Sé que este artículo no lo va a leer mucha gente, por desgracia los más vistos suelen ser los más espectaculares o los más polémicos, y no suelo publicar de esa forma, aunque a veces, sin pretenderlo, lo haga, pero espero que aquellos pocos que lo lean hasta el final, puedan apreciarlo.
Pero deseo compartir este hermoso artículo sobre las preguntas que todos nos hacemos y la forma que podemos responderlas, en particular, con las Escrituras.
Quiero añadir mi testimonio personal de que sé con todo mi corazón, y sin ninguna duda, que el Libro de Mormón es la Palabra de Dios, que ninguna persona pudo haberlo escrito, que sus palabras son impresionantes y conmovedoras, y que pueden darnos luz, conocimiento y respuesta a todas nuestras dudas y preguntas. Asimismo testifico de la Biblia, Doctrina y Convenios y la Perla de Gran Precio, todos son la Palabra de Dios.
Pero creo, que como palabra revelada a los profetas por el Espíritu Santo, necesitamos ese mismo espíritu de revelación para comprender y valorar la Palabra de Dios, por lo que conocer a Jesucristo y tener una relación personal con Él, por medio del Espíritu Santo es fundamental e imprescindible, e invito a todos y todas a conseguirlo y disfrutarlo en su vida, testifico que vale la pena, tal como lo expresó el Evangelista en Lucas, capítulo 10
21 En aquella misma hora Jesús se regocijó en el espíritu y dijo: Yo te alabo, oh Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque escondiste estas cosas ade los sabios y bentendidos, y las has revelado a los cpequeños. Sí, Padre, porque así te agradó.
22 Todas las cosas me han sido aentregadas por mi Padre; y nadie sabe bquién es el Hijo sino el Padre, ni quién es el Padre sino el Hijo y aquel a quien el Hijo lo quiera crevelar.
Durante los últimos dos siglos, muchas preguntas han rodeado el Libro de Mormón: las preguntas sobre sus orígenes, su autenticidad y sus enseñanzas han sido perpetuadas por escépticos y creyentes por igual.
El contenido del libro no es diferente. Desde los primeros escritos de Nefi hasta el último testimonio de Moroni, el Libro de Mormón contiene preguntas de la asombrosa cantidad de 61 personas, incluidos profetas, misioneros, investigadores y apóstatas. Alma el Joven hizo un total de 103 preguntas, Nefi planteó 41 y el Salvador mismo incluyó 35 preguntas durante su breve ministerio entre los nefitas.
Afortunadamente para nosotros, esta abundancia de investigación no tiene por qué quedar sin respuesta. En su libro, 52 preguntas que cambian la vida del Libro de Mormón , los autores John Hilton III y Brad Wilcox nos ayudan a reconocer no solo las preguntas difíciles de las Escrituras, sino a discernir las respuestas a través de la verdadera doctrina. La siguiente es una breve muestra tomada de su texto.
Pregunta: ¿Por qué pueden dudar?
Cuando Nefi estaba tratando de convencer a sus hermanos para que trataran de obtener las planchas de bronce de Labán, dijo: “Ahora he aquí, sabes que [lo que digo] es verdad; y sabéis también que un ángel os ha hablado; ¿Por qué podéis dudar? ”(1 Nefi 4: 3).
Lamán y Lemuel habían visto un ángel, pero aún tenían dudas. Algunas personas hoy se encuentran en una situación similar: están en una posición en la que deberían saber, pero siguen sin estar seguros.
Lamán y Lemuel habían visto un ángel, pero aún tenían dudas. Algunas personas hoy se encuentran en una situación similar: están en una posición en la que deberían saber, pero siguen sin estar seguros.
Respuesta
"Podría . . . uh . . ”El élder misionero de cabello oscuro se acercó a su maestro en el Centro de Entrenamiento Misionero y cambió su peso torpemente. “Quiero decir, me preguntaba. . . si pudiéramos hablar ”. El maestro acababa de terminar de dar una clase y el grupo estaba disfrutando de un breve descanso.
"No hay problema", le aseguró el maestro. Caminaron por el pasillo, lejos de las aulas y los compañeros por un momento. El maestro había notado cómo el entusiasmo de este élder misionero había disminuido a medida que aumentaba su tiempo en el CCM.
"Me siento como un élder terrible", dijo el misionero. “Tengo tantas dudas. Debes pensar que estoy equivocado y débil.
Las palabras sorprendieron al maestro y él respondió: “¿Mal? ¿Débil? ¿Están equivocadas las dudas? ¿Son las preguntas un signo de debilidad? No. ¿No dudaba y cuestionaba el propio José Smith cuando aprendió?
”El maestro abrió su Perla de Gran Precio a la Historia de José Smith y leyó:“ En medio de esta guerra de palabras y tumultos de opiniones, a menudo me dije a mí mismo. : ¿ qué se debe hacer? ¿Quién de todas estas partes tiene razón o están todas equivocadas juntas? Si alguno de ellos tiene razón, ¿cuál es y cómo lo sabré? ”(Joseph Smith-History 1:10).
El maestro levantó la vista de la página y dijo: “Si las dudas y las preguntas están mal, entonces todo el sistema misionero de la Iglesia está mal, porque, ¿ no es nuestra invitación al mundo a escapar de las cadenas de la tradición y poner a prueba las creencias actuales contra la verdad revelada ? ¿No invitamos abiertamente a la gente a dudar y preguntar?
Todos tenemos dudas: dudas sobre el futuro, dudas sobre las decisiones que hemos tomado o tomaremos, dudas de mil tipos. Pero estas dudas no necesitan destruirnos, las respuestas vendrán.
Una mujer pasó largas horas reflexionando sobre las luchas que estaba teniendo con su testimonio. Mientras sopesaba las garantías que había sentido anteriormente con las dudas que estaba encontrando actualmente, se sintió impulsada a recurrir a las Escrituras.
Mientras lo hacía, sus escrituras se abrieron a Doctrina y Convenios 6, y ella leyó estas palabras:
“22 De cierto, de cierto te digo: Si deseas más atestimonio, piensa en la noche en que me imploraste en tu corazón, a fin de bsaber tocante a la verdad de estas cosas.
23 ¿No hablé apaz a tu mente en cuanto al asunto? ¿Qué mayor btestimonio puedes tener que de Dios?
Sintió que el Espíritu la bañaba,
Una mujer pasó largas horas reflexionando sobre las luchas que estaba teniendo con su testimonio. Mientras sopesaba las garantías que había sentido anteriormente con las dudas que estaba encontrando actualmente, se sintió impulsada a recurrir a las Escrituras.
Mientras lo hacía, sus escrituras se abrieron a Doctrina y Convenios 6, y ella leyó estas palabras:
“22 De cierto, de cierto te digo: Si deseas más atestimonio, piensa en la noche en que me imploraste en tu corazón, a fin de bsaber tocante a la verdad de estas cosas.
23 ¿No hablé apaz a tu mente en cuanto al asunto? ¿Qué mayor btestimonio puedes tener que de Dios?
Sintió que el Espíritu la bañaba,
Algunas veces nuestras dudas se resuelven rápidamente y otras tenemos que ponerlas "en el estante" por un tiempo. Pero una cosa es cierta: el Señor ha hecho grandes cosas por nosotros y nuestros antepasados y continuará haciendo grandes cosas en el futuro. Como dijo Nefi: “Subamos; el Señor puede librarnos, como nuestros padres ”(1 Nefi 4: 3). Aunque puede haber cosas que no entendemos completamente, podemos avanzar como lo hizo Nefi, confiando en el Dios que siempre estuvo a nuestro lado.
Lea más ideas como esta en 52 preguntas que cambian la vida del Libro de Mormón.
¿Alguna vez alguna pregunta te cambió la vida? "Una buena pregunta ... es como un despertador", escribió el élder Tad R. Callister. "Nos despierta de nuestros problemas mentales [y] pone en marcha nuestros motores mentales".
¿Dónde podemos encontrar preguntas que nos despierten de esos problemas mentales y espirituales? Los autores populares John Hilton III y Brad Wilcox nos ayudan a reconocer y reflexionar sobre 52 poderosas preguntas del Libro de Mormón, una para cada semana del año. Un capítulo corto cada semana tiene el poder de cambiar tu vida.
¿Han cesado los milagros?
¿Habéis preguntado al Señor?
¿Habéis nacido espiritualmente de Dios?
¿No sabéis que estáis en manos de Dios?
José Smith prometió que nos acercaríamos más a Dios a través del Libro de Mormón que a través de cualquier otro libro. Reflexionar sobre sus preguntas inspiradas puede impulsarnos a alcanzar esa promesa.
Jose Luis Maldonado Leído bueno ya veremos que hay reservado aparte de lo revelado por Dios. Abrazos
ResponderEliminarEs una lastima que este libro no esté traducido al español. Yo lo compraría y lo leería en un día sí estuviera traducido
ResponderEliminarSatisfecho. Juan Pagano
ResponderEliminarMUCHAS GRACIAS A TODOS POR LOS COMENTARIOS.
ResponderEliminarDe nada. Juan Pagano.
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