Hay historias conmovedoras que nos invitan a seguir su ejemplo de coraje y valentía, con la capacidad de cambiar radicalmente por aquello en lo que crees.
La Historia de hoy es un ejemplo de ello, una monja dedicada al Señor desde toda su vida, con una fidelidad a su Iglesia intachable, con unos dones que le llevaron a estar en el Vaticano como Secretaria durante muchos años y llegando a ser Madre Superiora, sin embargo, cuando conoció el Evangelio Restaurado de Jesucristo, tuvo el valor de dejarlo todo, desde el respeto y amor por toda su vida anterior, y comenzar una nueva vida en Cristo.
Algo tendrá el Evangelio de Cristo restaurado que los misioneros Santos de los últimos días comparten con todo el mundo que cambia vidas y trae felicidad a las personas, sin injuriar o menospreciar a nadie, sino..... INVITANDO A TODOS A VENIR A CRISTO.
Cómo la secretaria de 3 Papas se convirtió en miembro de la Iglesia de Jesucristo.
"Cuando era monja enseñando en el convento, los niños me llamaban hermana Piera. Ahora que soy mormona, todavía me llamo hermana Piera", dijo Piera Bellaviti Schorr a Deseret Newsen 1976. "De lo contrario, mi vida es mucho diferente."
Y, de hecho, convertirse en miembro de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días transformó por completo la vida que la hermana Piera conocía. Poco después de la Segunda Guerra Mundial, la Hermana Piera se unió a un convento, la orden Madre Pie, convirtiéndose en monja y maestra de escuela primaria. Más tarde se le pidió ir al Vaticano en Roma, donde se convirtió en la secretaria del Papa Pío XII, el Papa Juan XXIII y el Papa Pablo VI.
En sus 12 años como secretaria, conoció a obispos, realeza, jefes de estado y muchas otras personas influyentes. "Y luego, un día en el Vaticano, el obispo de Carolina del Norte me preguntó si me gustaría ir a Estados Unidos. Sería una misión para mí", dijo la hermana Piera a Deseret News.
Fue en esta misión, mientras servía como Madre Superiora de su convento, que la Hermana Piera escuchó por primera vez la palabra "Mormón". Tenía que buscarlo en el diccionario, nunca antes lo había escuchado.
"Una monja me dijo que conocía a una familia mormona y que los mormones eran buenas personas", dijo a Deseret News. "Esta fue la primera vez que supe de los mormones".
En 1971, la hermana Piera regresó a su ciudad natal de Milán, Italia. Fue allí, mientras estaba en un tranvía a su clase de inglés, cuando la hermana Piera se encontró con dos jóvenes vestidos con trajes.
"Entablaron una conversación y pronto me enteré de que eran dos misioneros mormones", dijo la hermana Piera, citada en el Canal Moroni . Los dos misioneros, Scott Blaser y David Maxwell, le dijeron a la Hermana Piera sobre el Libro de Mormón y le preguntaron si lo leería.
"Alrededor de dos semanas después, los ancianos trajeron el libro al convento".
Como ya tenía dudas crecientes sobre su fe actual, la hermana Piera comenzó a leer. "Llegué a creer en el Libro de Mormón y el profeta", dijo la hermana Piera a Deseret News . "Sabía que Dios proveyó un camino".
Pero la elección de dejar su religión y su sustento no fue fácil para la Hermana Piera. "Pronto me di cuenta de que si me unía a [esta] iglesia, tendría que renunciar a todo", dijo la hermana Piera, citada en el Canal Moroni . Habiendo hecho un voto de pobreza, la Hermana Piera confió en el convento para todas sus necesidades. Era su trabajo, su seguridad, su familia y su vida social.
Ella se dio cuenta, "mi seguridad está aquí, y estoy bien", dijo la hermana Piera, citada en el canal Moroni . "Estoy sirviendo al Señor. Pero este libro es verdadero, y esta es la verdadera Iglesia".
Después de preguntarle al Señor si este era el camino que realmente quería para ella, la hermana Piera ayunó y oró durante tres días.
Ella continuó: "Sentí fuertemente que esta es la verdadera Iglesia, y si quería ser feliz, tenía que seguir la verdad".
Pero las cosas aún no fueron fáciles después de que la hermana Piera aceptó esta nueva fe. Después de escribirle una carta a la Madre General en la que le contaba sus planes para unirse a la Iglesia SUD, la Madre General visitó a la Hermana Piera, quien trató de convencerla de que recibiera ayuda psiquiátrica. Ella también tuvo que escribirle una carta al Papa, pidiéndole que la liberara de sus votos.
El 8 de junio de 1974, la hermana Piera abandonó el convento, todavía vestida en su hábito, y fue bautizada en la Iglesia.
"Nunca olvidaré el espíritu que sentí y la gratitud que sentí por mi Padre Celestial", dijo la hermana Piera, citada en el Canal Moroni . "Él había enviado a los misioneros y me había dado el Libro de Mormón. Me dio el coraje de renunciar a todo: ir contra todos, seguir la verdad y unirse a la Iglesia".
El mes siguiente, la hermana Piera viajó a los Estados Unidos. "Vine sin dinero, pero con fe, y nuevamente Dios proveyó un camino", le dijo a Deseret News .
Después de trabajar durante algún tiempo como institutriz, la hermana Piera conoció a William H. Schorr, con quien se casó en el Templo de Salt Lake el 15 de marzo de 1980. Más tarde, después de que sus tres hijos crecieron, la hermana Piera fue enviada a otra misión, esta vez como misionero SUD en el Templo de Berna, Suiza. Ella se desempeñó como trabajadora de ordenanzas en el Templo del río Jordán y los templos de Salt Lake antes de fallecer en enero de 2002.
Cada vez que Gerry Schlette tenía un día especialmente difícil dando clases de terapia respiratoria en Union County College en Cranford, Nueva Jersey, entraba en su oficina, cerraba la puerta, bajaba las persianas y escuchaba Vocal Point.
“He estado siguiendo a Vocal Point por más de 3 años y los amo hasta la muerte”, dijo Schlette. “Cada vez que los escucho, me siento mejor”.
Desde entonces, Schlette se retiró de la enseñanza, pero la música del grupo masculino a capella de la Universidad Brigham Young continúa brindándole paz frente a un nuevo obstáculo: su batalla contra una enfermedad terminal. Su canción favorita de Vocal Point es "You Raise Me Up".
Schlette no era miembro de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días cuando encontró Vocal Point. De hecho, fue un católico romano de toda la vida. Solo encontró a Vocal Point porque un día aparecieron como artistas recomendados en YouTube después del trabajo. Schlette se obsesionó rápidamente.
Este agosto, Schlette decidió que era hora de que hiciera un viaje a Provo, Utah, hogar de BYU y Vocal Point, para averiguar más acerca de por qué la música del grupo lo inspiró tan profundamente.
“Había oído hablar de la Universidad Brigham Young, pero nunca la había visto y no sabía nada al respecto, así que eso fue lo que me atrajo en primer lugar”, dijo Schlette. “Cuando decidí venir a Provo, estaba en un lugar muy oscuro de mi vida y no estaba muy feliz, y quería hacer algo positivo”.
Una bendición del sacerdocio
A pesar de no conocer a ningún miembro de Vocal Point cuando visitó el campus en agosto, Schlette se reunió con muchos estudiantes que respondieron sus preguntas y lo ayudaron a tener “una experiencia increíble”, dijo. La primera persona que Schlette conoció en el campus fue su guía turístico, Braeden Gibbs, un estudiante de BYU que trabaja como guía turístico para Relaciones Universitarias.
A Gibbs le impresionó que Schlette hubiera hecho una donación monetaria a Vocal Point justo antes de su viaje, a pesar de saber tan poco sobre el grupo. Durante el recorrido, Schlette le hizo a Gibbs muchas preguntas doctrinales sobre la Iglesia y sobre lo que diferencia a BYU de otras universidades.
Stacey Darais, gerente de la oficina de BYU Performing Arts, explicó que el guía turístico, Gibbs, es un ex misionero que “respondió las preguntas [de Schlette] maravillosamente”.
“Braeden respondió esas preguntas y me dio orientación, y fue lo mejor que pude haber pedido”, dijo Schlette. “Estoy muy agradecido por personas como Braeden que dan tanto de sí mismos en lo que creen”.
Mientras Schlette se preparaba para volar de regreso a Nueva Jersey después de su viaje a Provo, recibió una llamada de Emily Varney, enlace de donantes de tiempo completo para Church Philanthropies, agradeciéndole su donación a Vocal Point.
Durante la llamada, Schlette mencionó que no se sentía bien (había pasado por una ronda de quimioterapia justo antes de su viaje) y Varney se sintió impulsado a preguntarle si le gustaría una bendición del sacerdocio.
“No es algo normal decirle a un donante: '¿Le gustaría una bendición del sacerdocio?' Especialmente a un donante no miembro”, dijo Varney. “Definitivamente fue impulsado por el Espíritu. Y soy lo suficientemente mayor para saber que cuando recibas esas indicaciones, te arrepentirás si no escuchas. Así que le pregunté”.
Schlette estaba interesado. Cuando llegó a su casa en Nueva Jersey, volvió a llamar a Varney. Era tarde en la noche y la oficina de la misión estaba cerrada, pero uno de los compañeros de trabajo de Varney tenía el número de teléfono celular del presidente Micah D. Rolfe, presidente de la Misión New Jersey Morristown.
Varney llamó al presidente Rolfe, quien envió al élder Connor Snapp y al élder Benjamin Tu'ivai para que le dieran una bendición a Schlette.
“Gerry estaba asombrado de que de alguna manera pudieran tocar cada uno de sus puntos de preocupación en la bendición que le dieron, y también se sintió humilde de que hombres que ni siquiera conocía estuvieran dispuestos a ayudarlo”, dijo Darais. “La bendición que estos hombres le dieron disipó el gran nudo de preocupación y miedo que Gerry había estado cargando con él, dejando en su lugar una paz que no podía describir”.
Schlette le envió un correo electrónico a Varney al día siguiente para decirle que había visto el video cuatro veces y disfrutado de la doctrina única compartida por el presidente Nelson de que "la perfección no viene en esta vida, sino en la próxima vida". Era una doctrina única que nunca había escuchado antes y se le quedó grabada.
Schlette le preguntó a Varney qué tenía que hacer para unirse a la Iglesia. A las dos semanas de visitar el campus de BYU y recibir una bendición del sacerdocio, Schlette se reunió con misioneros varias veces, comenzó a leer el Libro de Mormón y dejó de tomar café.
“Decidí que necesitaba un cambio en mi vida y dije: 'Quiero ser miembro de la iglesia de Cristo'”, dijo Schlette. “Fue la mejor decisión que he tomado”.
Profundamente impresionado por la conversión de Schlette, Varney volvió a llamar a Darais a la oficina de BYU Performing Arts para compartir su historia. Luego, Darais se puso en contacto con el director de Vocal Point, McKay Crockett, para preguntar si había alguna forma de que Vocal Point pudiera participar en el bautismo y grabar una canción para él.
El 4 de septiembre, Schlette se bautizó. Para gran alegría y sorpresa de Schlette, Vocal Point compartió una interpretación pregrabada de "I Am a Child of God" que habían interpretado solo para Schlette.
Gerald Schlette, segundo desde la derecha, con el presidente de la Misión New Jersey Morristown, Micah D. Rolfe, el élder Connor Snapp y el élder Benjamin Tu'ivai.
Cortesía de Gerald Schlette
“Quería llorar”, dijo Schlette. “Estaba tan agradecido de que hicieran un video para alguien que ni siquiera conocían. Hicieron todo lo posible para bendecirme. ¿Qué tan increíble es eso?
Schlette también sintió mucho amor y apoyo de su nuevo barrio y de la familia de la Iglesia en su bautismo.
“Cuando terminó su bautismo, le tomó mucho tiempo salir del edificio porque había tanta gente allí que nunca había conocido que solo querían estrecharle la mano y darle la bienvenida y decirle cuánto lo amaban. dijo Darais.
Varios miembros de Vocal Point también se unieron a la celebración desde Provo a través de la transmisión Zoom. El miembro del grupo Alex Brown dijo que la mejor parte fue ver el cambio de opinión de Schlette, incluso antes de entrar a la fuente.
“Fue tan amable, tan dispuesto, tan ansioso por conocer la verdad”, dijo Brown. “La idea de que su proceso de transformación comenzó con este grupo fue increíble”.
El miembro de Vocal Point, Hyrum Jackson, también se sintió conmovido por el impacto que tuvo su grupo en Schlette.
“Pude asistir al servicio a través de Zoom, y el Espíritu se sintió con mucha fuerza incluso digitalmente”, dijo Jackson sobre el bautismo. “El propósito del grupo es iluminar los corazones y las mentes de quienes escuchan, y aquí está un hombre cuya vida ha cambiado con la música del grupo”.
Schlette dijo que ve el video que Vocal Point le hizo al menos una vez al día.
“Ahora me sé la canción de memoria”, dijo.
Encuentro Punto Vocal
Después de su bautismo, Schlette le preguntó a la oficina de Administración de Artes Escénicas de BYU si podía reunirse con Vocal Point si volvía a visitar el campus nuevamente. Se le animó a venir durante el primer fin de semana de octubre para que, además de conocer a Vocal Point, también pudiera asistir a la Conferencia General en persona.
Schlette asistió al ensayo de Vocal Point el 30 de septiembre, junto con otras personas que habían sido fundamentales en su conversión, incluidos Varney y su esposo; Crockett, Darais y Gibbs. Schlette compartió su historia con el grupo, habló personalmente con cada miembro de Vocal Point y les agradeció el impacto que habían tenido en su vida.
“Sabes cuando miras hacia arriba, respiras y dices: '¿Esto realmente está sucediendo?' Así fue para mí”, dijo Schlette. “Son jóvenes increíbles y maravillosos”.
Gerry Schlette comparte su historia con Vocal Point
trent robinson
Compartió con Vocal Point cómo su música lo había ayudado a encontrar la paz cuando estaba luchando y que ellos fueron quienes lo llevaron al evangelio de Jesucristo. También disfrutó verlos cantar en persona.
“Fue una experiencia emocionante e inspiradora para todos los involucrados”, dijo Darais. “Le preguntamos cómo se sentía después del ensayo de Vocal Point y dijo: 'Honestamente, me siento como si estuviera caminando sobre las nubes. Esto fue solo un sueño hecho realidad'”.
La experiencia también fue inspiradora para los jóvenes de Vocal Point. Para el miembro del grupo Hyrum Jackson, la parte más increíble de conocer a Schlette fue ver la mano de Dios en su historia de conversión.
“No fue una coincidencia que Gerry pudiera encontrar estos videos y sentir el Espíritu con tanta fuerza como lo hizo”, dijo Jackson. “Fue muy inspirador conocerlo en persona. Su alegría era contagiosa y fue muy divertido reír con él y conocerlo mejor”.
El miembro de Vocal Point, Alex Brown, dijo que la historia de Schlette resaltó un punto que Crockett les dice regularmente a los jóvenes: "No somos miembros de Vocal Point para nuestro propio beneficio, estamos aquí para ser una luz para otras personas".
“Fue muy conmovedor conocerlo en la vida real”, dijo Brown sobre Schlette. “Me trajo de vuelta los sentimientos de mi misión de que tenemos la oportunidad de ayudar a las personas. Sé que hay más personas como Gerry que buscan la verdad, y el trabajo que hago ahora tendrá un impacto en el futuro”.
Gerry Schlette es fotografiado con miembros de BYU Vocal Point, Braeden Gibbs, los Varney, Stacey Darais, McKay Crockett y otros miembros de BYU Performing Arts.
Foto cortesía de Trent Robinson
Además de reunirse con Vocal Point, Schlette también asistió a tres sesiones de la conferencia general acompañada por los Varney, los padres del élder Snapp y los padres del élder Tu'ivai.
“Ha sido genial convertirme en miembro y hacer las cosas que he hecho. Es como si Dios hubiera puesto fichas de dominó”, dijo Schlette. “Me bauticé, me confirmaron, fui al templo, obtuve el sacerdocio y llegué a la Conferencia General, todo en cuestión de 5 o 6 semanas”.
Antes de regresar a su hogar en Nueva Jersey, Schlette también se reunió nuevamente con su guía turístico inicial, Braeden Gibbs, para recibir un segundo recorrido por el campus de BYU. Gibbs notó que la primera vez que le dio un recorrido a Schlette, estaban solo ellos dos. Pero la segunda vez, Schlette trajo un gran grupo, que incluía personas de Vocal Point, Church Philanthropies y BYU Performing Arts.
“Fue increíble ver a todos apoyar a Gerry y ver cómo unió a esta comunidad”, dijo Gibbs.
Inspirando a otros
“Realmente ha sido interesante ver cómo el Señor está usando la historia de Gerry para inspirar a tanta gente”, dijo Varney. “Escuchar la historia de Gerry me ha ayudado a recordar que el Espíritu Santo todavía está activo y que todavía hay personas que están dispuestas a seguir al Señor”.
Varney explicó que la parte asombrosa de la historia de Gerry no es solo su fe, sino que su historia de conversión puede aplicarse a todos.
“El Señor está dispuesto a hacer todo lo posible por cada uno de nosotros y eso, para mí, es lo que realmente me inspira”, dijo Varney. “Gerry es fiel y sigue al Espíritu. Ver la mano del Señor en su historia es realmente el milagro”.
Jackson también enfatizó el momento milagroso de la historia de Schlette.
“El evangelio ahora ha podido bendecir su vida y la de otros a través de él, de una manera que nunca antes fue posible”, dijo Jackson.
Gibbs dijo que ver cómo el evangelio ha cambiado la vida de Schlette le dio esperanza.
“Cualquiera podría haber respondido las preguntas de Gerry, así que no fue solo una experiencia para él”, dijo Gibbs sobre los recorridos por el campus que le dio a Schlette. “También fue especial para mí”.
Schlette dijo que está agradecido por todas las personas que ha podido conocer y por las bendiciones del evangelio de Jesucristo.
“Todo lo que experimento es a través del amor de Dios y Jesucristo, y sin ellos, no estaría aquí”, dijo Schlette. “Lo que necesitaba, lo encontré en esta Iglesia”.
