conocido las predicaciones evangélicas.
· Fray Bartolomé de las Casas tuvo noticias sobre la presencia de cruces en Yucatán y cultos trinitarios en Chiapas.
· En el Perú existió el mito de Viracocha y el cronista Juan de Betanzos habló sobre un dios que parecía contener elementos cristianos y andinos pues predicó el amor antes de desaparecer.
Muchos españoles al escuchar por primera vez las leyendas de los naturales sobre el origen del mundo identificaron características similares a las de los europeos en los personajes míticos. Sin embargo, las historias que hoy conocemos, son el resultado de un sinnúmero de modificaciones realizadas por los propios españoles quienes interpretaron y agregaron o disminuyeron términos a las historias de los naturales americanos con la finalidad de explicar el poder de nuestro único Dios. Concluyeron que la única forma lograr una comprensión cabal de las cualidades de Yahvé era partiendo del conocimiento que los naturales tenían de sus propios dioses. Por eso eligieron algunos “Cuyas muestras de poder” se asemejaran al Dios nuevo mostrado por los europeos.
Pero ¿Existió una evangelización prehispánica? Afirmarlo es ingresar en el campo de lo especulativo. Las historias en las que se basa tal hipótesis no fueron originales, fueron manipuladas en un contexto de evangelización primitiva en los nuevos territorios a los cuales el Evangelio no había llegado.
El primer Concilio Limense convocado por Fray Jerónimo de Loayza y realizado desde Octubre de 1551 hasta febrero de 1552 trató el tema de la catequesis de los indígenas en un contexto en el cual la mayor preocupación era la extirpación de la idolatría. ”. Este concilio rechazó la idea de la evangelización prehispánica.
Según Martín Scheuch Pool, Teólogo de la Facultad de Teología Pontificia y Civil de Lima, “(En el primer Concilio Limense)…Se insistió en que la doctrina debía enseñarse de manera uniforme. Había que adaptarse a la forma de pensar de los indígenas y ser particularmente cuidadosos en la transmisión de la fe”.
Caló Carducci se refiere, también, al agustino criollo Antonio de la Calancha quien narra que “Los peruanos tuvieron de sus señores leyes y gobierno conforme a la ley natural, lo que permitió que se mostraran dispuestos a recibir correctamente, de la mano de los españoles, la evangelización”. Es, entonces, posible entender que los naturales americanos fueron desde los primeros tiempos de la evangelización americana partícipes de un proceso de sincretismo religioso del cual hoy somos testigos.
Según su Santidad el Papa Benedicto XVI durante su última visita a Brasil “(El Evangelio cristiano)… no fue una imposición de una cultura extraña para las culturas precolombinas, pues gracias a la evangelización conocieron al Dios desconocido que sus antepasados, sin saberlo, buscaban en sus ricas tradiciones religiosas".

MULEK y el LIBRO DE MORMON, PRUEBAS HISTORICAS.



Como ya saben todos, me encanta la Historia y la Arqueología, y sobre todo, aquella que prueba la veracidad histórica del Libro de Mormón, y no es porque la necesite, sino porque afianza y fortalece mi fe saber que el Libro de Mormón es un registro antiguo y no un invento del siglo XIX, y más que todo, porque es la PALABRA DE DIOS, y eso es algo que se puede saber al leerlo con fe, igual que con la Biblia.


En esta ocasión les adjunto un artículo que nos da pruebas sólidas del tercer pueblo que aparece en el Libro de Mormón, los Mulekitas, y que siempre ha estado en un discreto puesto histórico, pero que ahora, con este descubrimiento, va tomando fuerza y forma.


Espero que lo disfruten.





Evidencia del Libro de Mormón: Mulek, un hijo de Sedequías



Datos de evidencia

Fecha de publicación:19/09/2020

Última actualización: 17/03/2022

Tipo de evidencia:Apoya la autenticidad histórica del Libro de Mormón




La afirmación del Libro de Mormón de que el rey Sedequías tuvo un hijo llamado Mulek está respaldada por evidencia lingüística y arqueológica.


RESUMEN DE EVIDENCIA



Matanza de los hijos de Sedequías de Gustave Dore.



Mulek en el Libro de Mormón


El Libro de Mormón menciona que cuando Jerusalén fue destruida por Babilonia, todos los hijos del rey Sedequías fueron asesinados excepto Mulek (Helamán 8:21). 

Mulek de alguna manera escapó de la ciudad (presumiblemente con un grupo de israelitas leales) y navegó a las Américas,1 donde sus descendientes finalmente se unieron a un grupo de nefitas bajo el reinado del rey Mosíah (Omni 1:12–19). 

El nombre Mulek nunca aparece en la Biblia, ni la Biblia menciona que uno de los hijos de Sedequías escapó de Jerusalén.2


Mulek: una forma abreviada de Malchiah


Algunos eruditos Santos de los Últimos Días han propuesto que Mulek puede ser una forma abreviada del nombre bíblico Malchiah (Jeremías 38: 6),3 al igual que el nombre Mike es una versión abreviada de Michael en inglés.4 

Se puede ver un precedente para esta propuesta en nombres bíblicos como Baruch, que es la abreviatura de Berekiah (deletreado alternativamente como Berekhyahu).5 

En el caso de Malchiah (transliterado como mlkyhw), se ha sugerido que el sufijo 'iah' (yhw) puede haberse eliminado, dejando solo las consonantes m-l-k. 

Debido a que en el hebreo antiguo solo se escribieron las consonantes y no las vocales, la versión abreviada de Malchiah (mlkyhw) compartiría razonablemente la misma ortografía (mlk) que Mulek en el hebreo antiguo.6


Una conexión entre Mulek, Malchiah y Zedekiah


Este vínculo lingüístico potencial entre Mulek y Malchiah es digno de mención porque Malchiah se describe como el hijo de un rey en la Biblia King James, tal como lo es Mulek en el Libro de Mormón. 

Jeremías 38:6 dice que el profeta Jeremías fue echado “en la mazmorra de Malquías hijo de Hammelec” (énfasis añadido).7 

En este pasaje, los traductores de la Biblia King James tradujeron confusamente a Hammelec como un nombre propio cuando en realidad es simplemente un título hebreo que significa “el rey”. Este matiz se refleja en varias traducciones modernas de la Biblia que describen a Malquías como 'el hijo del rey', en lugar de 'hijo de Hammelec'.


Además, debido a que Sedequías es el único rey mencionado por su nombre en Jeremías 38,8 varios eruditos han concluido que el título Hammelec ('el rey') muy probablemente se refiere al mismo Sedequías y, por lo tanto, que Malquías era de hecho su hijo.9 

Lógicamente se sigue, luego, que el Mulek descrito como el hijo de Sedequías en el Libro de Mormón bien podría ser el mismo individuo que Malquías de Jeremías 38:6. Sin embargo, solo un lingüista capacitado y familiarizado con el hebreo reconocería la plausible correspondencia lingüística entre los nombres Mulek y Malchiah, o que Malchiah (como se menciona en la Biblia King James) era muy probablemente un hijo del rey Sedequías, en lugar del hijo de un no identificado. individuo llamado “Hamelec”.


Malkiyahu en un sello.



Sello de Mulek. Ilustración de Jody Livingston.



A la luz de esta posible conexión Mulek/Malchiah, cabe señalar que en la década de 1980 se descubrió en Jerusalén un pequeño sello de arcilla con el nombre Malkiyahu ben hamelek. Que data de finales del siglo VII a principios del siglo VI a. C., 

“El sello de forma ovalada… estaba hecho de piedra de malaquita verde azulada y es muy pequeño, mide solo 15 mm de largo por 11 mm de ancho (más pequeño que una moneda de diez centavos) y solo 7 mm de espesor.”10 

Malkiyahu es simplemente una variante en inglés del nombre Malchiah que aparece en Jeremías 38:6, y ben hamelek significa “hijo del rey”. Con respecto al significado de este sello, Jeffrey R. Chadwick ha explicado que “es muy posible que se haya identificado un artefacto arqueológico de una personalidad del Libro de Mormón. Parece que se ha encontrado el sello de Mulek.”11




Conclusión


Cada uno de los nombres mencionados anteriormente, Malkiyahu del sello, Malchiah de Jeremías 38:6 y Mulek del Libro de Mormón, se derivan de la misma raíz hebrea antigua (mlk), aparecen en el mismo período de tiempo y son los hijos de un rey. 

Por lo tanto, es razonable concluir que muy bien podrían referirse a la misma persona y que el padre de esa persona fue de hecho el rey Sedequías, como se implica fuertemente en Jeremías 38 y se afirma directamente en el Libro de Mormón.


Si bien esta conexión sigue sin probarse,12 la afirmación del Libro de Mormón de que el rey Sedequías tuvo un hijo llamado Mulek ahora está respaldada por evidencia lingüística y arqueológica. 

Al encontrarse con estos hallazgos, el destacado erudito bíblico David Noel Freedman supuestamente exclamó: “Si a José Smith se le ocurrió eso, ¡lo hizo bastante bien!”13



OTRAS LECTURAS

Book of Mormon Central, “¿Se ha encontrado un artefacto relacionado con el Libro de Mormón? (Mosíah 25:2)”, KnoWhy 103 (19 de mayo de 2016).


Jeffrey R. Chadwick, '¿Se ha encontrado el sello de Mulek?' Diario de Estudios del Libro de Mormón 12, no. 2 (2003): 72–83, 117–118.


John A. Tvedtnes, John Gee y Matthew Roper, 'Nombres del Libro de Mormón atestiguados en inscripciones hebreas antiguas', Journal of Book of Mormon Studies 9, no. 1 (2000): 50–51.


David Rolph Seely, 'Revisión de la reexploración del Libro de Mormón: las actualizaciones de FARMS de la década de 1990', Revisión de libros sobre el Libro de Mormón 5 (1993): 311–315.


Robert F. Smith y Benjamin Urrutia, “New Information about Mulek, Son of the King”, en Reexploring the Book of Mormon: A Decade of New Research, ed. John W. Welch (Salt Lake City, UT y Provo, UT: Deseret Book and FARMS, 1992), 142–144.




ESCRITURAS RELEVANTES

NOTAS FINALES

1 Para ver una discusión sobre las circunstancias plausibles de este escape, consulte Jeffrey R. Chadwick, “Has the Seal of Mulek Been Found?” Diario de Estudios del Libro de Mormón 12, no. 2 (2003): 82–82.


2 2 Reyes 25 habla de la muerte de los hijos de Sedequías. Sin embargo, a diferencia de las descripciones exhaustivas que se dan sobre muchos otros detalles en este capítulo (véanse los vers. 1, 4–5, 9–10, 14, 23, 26), el pasaje relevante nunca especifica que todos los hijos de Sedequías fueron asesinados. Simplemente declara que los babilonios “mataron a los hijos de Sedequías delante de sus ojos” (v. 7). Esta omisión abre la posibilidad de que uno de los hijos de Sedequías pudiera haber escapado, tal como afirma el Libro de Mormón. Véase Robert F. Smith y Benjamin Urrutia, 'New Information about Mulek, Son of the King', en Reexploring the Book of Mormon: A Decade of New Research, ed. John W. Welch (Salt Lake City, UT and Provo, UT: Deseret Book and FARMS, 1992), 142. Además, se pueden ver precedentes de este tipo de omisión en otros relatos bíblicos. En 1 Samuel 31:2 dice que “los filisteos persiguieron duramente a Saúl ya sus hijos; y los filisteos mataron a Jonatán, a Abinadab y a Malquisúa, hijos de Saúl. Unos pasajes más adelante se informa que “Saúl, y sus tres hijos, y su escudero, y todos sus hombres, murieron juntos aquel mismo día” (v. 6). Este pasaje puede dar la impresión de que todos los hijos de Saúl murieron con él. Sin embargo, unos pocos capítulos más adelante se le informa al lector que Saúl tuvo otro hijo llamado Is-boset que aparentemente escapó de la ejecución, al igual que Mulek (2 Samuel 2:8–10). Así, en cada caso, el relato inicial de la ejecución no menciona la fuga de un hijo real.


3 Ver Smith y Urrutia, 'Nueva información sobre Mulek', 143.


4 Esta analogía se da en Neal Rappleye, ''Put Away Childish Things': Learning to Read the Book of Mormon with Mature Historical Understanding', 2017 FairMormon Conference, 15, en línea en fairmormon.org.


5 Véase Pieter G. Van Der Veen, Robert Deutsch y Gabriel Barkay, “Reconsidering the Authenticity of the Berekhyahu Bullae: A Rejoinder,” Antiguo Oriente, 14 (2016): 103. Debido a que el sello discutido en este artículo (que lleva el nombre Berekhyahu) es análogo al sello que lleva el nombre Malkiyahu (discutido más adelante en este resumen de evidencia), los eruditos Santos de los Últimos Días han llamado la atención sobre él por el bien de la comparación. Véase, por ejemplo, Chadwick, “¿Has encontrado el sello de Mulek?” 74; Smith y Urrutia, “New Information about Mulek, Son of the King”, pág. 143. Más recientemente, se ha cuestionado la procedencia del sello Berekhyahu. Véase Yuval Goren y Eran Arie, 'La autenticidad de las bulas de Berekhyahu Son of Neriyahu the Scribe', American Schools of Oriental Research 372 (2014): 147–158. Sin embargo, si el sello en sí es auténtico o no, realmente no tiene importancia para la propuesta de que Berekhyahu es una versión más larga del nombre Baruch. Por ejemplo, aunque Lester L. Grabbe, Ancient Israel: What Do We Know and How Do We Know It?, rev. edición (Nueva York, NY: Bloomsbury/T&T Clark), 227 duda de la legitimidad del sello Berekhyahu, aún valida la conexión lingüística al concluir que si fuera realmente genuino “el paralelo con el Baruch bíblico sería impresionante”. Además, como se argumentó más recientemente en Van Der Veen, et al., 'Reconsidering the Authenticity of the Berekhyahu Bullae', 199–136, los motivos para ver el artefacto como una falsificación pueden no ser válidos. Para los estudios originales sobre este sello, véase Nahman Avigad, Hebrew Bullae from the Time of Jeremiah (Jerusalem: Israel Exploration Society, 1986), 28–29; Nahman Avigad, 'Baruch the Scribe and Jerahmeel the King's Son', Arqueólogo bíblico 42 (primavera de 1979): 114–118.


6 Los puntos resumidos en este párrafo se derivan de Smith y Urrutia, 'New Information about Mulek, Son of the King', 143; John A. Tvedtnes, John Gee y Matthew Roper, 'Nombres del Libro de Mormón atestiguados en inscripciones hebreas antiguas', Journal of Book of Mormon Studies 9, no. 1 (2000): 51; Chadwick, “¿Se ha encontrado el sello de Mulek?” 74.


7 Según Chadwick, el término hebreo traducido como 'calabozo' en realidad significa 'significa un hoyo para almacenamiento de agua, propiamente una cisterna.” Chadwick, “¿Se ha encontrado el sello de Mulek?” 80. Véanse las págs. 79–81 para conocer la posible edad de Malquías y la plausibilidad de que una cisterna lleve su nombre.


8 Se hace referencia repetidamente a Sedequías a lo largo de este capítulo. Véase vv. 5, 14–17, 19, 24. Además, Chadwick ha argumentado que debido a que “Sedequías se menciona por nombre en Jeremías 38:5, es probable que el escriba que compone el texto en la referencia subsiguiente a Malkiyahu (v. 6) usó el término ben hamelek en lugar de repetir torpemente el nombre real Sedequías en una frase como hijo de Sedequías”. Chadwick, “¿Se ha encontrado el sello de Mulek?” 79.


9 Véase Chadwick, “¿Se ha encontrado el sello de Mulek?” 79; Kenneth A. Kitchen, Sobre la confiabilidad del Antiguo Testamento (Grand Rapids, MI: William B. Eerdmans, 2003), 21.


10 Chadwick, '¿Se ha encontrado el sello de Mulek?' 74.


11 Chadwick, '¿Se ha encontrado el sello de Mulek?' 83.


12 Véase David Rolph Seely, reseña de Reexploring the Book of Mormon, ed. John W. Welch, Revisión de libros sobre el Libro de Mormón 5 (1993): 315.


13 Smith y Urrutia, 'New Information about Mulek', pág. 144. Tenga en cuenta que Freedman se identifica solo como un 'especialista destacado del antiguo Cercano Oriente no mormón' en este artículo.


Evidencias relacionadas

Evidencia

muchos profetas

La Biblia corrobora la descripción de Nefi de 'muchos profetas' que llamaban al pueblo al arrepentimiento cerca del reinado del rey Sedequías.




El Libro de Mormon, Rio Lamán, Pruebas históricas.





La semana pasada tuve una entrevista por un pastor evangélico en su canal de Youtube sobre algunos cuestionamientos acerca del Libro de Mormón, (que podrán ver en mi canal el próximo viernes), uno de los cuales era acerca del rio que se relata en el viaje de Lehi por el desierto.


Este cuestionamiento  que nunca existió un río como el citado, que naciera en la península arábiga y desembocara en el Mar Rojo, yo le contesté que no recordaba el nombre, pero que habia hecho una investigación al respecto y dice recordaba haberlo hallado hace algunos años, y quedé en buscarlo.


Bueno, hice la búsqueda y encontré este hermoso artículo que lo explica muy bien documentado y que aprovecho la ocasión para compartirlo con todos ustedes.


Una prueba histórica más de la veracidad del Libro de Mormón, como una obra de origen antiguo y no un invento moderno, pero, sobre todo, como siempre digo, lo más importante del Libro de Mormón es que es la PALABRA DE DIOS.



Imagen del equipo BMC
Publicación aportada por el equipo de BMC
13 de marzo de 2017

Saber por qué #286
Dos imágenes de Wadi Tayyib al-Ism a través de lds.org
Dos imágenes de Wadi Tayyib al-Ism a través de lds.org
“Y sucedió que después de haber viajado tres días por el desierto, plantó su tienda en un valle junto a un río de agua”.

1 Nefi 2:6

el saber

Después de viajar hasta el Mar Rojo, Lehi y su familia avanzaron durante otros tres días antes de establecer su primer campamento a largo plazo en un valle con paredes "firmes, firmes e inamovibles" y un río que "continuamente corre" hacia el mar. Mar Rojo ( 1 Nefi 2:5–10 ). De manera poética, 1 Lehi nombró a este río en honor a su hijo mayor, Laman, ( 1 Nefi 2:8–9 ; 16:12 ), y al valle en honor a su segundo hijo, Lemuel ( 1 Nefi 2:10 ; 16:6 ). .

Los ríos son raros en el noroeste de Arabia. Si bien muchos de los lechos de ríos típicamente secos se desbordan brevemente con agua durante la temporada de lluvias, un estudio geológico completo publicado en 1984 concluyó que Arabia Saudita "puede ser el país más grande del mundo sin ríos ni arroyos perennes". 2 Esta falta de ríos durante todo el año llevó a varios investigadores a proponer que el río Laman, que “continúa corriendo”, era uno de los muchos ríos estacionales que atraviesan los wadis (profundos cañones y estrechos valles) del noroeste de Arabia. 3

Sin embargo, en mayo de 1995, un par de exploradores Santos de los Últimos Días hicieron un descubrimiento fortuito. George Potter y Craig Thorsted se perdieron mientras buscaban un sitio conocido por los árabes locales como las "Aguas de Moisés". Al ser mal dirigidos por un guía local, se dirigieron hacia el norte a lo largo de la costa del Golfo de Aqaba hasta que, de la nada, el terreno rocoso y arenoso fue interrumpido por "un magnífico cañón estrecho" que "terminaba en una cala bordeada de palmeras". Los brillantes tonos azules de las claras aguas del golfo y el cielo enmarcaban la escena”. 4

Mapa de Book of Mormon Central que muestra una posible ruta desde Jerusalén hasta Wadi Tayyib al-Ism, un candidato para el Valle de Lemuel.

Mapa de Book of Mormon Central que muestra una posible ruta desde Jerusalén hasta Wadi Tayyib al-Ism, un candidato para el Valle de Lemuel.

Habían encontrado Wadi Tayyib al-Ism, un valle angosto a 74 millas al sur de Aqaba, a lo largo de la costa árabe. 5 Las estimaciones para los viajes diarios en los desiertos de Arabia en la antigüedad oscilan entre 15 y 25 millas por día. 6 Wadi Tayyib al-Ism cae justo dentro de la distancia máxima de un viaje de 3 días (45–75 millas) desde el extremo norte del Golfo de Aqaba, una extensión nororiental del Mar Rojo.

Se encuentran frutas y granos que crecen naturalmente en Wadi Tayyib al-Ism (ver 1 Nefi 8:1 ), y las paredes de granito puro del wadi que se elevan unos 2000 pies se encuentran entre las más impresionantes de la región, invocando fácilmente la descripción de Lehi, "firme y firme". firmes e inamovibles” ( 1 Nefi 2:10 ). 7 Lo más significativo es que había un pequeño arroyo que atravesaba el wadi, y las visitas posteriores realizadas en varias épocas del año confirmaron que el agua fluía en el arroyo durante todo el año. 8 Potter y sus colegas habían descubierto el primer, y hasta la fecha, el único río o arroyo conocido que fluye perennemente en todo el noroeste de Arabia.

Captura de pantalla de Google Earth fijando una posible ubicación para el Valle de Lemuel

Captura de pantalla de Google Earth fijando una posible ubicación para el Valle de Lemuel

Hoy en día, pocos llamarían río al pequeño arroyo, pero puede haber sido más como un río en los días de Lehi. Algunos relatos de la antigüedad sugieren que el noroeste de Arabia era más húmedo en la antigüedad, 9 y la corriente se ha reducido severamente en los últimos años a medida que su agua se ha reasignado a áreas más pobladas. 10 En cualquier caso, el término hebreo nahar en realidad significa “curso perpetuo de agua” y se aplicaba tanto a ríos como a arroyos. 11

La desembocadura del arroyo actualmente no llega al mar por aproximadamente tres octavos de milla. 12 Dado que el río Lamán "desembocó en la fuente del Mar Rojo" ( 1 Nefi 2:9 ), esta inconsistencia llevó a un erudito a descartar a Wadi Tayyib al-Ism como el Valle de Lemuel. 13 Sin embargo, el egiptólogo James K. Hoffmeier ha citado evidencia que indica que, desde alrededor del siglo VIII al VI a. C., “el Mar Rojo se ha retirado de su antigua costa quinientos metros”. 14 Al evaluar la evidencia de un litoral cambiante, S. Kent Brown concluyó que “todos los indicadores geológicos apuntan a la desembocadura actual de Wadi Tayyib al-Ism que yacía bajo las aguas del Mar Rojo en la antigüedad”. 15

El porqué

Es imposible saber con certeza si Wadi Tayyib al-Ism es el Valle de Lemuel. 16 Tal vez, dado que era más húmedo en esa región durante la antigüedad, había otros ríos y arroyos perennes que desde entonces se han secado. 17 Pero la existencia de Wadi Tayyib al-Ism, con sus paredes de granito "firmes y constantes" y su arroyo "que corre continuamente" demuestra con certeza que un río-valle como el que se describe en 1 Nefi 2 realmente existe, y que está dentro de la distancia de un viaje de 3 días desde el extremo norte del Golfo de Aqaba.

Lehi construye un altar de piedras en el valle de Lemuel por Kelly Clark Price

Lehi construye un altar de piedras en el valle de Lemuel por Kelly Clark Price

Este no es un hecho insignificante. El arroyo que corre a través de Wadi Tayyib al-Ism es actulmaente el único río o arroyo perenne documentado en toda la región del noroeste de Arabia, y resulta que se encuentra dentro de una estrecha ventana de 30 millas en el Valle de Lemuel, con su "continuamente corriendo" río, debe ser ubicado.

Las fuentes estándar sobre Arabia en la época de José Smith no pudieron documentar ni siquiera la presencia de wadis con ríos estacionales en esta región, 18 y mucho menos la ubicación aproximada del único río perenne en el área. Como preguntó Daniel C. Peterson: “¿Cómo supo José Smith acerca del Wadi Tayyib al-Ism? Incluso en nuestro entorno contemporáneo rico en información, ¿qué podría decir la mayoría de  nosotros  al respecto? 19

Darse cuenta de lo único que era un lugar como el Valle de Lemuel en esa región también ayuda a los lectores a apreciar mejor la forma en que el Señor guió a Lehi y su familia. Lehi sacó a su familia de Jerusalén porque la gente de allí quería matarlo ( 1 Nefi 2:1 ). Lehi necesitaba salir de la ciudad rápidamente. El Valle de Lemuel brindó un lugar seguro, con acceso confiable a alimentos y agua, donde Lehi y su familia pudieron detenerse para reagruparse, reunir provisiones para prepararse para su viaje prolongado y regresar a Jerusalén según fuera necesario ( 1 Nefi 3:2–4 ). ; 1 Nefi 7:2 ).

Con razón Lehi se detuvo, "construyó un altar de piedras... y dio gracias al Señor" al llegar ( 1 Nefi 2:7 ), e hizo declaraciones exclamativas y poéticas exhortando a sus hijos descarriados a ser firmes, firmes e inamovibles como estos impresionantes muros de roca, y corriendo continuamente hacia la fuente de toda rectitud como este riachuelo de aguas claras ( 1 Nefi 2:9–10 ). Después de viajar a través de un “desierto brutal”, donde “apenas una brizna de hierba rompe la monotonía”, 20 Lehi sin duda reconoció la mano del Señor al guiar a su familia a un valle tan raro con un río que “continuamente fluye”.

Otras lecturas

S. Kent Brown, " La caza del valle de Lemuel ", Journal of Book of Mormon Studies 16, no. 1 (2007): 64–73.

Jeffrey R. Chadwick, “ El lugar equivocado para el sendero de Lehi y el valle de Lemuel ”, FARMS Review 17, no. 2 (2005): 197–215.

George Potter y Richard Wellington, Lehi in the Wilderness: 81 New, Documented Evidences That the Book of Mormon is a True History (Springville, UT: Cedar Fort, 2003), 31–51.

George D. Potter, " Un nuevo candidato en Arabia para el Valle de Lemuel ", Journal of Book of Mormon Studies 8, no. 1 (1999): 54–63.