
'Una copita no hace daño'.... frase popular que puede preceder a sucesos trágicos... es bien conocido que los Santos de los Últimos Días tienen un código de salud bastante importante, que se conoce como la Palabra de Sabiduría, ya que procede de una revelación de Dios al profeta José, en el que se nos indica qué cosas no debemos tomar porque nos perjudican, qué cosas buenas son para nuestra salud y una promesa final, tanto física como espiritual para aquellos que guarden esta ley.
Sin embargo, se nos ha tachado muchas veces de exagerados, con la premisa de que un poco de todo, aunque sea malo, no perjudica porque el cuerpo lo tolera... eso es cierto hasta cierto punto, ya que se ha ido probando por la ciencia que algunas sustancias son perjudiciales desde la primera dosis, y aunque no se noten los efectos hasta mucho tiempo después, cada sustancia perjudicial y adictiva, afecta a nuestra salud.
Esto se sabe muy bien con el tabaco, ya que un solo cigarro se dice que nos resta cinco minutos de vida, lo que implica que todo lo anteriormente dicho es verdad.
Pero con las bebidas alcohólicas siempre se ha dicho que un poco no hace daño, incluso que algunas son beneficiosas para la salud, por lo que este artículo, publicado en el Diario español El País, viene a derribar estos mitos y a fortalecer el carácter sagrado y revelador de la Palabra de Sabiduría, algo único entre la cristiandad, porque ningún grupo cristiano, hasta donde yo conozco, tiene un código de salud tan claro y completo como el revelado por Dios al profeta José Smith.
Más aún, hay un versículo que siempre me había intrigado en esta revelación, recogida como la sección 89 del libro de Doctrina y Convenios
4 He aquí, de cierto, así os dice el Señor: Por motivo de las maldades y designios que existen y que existirán en el corazón de hombres conspiradores en los últimos días, os he amonestado y os prevengo, dándoos esta palabra de sabiduría por revelación:
¿a qué se refería el Señor con hombres conspiradores? ¿qué tiene que ver con la salud?, creo que poco a poco lo he ido entendiendo y al principio de este artículo lo explica bastante bien, y por si hay dudas, adjunto un segundo artículo que explica mejor como las grandes empresas tabaqueras y alcoholeras han manipulado la opinión pública para ocultar el verdadero daño de sus sustancias adictivas, comprando voluntades y falseando informes, a fin de no reconocer el daño que hacen sus productos para la salud, y tengan en cuenta, que estos dos artículos solo explican la influencia sobre el cáncer del alcohol, aunque ya sabemos que afecta a muchas otras patologías.
Ya pasó con el tabaco en la segunda parte del siglo XX y está empezando a verse ahora con la industria del alcohol, otra prueba más de la misión divina del Profeta José y de que la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días está fundada por Cristo sobre profetas y apóstoles (Efesios 4: 11-14) y sigue guiada hoy dia por un profeta viviente, Russell M. Nelson.
Espero disfruten los dos artículos y que Dios les bendiga.
Por qué incluso el consumo moderado de alcohol aumenta el riesgo de padecer cáncer
Un creciente número de estudios epidemiológicos indican que el consumo de alcohol, incluso en cantidades moderadas, es un factor de riesgo para el desarrollo de varios tipos de cáncer

Durante gran parte del siglo XX el tabaco no era considerado tóxico y costó décadas cambiar esa percepción social. Al igual que ocurre con el tabaco, existe sobre el alcohol una creciente información que lo relaciona con problemas de salud tales como, por ejemplo, el cáncer. “Desde principios del siglo XX conocemos la asociación entre el consumo de alcohol y el cáncer. Sabemos que ese consumo causa tumores de cavidad oral, faringe, laringe, esófago, hígado, colorrecto y mama", señala la doctora Aitana Calvo, secretaria científica de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM) y oncóloga médica del Hospital Universitario Gregorio Marañón de Madrid. “Aunque el tabaco continúa siendo el principal factor de riesgo asociado al cáncer, se calcula que de las 8,8 millones de defunciones por cáncer en el mundo, aproximadamente 340.000 se deben al alcohol y que entre un 3% y un 3,5 % de los tumores en países desarrollados se deben al alcohol. Por ello, desde la SEOM, recomendamos, al igual que el resto de instituciones sanitarias, reducir o eliminar su consumo", añade.
Sobre el consumo de bebidas alcohólicas existe la creencia popular de que hay un “nivel seguro” y muchas marcas recomiendan un “consumo moderado” de sus productos. La mayor parte de los estudios científicos definen como “consumo moderado” a ingerir menos de una bebida alcohólica al día, pero los expertos advierten de los riesgos para la salud que supone incluso un nivel moderado de consumo “Existe una asociación dosis-respuesta clara con respecto al consumo de alcohol; es decir, cuanto más consumo, mayor riesgo de cáncer. No hay una cifra segura a partir de la cual se pueda garantizar que no hay riesgo, y reducir el consumo, o evitarlo por completo, sí reduce el riesgo de cáncer", explica la doctora Calvo. Pero si queremos datos más concretos sobre la relación entre el desarrollo tumoral y el consumo de bebidas alcohólicas, entonces es necesario analizar por separado las investigaciones realizadas sobre cada tipo de cáncer.
El cáncer colorrectal es el tercer tipo más frecuente y es la cuarta causa de mortalidad por cáncer, con aproximadamente 600.000 muertes anuales. En un artículo publicado en enero de 2018 por la revista Cancers se revisaron múltiples estudios epidemiológicos publicados sobre el consumo de alcohol. “Hemos visto que a nivel epidemiológico aumenta el riesgo de padecer cáncer colorrectal conforme se incrementa el consumo de alcohol. […] Y hasta donde llega el análisis de los datos epidemiológicos del cáncer colorrectal no existe oficialmente un nivel seguro de consumo alcohólico que no sea potencialmente carcinogénico", comenta el primer autor del artículo, Marco Rossi (Rush University Medical Center, Chicago), quien también explica que otros factores (como antecedentes familiares de cáncer colorrectal, ser varón o tener un índice de masa corporal superior a treinta) acentúan el efecto del alcohol sobre la incidencia de este tipo de tumores.
Pero los resultados que tenemos sobre el efecto del consumo de alcohol en los cánceres de hígado y páncreas son diferentes: en una revisión publicada en Clinics and Research in Hepatology and Gastroenterology se explica que la mayoría de los tumores hepáticos tienen un origen vírico (aunque en el resto de casos, el consumo de alcohol es un factor de riesgo relevante). Respecto al cáncer de páncreas, todavía son necesarios más estudios para concluir si el consumo de bebidas alcohólicas, y en qué medida, es o no un factor de riesgo.
No hay una cifra segura a partir de la cual se pueda garantizar que no hay riesgo, y reducir el consumo, o evitarlo por completo, reduce el riesgo de cáncer
Aparte de la necesidad de estudiar cada tipo de cáncer por separado, la diversidad en los resultados también se debe a la dificultad de analizar múltiples investigaciones realizadas con parámetros diferentes: en algunas el consumo alcohólico se mide en los gramos consumidos, pero este varía según las bebidas; y cuando el trabajo se centra en las bebidas en sí, estas se suelen registrar dentro de un margen (como por ejemplo, menos de siete a la semana) en vez de cantidades concretas. Además, cada bebida es distinta tanto en su contenido alcohólico como en el resto de elementos que la componen: esto por un lado ha permitido identificar al alcohol como el principal agente carcinogénico de las bebidas alcohólicas ya que es el único elemento común entre todas ellas, pero, por otro lado, dificulta la comparación de los estudios entre sí.
Un caso interesante es el del cáncer de mama y los tipos de vino. Algunos componentes presentes en el vino tinto podrían tener propiedades preventivas, pero todos los estudios realizados encuentran que epidemiológicamente es la cantidad de contenido alcohólico, y no el tipo de bebida, el factor clave entre el cáncer de mama y el consumo de bebidas alcohólicas. Los tumores de mama son los segundos más frecuente con algo más de 1.600.000 casos registrados a nivel mundial en el 2012. En una revisión de los estudios sobre el consumo de alcohol y el riesgo de padecer cáncer de mama publicada por la International Agency for Research on Cancer se vio que una mayoría abrumadora los trabajos encontraban un aumento de la incidencia del cáncer de mama ante el consumo de bebidas alcohólicas, incluso si el era moderado, y en ningún caso ese consumo prevenía el desarrollo tumoral. Tanto en esta como en otra revisión publicada por la University School of Medicine (St Louis, Estados Unidos) se enfatiza que el riesgo de padecer cáncer de mama parece especialmente sensible a alcohol: de hecho, se estima que incluso con un consumo inferior o igual a una bebida alcohólica diaria el riesgo en mujeres de desarrollar un cáncer de mama se incrementa entre un 4% y un 15%. Y ambas revisiones sitúan al consumo de bebidas alcohólicas como la causa de un porcentaje significativo de casos de tumores de mama (en torno al 5% en varios países europeos y del 4% al 10% de los casos en Estados Unidos).
Ante todos estos estudios, quizás es el momento de plantear un cambio en el etiquetado de las bebidas alcohólicas en el cual se informe de sus riesgos para la salud del mismo modo que se hizo con el tabaco. “Datos de la Sociedad Americana de Oncología Médica apuntan a que tan solo un 30% de la población conoce que la obesidad o el alcohol son factores de riesgo para la aparición de tumores", explica Calvo. "En general la población sí responde a las recomendaciones, y poco a poco se logran cambiar hábitos de vida nocivos Las iniciativas de formación y la concienciación forman parte de la resolución de la Organización Mundial de la Salud (OMS) de 2010, que tenía como fin reducir el consumo de alcohol de forma global a escala internacional", añade.

La industria del alcohol confunde al público sobre el riesgo de cáncer
Un estudio la compara con las tabacaleras por "negar y distorsionar" ese vínculo probado
Las evidencias científicas son claras: el alcohol es un factor que aumenta las probabilidades de sufrir un cáncer, esencialmente en el aparato digestivo, pero también en las mamas. Pese a ello, existe un desconocimiento preocupante entre la población de este riesgo asociado a las bebidas alcohólicas. Y es en este punto en el que la industria está desempeñando un papel criticable, según un estudio, en el que se denuncia que con "negación, distorsión y distracción" están tratando de confundir a la ciudadanía, ocultando que beber alcohol implica mayor riesgo de sufrir enfermedades tumorales incluso a niveles moderados de consumo.
"La industria está difundiendo información errónea sobre el alcohol y el riesgo de cáncer", denuncia el estudio
"La industria mundial del alcohol está actualmente difundiendo activamente información errónea sobre el alcohol y el riesgo de cáncer", denuncia el estudio, que firman científicos de instituciones tan prestigiosas como el Instituto Karolinska y la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres. Los investigadores han encontrado una pauta muy clara de estratagemas que se repiten en los argumentarios de la industria en todos los puntos del planeta para manipular a la opinión pública.
Para empezar, en la mayoría de los casos, se limitan a negar u omitir por completo la relación entre el alcohol y las enfermedades tumorales, o asegurando que no hay riesgo con un consumo moderado. "La evidencia científica sugiere que tales enunciados son engañosos", defiende el estudio, "debido a que el aumento del riesgo de algunos cánceres comunes, como el cáncer de mama, esofágico, laríngeo, de boca y garganta y el cáncer del tracto aerodigestivo superior, comienza con bajos niveles de consumo, aunque es baja en esos niveles".
Los responsables políticos deben considerar si es ético o aceptable permitir que la industria del alcohol engañe al público sobre la salud de esta manera", defiende Petticrew
A su vez, la industria, a través de sus webs, informes, lobbies y asociaciones de promoción del consumo responsable, "distorsionan" el conocimiento científico al atribuir únicamente el riesgo al consumo abusivo; afirmando que la evidencia es débil; o defendiendo incluso que puede proteger frente al cáncer. Por último, se "distrae" señalando otros factores que también influyen en los tumores, diluyendo el riesgo del alcohol. En España, el 15% de los tumores diagnosticados a los hombres tienen relación con el alcohol, frente al 10% de la media europea. Tras analizar 26 portales e informes de todo el mundo (también Europa), este estudio pionero halló importantes omisiones o tergiversaciones en 24 de ellos. Sobre todo, con respecto al cáncer de colon y el de mama, por ser de los más comunes y perjudicar las ventas en el codiciado mercado de las mujeres, según los autores.
Lo más preocupante es que en muchos países (como en España) "los organismos de la industria del alcohol tienen el papel de informar al público sobre los daños a la salud, a menudo con poca supervisión de médicos independientes", denuncia Mark Petticrew, autor principal del estudio. "Nuestro estudio muestra que esto es arriesgado porque hemos demostrado que la industria del alcohol da al público información engañosa. No permitimos que la industria del tabaco tome la iniciativa de informar al público sobre los daños del tabaco", asegura Petticrew, profesor de Salud Pública en la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres.
El estudio de Petticrew señala un "paralelismo obvio" con las prácticas pasadas de la industria tabaquera, ya que consideran que se sirve de "tácticas similares con los mismos fines: proteger sus beneficios, en detrimento de la salud pública". "Sus estrategias son muy comparables", denuncia el especialista. Y añade: "Una de las estrategias más comunes, confundir al público con una gran cantidad de información innecesaria sobre el riesgo, ha sido utilizada ampliamente por la industria del tabaco durante décadas".
Tras analizar 26 portales e informes, hallaron importantes omisiones o tergiversaciones en 24 de ellos, sobre todo con respecto al cáncer de colon y el de mama
En respuesta al estudio, la asociación estadounidense de comercio de alcohol Distilled Spirits Council aseguró que es "una revisión altamente selectiva" realizada por científicos con "prejuicios antialcohol", según recoge Reuters.
La conciencia pública del riesgo de cáncer por el consumo de alcohol es baja: una encuesta reciente mostraba que nueve de cada 10 británicos desconocen la relación entre el consumo de alcohol y el cáncer, por ejemplo. Este análisis sugiere que los principales productores mundiales de alcohol intentan mitigar el riesgo de perder ventas "mediante la difusión de información engañosa sobre el cáncer a través de sus organismos de consumo responsable".
Por eso, Petticrew cree que el público debe rechazar la información proporcionada por la industria del alcohol, "ya que es probable que sea engañosa", y que los responsables políticos deben considerar "si es ético o aceptable permitir que la industria del alcohol engañe al público sobre la salud pública de esta manera". También "promocionando intervenciones inefectivas" y poniendo el foco en la responsabilidad individual de los consumidores, como pretendían las tabacaleras y ahora la industria alimentaria, en lugar de establecer una estrategia integral desde los poderes públicos para abordar un problema social.

