Mormones y Trinidad 2


Uno de los temas mas importantes de la cristiandad es la doctrina de la naturaleza de Dios, la mayoría acepta la Trinidad del siglo IV como la única verdad al respecto.

Nosotros, como santos de los últimos días, creemos en la unidad de Dios en propósito y obra, pero la separación en naturaleza, como creo que demostré con la Biblia en una articulo anterior

http://mormondefender4biblia.blogspot.com.es/2014/01/la-trinidad-mito-o-realidad.html

Considero muy importante esta doctrina, por dos motivos, primero porque para obtener la vida eterna, debemos conocer a Dios y a Cristo, y por ello es imprescindible conocer la naturaleza de Dios y de su Hijo Jesucristo.

Juan 17

Y ésta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado.

Y también porque la mayoría de las iglesias cristianas consideran que los que no creen en la Trinidad Nicena no son realmente cristianos, cuando debería ser todo lo contrario, pero esta ideología ha arraigado muy fuerte entre los cristianos, por lo que muchas veces dudan de que seamos cristianos, cuando es, justamente, todo lo contrario.

Por ello, y realzando lo absurdo de esta doctrina herética, les adjunto un extracto de un libro del famoso y reputado sacerdote, filósofo y escritor Hans Küng, que explica perfectamente que esta doctrina no es ni Bíblica ni cristiana.

Espero lo disfruten.



No hay doctrina de la trinidad en el Nuevo Testamento. Si bien abundan las fórmulas triádicas, sin embargo, en todo el Nuevo Testamento no hay ni una sola palabra acerca de una ‘unidad’ de estas tres magnitudes altamente distintas, de una unidad en un igual plano divino. Cierto que hubo una vez en la primera carta de Juan una frase (Comma Johanneum) que, en el contexto de espíritu, agua y sangre, mencionaba a continuación al Padre, la Palabra y el Espíritu, que serían uno. Sin embargo, la investigación histórico-crítica ha desenmascarado esta frase como una falsificación nacida en el norte de África o en España en siglo III o IV, y de nada sirvió a las inquisitoriales autoridades romanas su empeño en defender todavía a principios de este siglo como auténtica esta frase.

¿Qué otra cosa significa esto en palabras llanas sino que en el judeo-cristianismo, incluso en todo el Nuevo Testamento, existe la fe en Dios el Padre, en Jesús el Hijo, y en el Espíritu Santo de Dios, pero que no hay una doctrina de un Dios en tres personas (modos de ser), una doctrina de un ‘Dios uni-trino,’ de una ‘Trinidad’?

 Pero ¿cómo entiende el Nuevo Testamento la relación entre el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo? “Para darnos a entender la relación de Padre, Hijo y Espíritu no hay en todo el Nuevo Testamento otra historia mejor que aquel discurso de defensa del protomártir Esteban que Lucas nos ha transmitido en sus Hechos de los Apóstoles.

Esteban tiene una visión durante ese discurso: ‘Lleno del Espíritu Santo, fijó la mirada en el cielo, vio la gloria de Dios y a Jesús de pie a la derecha de Dios, y dijo: ‘Veo el cielo abierto y a aquel Hombre de pie a la derecha de Dios.’ Aquí se habla, pues, de Dios, del Hijo del Hombre y del Espíritu Santo. Pero Esteban no ve, por ejemplo, una divinidad trifacial y menos aún tres hombres de igual figura, ni un símbolo triangular, como llegará a utilizarse siglos más tarde en el arte cristiano occidental. Más bien:

– El Espíritu Santo está al lado de Esteban, está en él mismo. El Espíritu, la fuerza y poder invisibles que proceden de Dios, lo llena por completo y le abre así los ojos: ‘en el espíritu’ se muestra a él el cielo.

– Dios mismo (ho theós ‘el’ Dios a secas) permanece oculto, no se asemeja al hombre; solo su ‘gloria’ (hebreo ‘kaboda’, griego ‘doxa’) es visible: esplendor y poder de Dios, el resplandor que proviene por completo de él.

– Jesús, finalmente, visible como el Hijo del Hombre, está ‘a la derecha de Dios’: esto significa en comunidad con Dios, en igual poder y gloria. Como Hijo de Dios elevado y recibido en la vida eterna de Dios, él es vicario de Dios para nosotros y, a la vez, como hombre, el representante de los hombres ante Dios.

De todo esto debería desprenderse con claridad que la cuestión clave sobre la doctrina de la Trinidad es, según el Nuevo Testamento, no la cuestión declarada como ‘misterio impenetrable (misterium stricte dictum) de cómo tres magnitudes tan distintas pueden ser ontológicamente uno, sino la cuestión cristológica de cómo hay que expresar según las Escrituras la relación de Jesús (y en consecuencia también la del Espíritu) con Dios mismo.

Ahí no es lícito poner en tela de juicio ni por un instante la fe en el Dios uno, que el cristianismo comparte con judíos y musulmanes: fuera de Dios no existe ningún otro dios… El principio de unidad es para el Nuevo Testamento, como para la Biblia hebrea, el Dios uno, (ho théosel Dios=el Padre), del que todo procede y hacia el que todo se dirige.

Si se quisiera enjuiciar a los cristianos anteriores a Nicea desde la vertiente del concilio de Nicea, entonces no solo los judeoscristianos, sino también casi todos los padres de la iglesia griegos serían herejes porque ellos enseñaban como obvia una subordinación del ‘Hijo’ al ‘Padre’ que según la posterior medida de la definición equiparadora de una ‘igualdad de esencia’ por el concilio de Nicea es considerada como herética.

A la vista de estos datos apenas se puede obviar la pregunta: si en vez de tomar al Nuevo Testamento como medida se toma al concilio de Nicea, ¿quién había en la Iglesia antigua de los primeros siglos que fuera ortodoxo?

¿De dónde proviene en realidad esta doctrina de la Trinidad? Respuesta: es un producto del gran cambio de paradigmas, del paradigma protocristiano-apocalíptico al paradigma veterocristiano-helenista.”

Hans KüngEl Cristianismo, Esencia e Historia, Trotta, 1997, págs. 110-118.


https://es.wikipedia.org/wiki/Hans_K%C3%BCng#Biograf.C3.ADa

2 comentarios:

  1. Que gran reportaje!! Cientificamente hablando. Hay evidencias de la tribidad pero las interpretaciones son muy variadas...siempre da gusto ver estos documentos!!gracias

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  2. Pues sí, asi es, son muchas las opiniones en contra de esta falsa doctrina, gracias por comentar.

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