En este artículo voy a copiar un ensayo que me pasa un buen amigo y hermano, chileno de nacimiento y valenciano de adopción, un verdadero erudito y que tras 17 años de investigación ha conseguido identificar la fecha exacta del nacimiento de Cristo y además sincronizarla cronológicamente con el relato del principio del Libro de Mormón, del profeta Lehi, padre de los pueblos nefita y lamanita.
En diciembre pasado, el periódico Levante, el Mercantil Valenciano, hizo publico este ensayo el 22 de diciembre, pueden consultarlo directamente. Gracias, Diego, por tu generosidad y por tu loable labor de investigación.
El nacimiento de Jesús el año 4 aC y el cumplimiento de la profecía de Lehí
Por Diego Lisboa Silva, académico correspondiente de la Academia Valenciana de Genealogía y Heráldica
Hasta hace poco era casi imposible conciliar las fechas bíblicas con la
cronología actualmente en uso, más aún en el caso de los datos con valor cronológico contenidos en el Libro de Mormón.
Además, por una parte, existían serias dudas acerca de la exactitud de las fechas de la Era Cristiana y por otra que las fuentes históricas consideradas de la época nada ayudaban para intentar dar solución al problema. Poco a poco se impuso la idea de que el cálculo de la fecha del nacimiento de Cristo para crear la Era Cristiana supuestamente atribuido al monje Dionisio el Exiguo estaba equivocado en al menos cuatro años.
Cuando se pone de moda calcular las fechas de algunos eventos astronómicos consignados en los textos antiguos y de esta manera dar exactitud a la datación de acontecimientos históricos mediante cálculos matemáticos esto dio lugar a graves discrepancias con las fechas comúnmente aceptadas.
Por ejemplo, el historiador judío Flavio Josefo consigna en uno de sus libros que pocos días antes de la muerte de Herodes tuvo lugar un eclipse de luna. Realizados los cálculos astronómicos, el único eclipse lunar que pudo ser visible en Judea por ese tiempo ocurrió en el año 4 AC. Según la Era Cristiana, Jesús nació en el año 1 AC y Herodes murió casi un año después. La nueva fecha para la muerte del rey judío fue aceptada de inmediato pero la fecha del nacimiento de Cristo no fue cambiada dejando, de esta manera en un muy mal lugar los datos del evangelio de Mateo. Este hecho llevó a algunos autores como Albert Schweitzer o Renan a afirmar que los evangelios eran una patraña inventada y que Jesucristo era un mito.
Con la aparición debajo de las arenas de los desiertos de Irak de las ruinas de la civilización asiria y el desciframiento del alfabeto cuneiforme se consiguió información histórica que favoreció la datación de los eventos contenidos en el Antiguo Testamento.
Por ejemplo, fue encontrada una crónica de casi cuatrocientos años en uno de los cuales se da cuenta de la ocurrencia de un eclipse de sol, que pudo ser datado por cálculos astronómicos. A partir de esto se pudo datar todos los acontecimientos contenidos en la citada crónica y los reinados de algunos personajes asirios mencionados en la Biblia. En esta crónica y en otras inscripciones halladas en el desierto iraquí se hallaron así mismo, testimonios acerca de reyes de Judá e Israel . Una de las fechas que fue precisada fue el
reinado del rey Nabucodonosor, autor de la destrucción de Jerusalén en el año décimo primero del rey Sedequías (libro 2 Reyes, 25:2 o 2 Crónicas 36:11).
Según la cronología Asiria este acontecimiento tuvo lugar el año 587AC
La profecía de Lehi
En el capítulo 10 de 1Nefi encontramos por primera vez la profecía que seiscientos años después de la partida de Lehí de Jerusalén Dios levantaría un Mesías
Si, seiscientos años después de la partida de mi padre de Jerusalén, el Señor Dios levantará un profeta entre los judíos: sí, un Mesías, o, en otras palabras, un Salvador del mundo (1 Nefi 10:4).
La profecía se repite en 1 Nefi 19:8 y 2 Nefi 25:10
En el Libro de Mormón (1 Nefi 1:4) se afirma que en el año 1 del reinado de Sedequías, el profeta Lehí junto con otros profetas, salió a predicar acerca de la inminente destrucción de Jerusalen (1 Nefi 1:18) y fue avisado que abandonara la ciudad (1 Nefi 2:2), por lo que la manifestación pública de Lehí debió comenzar en el año 598AC.
¿Cuánto tiempo estuvo predicando Lehí al pueblo judío antes de salir de la ciudad con su familia? No existe información al respecto. En un principio se estimaba que ese mismo año se produjo su salida de Jerusalén. De esta manera la profecía estaría dentro de un “rango” aceptable de dos años.
Estas apreciaciones se hacen sobre fechas incorrectas producto de adulteraciones y que, además, no se apoyan en ningún dato que esté de acuerdo con lo aceptado por la Historia.
¿Debemos esperar que las profecías tienen que estar dentro de un “rango” determinado ? o en otras palabras ¿Por qué Lehí no afirmó que serían 598 años en lugar de 600?
Sin embargo en 2 Nefi se afirma que la destrucción de Jerusalén tuvo lugar
inmediatamente después que Lehí y su familia salieran de la ciudad lo que va a complicar mas la situación .
“ Por tanto, les ha sido dicho concerniente a la destrucción que vendría sobre ellos inmediatamente después que saliera mi padre de Jerusalén…” (2 Nefi 25:10)
Lehí debió salir entonces en el año 586 AC, el mismo año once del reinado de Sedequías por lo que el “rango aceptable” aumentó a trece años. En este año, por tanto, coinciden históricamente la destrucción de Jerusalén, el año onceavo de Sedequías, el año dieciocho del reinado de Nabucodonosor y la partida de Lehí de Jerusalén.
El año 587 AC se corresponde también con la segunda deportación judía a Babilonia.
Entre este año y el decreto de Ciro (año 537AC) en que el pueblo de Israel retorna a Jerusalén transcurren cuarenta y nueve años. Las dos deportaciones suman los setenta años de cautividad que aparecen mencionados en el Antiguo Testamento (Setenta años exactos, sin recurrir a “rango” alguno).
Tanto la fecha del año 18 de Nabucodonosor (año 586 AC) y la el decreto de Ciro (año 537 AC) están verificadas por una crónica que abarca cerca de cuatrocientos años correspondientes a los limmus asirios calculados por medio de tablas astronómicas basándose en un eclipse total de sol ocurrido durante el limmu del gobernador de Gozan, Bur Sagale que aparece mencionado en dicha crónica.
Según estas fechas Jesús debió nacer 600 años después del 586 BC o sea en el año 14 DC lo que es desde todo punto de vista inaceptable
Para encontrar una explicación satisfactoria a esta aparente incongruencia debemos remitirnos al cálculo de la Era Cristiana que se atribuye al monje Dionisio el Exiguo.
Actualmente se acepta que el monje Dionisio cometió varios errores en el cálculo de la nueva era. Muchas de las fechas originales del cómputo cristiano han debido ser cambiadas como por ejemplo, el nacimiento de Augusto, datado en un principio en el año 61 AC fue movido por los historiadores al año 63 AC. O el caso de la fecha de la muerte de Herodes el Grande, ocurrida un tiempo después del nacimiento de Jesús, que fue
cambiada al año 4 AC dejando de esta manera, como se ha dicho anteriormente, en un mal lugar a los datos cronológicos que se encuentran en el evangelio de Mateo en el Nuevo Testamento.
Según se afirma, en el siglo sexto ,unos quinientos años después del nacimiento de Jesús (525 años) se le encarga al monje Dionisio el cálculo de la fecha de su nacimiento para desde ahí comenzar el cómputo de una nueva era que en un principio se llamó la Era de la Encarnación y que empezó a aplicarse a partir del siglo VII. No se conoce detalle alguno del citado cálculo ni documento que certifique la adopción de tan trascendental cambio en la cronología de la época.
En realidad es posible que este cálculo ni siquiera existiera. Dionisio el Exiguo no era cronografista, historiador o matemático, era un canonista encargado de registrar acuerdos, de concilios, bulas y documentos eclesiásticos destinados a formar una especie de estatuto o cuerpo director de los asuntos de la iglesia de Roma.
En el tiempo en que escribió Dionisio circulaban dos tradiciones referidas al nacimiento de Jesús. La primera es que había nacido el año 42 del reinado de Augusto y el año 28 de la muerte de Marco Antonio y Cleopatra ocurrida en Alejandría al año siguiente de la batalla de Actium , tradición que dominó los tres primeros siglos y en la que se apoyaban los escritores cristianos como: Eusebio de Cesarea, Orígenes o San Jerónimo.
Así, pues, corría el año 42 del reinado de Augusto y el vigésimo octavo desde el sometimiento de Egipto y muerte de Antonio y Cleopatra (en la cual se extinguió la dinastía egipcia de lo Tolomeos), cuando nuestro Salvador y Señor Jesucristo nace en Belén de Judea, conforme a las profecías acerca de Él, en tiempos del primer empadronamiento, y siendo Cirino gobernador de Siria”. (Eusebio, Historia Eclesiástica Libro 1: 5,2.; Orígenes, Comentario en Mateo, 22:15)
"Cristo nació en el año 42 de Augusto, y empezó a predicar en el año decimoquinto de Tiberio... (Jerónimo, Prefacio a Chronicon)
Una segunda tradición situaba el nacimiento de Jesús el año 752 de Roma, fecha que aparece mencionada por primera vez en la obra Historias Contra los Paganos que escribió el sacerdote español Paulo Orosio por encargo de San Agustín, obispo de Hipona con el propósito de desvirtuar las acusaciones que se vertían en contra de los cristianos a quienes se les hacía responsables de todas las desgracias que ocurrían en Roma.
“…Pues bien, en el año 752 de la fundación de la Ciudad (Ab urbe condita), nació Cristo, que trajo al mundo la fe que salva…”(Orosio, Historias contra los Paganos, Libro VII, 3)
En la parte de sus Historias en que trata el tiempo cristiano, Orosio movió el año 42 del reinado de Augusto que siempre había estado datado en el año 748 de Roma y lo hizo coincidir con el año 752 de Roma
El mismo Orosio se encarga de dejar testimonio de la realidad de la operación y precisar los detalles del movimiento de fechas que lleva a cabo . El citado movimiento dio origen a una contracción de cuatro años en la línea de tiempo. Orosio, Historias Libro VI : 22
“ ... En aquella época,(año 752 de Roma) pues, concretamente en el año en que Cesar consiguió establecer, por disposición de Dios, una paz estable y auténtica , nace Cristo en cuyo nacimiento los ángeles hicieron oír a los hombres su canto de júbilo “ Gloria a Dios en las Alturas y en la tierra paz a los hombres de buena voluntad...”
“ Y también ese mismo año en que el propio Dios se dignó mostrarse y ser como hombre, el mismo Cesar a quien Dios había predestinado para estos tan grandes misterios, ordeno entonces por primera vez que se hiciera un censo de todas y cada una de las provincias y que fueran censadas todas las personas. En esta época, pues, nació Cristo e inmediatamente después de nacer fue inscrito en el censo romano...”
Tal como testimonia Orosio, el año 752 de Roma es, en realidad, el año en que Augusto y el Senado romano cerraron las puertas del templo de Jano Quirino, dios de la guerra que permanecían abiertas cuando el Imperio estaba inmerso en conflictos bélicos. El cierre se producía cuando Roma estaba en completa paz. Le pareció a Orosio que mover el año 42 de Augusto que corresponde realmente al año 748 de Roma (o sea la fecha real del
nacimiento de Jesús según las tradiciones de los tres primeros siglos), al mismo año en que personalmente el emperador certificaba que había una paz completa , crearía el argumento que esta paz debía atribuirse al nacimiento de Jesús.
Este movimiento va a crear un verdadero desastre en las cronologías romana y judía de la época.
De esta manera, el movimiento de Orosio hizo que coincidieran en el año 752 de Roma hechos históricos correspondientes a dos años diferentes
Los dos grupos de datos aparecen concentrados en el año 752 de Roma según el modelo de Orosio.
Fecha real Fecha real
Año 748 de Roma Año 752 de Roma
Nacimiento de Cristo Época de paz
Año 42 de Augusto Cierre de las puertas del Templo de
Censo universal Jano Quirino
Gobierno de Quirino en Siria Regreso desde Britania de Augusto
Año 4 AC de la Era Cristiana Año cero de la Era Cristiana
El planteamiento de Orosio fue asumido en su totalidad por Dionisio el Exiguo en el proceso de crear la Era Cristiana. En este punto cometió un segundo error al señalar este año como el año 1 antes de Cristo y el año 753 el año 1 después de Cristo sin determinar un año cero (Que debió ser designado como año del nacimiento) que separara las dos partes del nuevo cómputo.
Sobre esto es necesario decir que la astronomía ha tenido que adoptar el año 752 de Roma como el año “ cero” , medida que debería también adoptar la Historia para posibilitar la aplicación de cálculos matemáticos a los distintos períodos históricos.
La inclusión de un año “cero” en la línea de tiempo ha provocado que todas
las fechas antes de Cristo se desplacen un año hacia adelante. De esta manera, por ejemplo, la fecha de la muerte de Herodes aceptada por la cronología actual como ocurrida en el año 4AC queda desplazada al año 3 AC, exactamente al año siguiente del nacimiento de Jesús tal como aparece mencionado en el evangelio de Mateo.
Para verificar lo afirmado en la primera tradición debemos considerar y precisar la cronología de Augusto. Para ello usaremos los datos obtenidos en una investigación llevada a cabo en Valencia (1) acerca de la necesidad de una revisión de toda la cronología del tiempo en que nace Jesús y aparece el movimiento cristiano y una reconsideración de las fuentes de la época.
El problema de las fuentes
La adopción de las fechas propuestas por Orosio en la creación de la Era Cristiana tuvo como consecuencia que las nuevas fechas no coincidieran con los datos cronológicos contenidos en l as versiones originales de los autores romanos y judíos considerados de esa época y con aquellas obras de los escritores cristianos de los tres primeros siglos . En vista de ello fue necesario que, en la Edad Media, muchas de estas obras fueran quitadas
de las bibliotecas de los monasterios y no ser vueltas a copiar por lo que desaparecieron prácticamente del fondo cultural de ese tiempo. Las que no fueron hechas desaparecer fueron adulterados para adaptar sus datos a las fechas de la Era de la Encarnación entre las que se encuentran en primer lugar la Crónica de Eusebio de Cesarea, (versión latina de Jerónimo) la Cronographía de Sexto Julio Africano y las versiones latinas de las obras de
Josefo. Los textos mandados destruir solo pudieron ser recuperados desde los vertederos de los monasterios por los humanistas durante el Renacimiento.
En busca de las fechas correctas
Según una de las constataciones a que llega la investigación, en la cronología de Flavio Josefo, la última fecha completa que se encuentra es la que corresponde a la muerte de la reina judía Alejandra que data en el año 3 de la Olimpiada 177 que corresponde al año 69 AC (considerando un año “cero”).
A partir de este punto, los datos en los textos de Josefo se hacen vagos, inexactos y profundamente discrepantes con aquellos que aparecen en los libros mandados destruir. Algo debió suceder a los textos de Josefo para que se produzca este radical cambio en su manera de datar los eventos históricos.
A Alejandra le sucedió su hijo Hircano que fue inmediatamente derrocado por su hermano Aristóbulo que reinó 4 años hasta que, a su vez, fue derrocado por el general romano Pompeyo el Grande en el año que, de acuerdo a los datos anteriores, debió ocurrir en realidad en el año 65 AC.
“Aristóbulo, con la misma mala suerte de antes fue trasladado a Roma, donde lo encarcelaron. Hombre ilustre y de ánimo denodado, fue rey y pontífice por espacio de tres años y seis meses. “ (Josefo, Antigüedades Libro 14, Cap. 6, 1)
Una feliz coincidencia relaciona en este punto la cronología judía con la cronología romana. En efecto, en el mismo año en que Pompeyo toma Jerusalén bajo el consulado de Marco Tulio Cicerón y Marco Antonio, nace Octavio Augusto.
El nacimiento de Augusto, el mismo año en que Pompeyo toma Jerusalén y pone fin al gobierno de Aristóbulo está, de esta manera, a 4 años de la muerte de la reina Alejandra el año 3 de la Olimpiada 177 (año 69 BC). Por tanto, el nacimiento de Augusto debe datarse en el año 3 de la Olimpiada 178, (año 65 AC). En el texto adulterado de las Antigüedades de Flavio Josefo se afirma que este evento ocurre en al Olimpiada 179, sin precisar el correspondiente año. (Esta mención a la Olimpiada 179 es una interpolación)
La cronología de Augusto recuperada en la investigación presenta significativas diferencias con respecto a las fechas actualmente aceptadas. Entre las conclusiones a que llega el trabajo se encuentra que Augusto comienza su reinado a los 19 años, la muerte de Augusto tiene lugar el año 11 DC y los 58 años de los sucesores de Augusto hasta el final de la guerra judía se reparten entre los 23 años de Tiberio, 4 años de Cayo Calígula, 13
años de Claudio, 15 años de Nerón (no 13 años como se afirma en la cronología actualmente aceptada), un año y medio de los dictadores Galba, Otón y Vitelio y dos años del reinado de Vespasiano (segundo año de su reinado en que Tito toma Jerusalén).
Por otra parte se determina la verdadera fecha en que tiene lugar la batalla de Actium y se pueden relacionar en términos correctos los reinados de Augusto y Herodes. Se demuestra también en esta investigación que la guerra judía contra Roma no duró 4 años, como afirma la historia actual, sino 6 años y cuatro meses tal como puede deducirse de lo que se encuentra mencionado en las Historias de Tácito, uno de los libros mandados destruir por lo que no fue adulterado y conservó los datos verdaderos.
Augusto comienza su reinado a los 19 años de edad luego de la muerte de su tío , Julio César. ( el año 46 AC). Augusto reina 57 años hasta su muerte que ocurre a la edad de 76 años. El año 42 de Augusto corresponde, por tanto, al año 748 AUC (Ab urbe condita) o desde la fundación de la ciudad de Roma o sea el año 4 antes de la actual era.
El nacimiento de Jesús en el año 4 AC tiene como consecuencia que su muerte ocurra en el año 29 AD, fecha mencionada de forma directa por el escritor cristiano Lactancio y por el escritor bizantino Georges Cyncellus
" En los últimos años de Tiberio César, como leemos escrito, nuestro Señor Jesucristo fue crucificado por los judíos el día décimo de las calendas de abril ( 23 de marzo), siendo cónsules los dos Géminos*." (Lactancio, De mortibus persecutorum.2),
“La resurrección tuvo lugar en el año 5531 de Abraham (¿de la creación?) y hay 192 años desde la resurrección hasta la Olimpiada 250 (año 221 DC)” (lo que lleva una vez más al año 29 DC). ( G. Cyncellus. Historia del Mundo. Crónica 614)
Según la cronología corregida, la muerte de Jesús ocurre exactamente a 40 años de la destrucción de Jerusalén por Tito, tal como se afirma en la Historia Eclesiástica de Eusebio de Cesarea, autor cristiano del siglo II.
"Con todo, sería justo añadir lo que podría ser significativo del amor a los hombres de la bondadosísima providencia, la cual difirió la destrucción de los culpables durante cuarenta años completos después de su crimen contra Cristo" ( Refiriéndose al relato de Josefo sobre la destrucción de Jerusalén por Tito.) (Eusebio,Historia Eclesiástica III, 7: 8)
Una prueba sorprendente de que la versión latina de la Crónica de Eusebio escrita por San Jerónimo contó en un tiempo con las fechas correctas apareció cuando el trabajo estaba casi terminado. Vino a demostrar además que algunos de los supuestos en que se basó la investigación eran acertados como es el caso de que muchas fuentes fueron adulteradas para adaptarlas a las fechas equivocadas de la Era Cristiana y, por otra parte, que las fechas a las que había llegado La investigación eran las verdaderas.
A finales del siglo XIX fue descubierta una traducción armenia de la Crónica de Eusebio, al parecer hecha directamente a partir de originales griegos. Esta versión presentaba serias discrepancias con la traducción latina de la misma crónica hecha por San Jerónimo que para la investigación, con toda seguridad, había sido adulterada y que, en tiempos de los historiadores cristianos contenía los datos correctos.
En las tablas traducidas por Jerónimo, para la fecha clave de la toma de Jerusalén por Pompeyo (y el nacimiento de Augusto) aparecen dos cánones.
El mas antiguo, aparece en las dos versiones, la latina y la armenia . Sin embargo en el segundo canon datado cuatro años mas tarde solo aparece en la versión latina por lo que debe suponerse que la verdadera datación del acontecimiento es el año 65 BC correspondiente a la primera entrada La Crónica de Eusebio versión latina por Jerónimo Entrada Año 2 Olimpiada 178 (año 1950 de Abraham) 65AC También en la traducción armenia. El año 1950 de Abraham corresponde a la Olimpiada 178, 3 en la cronología de Josefo
Los judíos fueron hechos tributarios de los romanos e Hircano llegó a ser su sumo sacerdote por 34 años. Aristóbulo e Hircano, los hijos de Alejandra, lucharon entre sí por el derecho de ser rey y esto le dio la oportunidad a los romanos de invadir Judea. Y así Pompeyo vino a Jerusalén, captura la ciudad, abrió el templo y llegó hasta el santuario. Él nombró a Hircano como sumo sacerdote y se llevó a Aristóbulo como prisionero. Luego nombró a Antipater, hijo de Herodes de Ascalón como gobernador de Palestina.(St. Jerome. Chronological Tables)
Entrada Año 2 Olimpiada 179 (año 1954 de Abraham) 61AC No en la versión armenia (4 años mas tarde) Esta fecha encaja perfectamente con los supuestos de la Era Cristiana, Pompeyo capturó Jerusalén y redujo a los judíos a una situación de tributarios.
La fecha del segundo canon ( año 61 AC) encaja exactamente en el marco de la Era Cristiana por lo que, sin lugar a dudas, debe corresponder a una de las adulteraciones que fueron hechas en el texto de Jerónimo.
Otra prueba de que la versión latina de la Crónica traducida por San Jerónimo fue adulterada, se encuentra en el hecho que a los adulteradores se les olvido borrar la fecha verdadera en que tuvo lugar la toma de Jerusalén por Pompeyo y que esta fecha no coincide con la cronología de la época actualmente en uso. Por otra parte, la fecha para este evento que aparece en la versión latina es coincidente con la que aparece en la versión armenia y es la misma a la que llega por otros caminos la investigación acerca de la
cronología real de esa época.
Sin embargo, lo mas importante, es que proporciona los elementos necesarios para una demostración definitiva del cumplimiento exacto de la
profecía de Lehí. Los 600 años hasta el nacimiento de Jesús
Una vez que se ha establecido la fecha real del nacimiento de Jesús en el año 4 AC (que coincide con la opinión de algunos líderes importantes de la Iglesia de Jesucristo, como Hyrum Smith, J.Ruben Clark en “The Lord of the Gospels” y Bruce R. McKonkie en “ The mortal Messiah” ) se puede calcular cuantos años transcurrieron desde el tiempo en que Lehí hizo la profecía.
Nabucodonosor captura Jerusalén, según la cronología tradicional, el año 587 AC ( debe ser el año 586 AC debido a la inclusión de un año “cero” en la cronología de la época entre los años AC y DC para adaptarlas a las fechas astronómicas que han creado un año “cero” sincronizado con el año 752 de Roma)
Entre el año 586 AC (considerando el año “cero”) cuando Nabucodonosor destruye Jerusalén y el año 4 AC, la verdadera fecha del nacimiento de Jesús, han transcurrido 582 años solares. Si hacemos la transposición de estos años solares a años lunares aplicando
la fórmula
582 x 365
---------------- = 600 años lunares
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Un año lunar tiene 324 días, 11 días menos que el año solar. De la operación resulta un resto que corresponde a unos pocos días que, en vista que la profecía fue expresada en años, es lógico que exista, además de las variaciones debidas a las correcciones que periódicamente se deben hacer
en los calendarios por la fracción, sobre los 365 día que tiene un año solar.
La cronología que usaba Lehí era un cómputo basado en años lunares. Eran un pueblo nómada que se guiaban solo por las lunaciones. La profecía se expresó en años lunares y corresponde exactamente a 600 años entre su salida de Jerusalén y la destrucción de la ciudad y el nacimiento de Jesús.
(1) El desarrollo completo de la investigación española sobre la cronología de la época de Jesús se encuentra publicado en el libro Ignacius Khranz, El año de la Estrella .
Editorial Libros en Red.
Bibliografía
Tacito, Historias.
Suetonio, Doce césares.
Flavio Josefo, Antigüedades judaicas.
Flavio Josefo, La guerra judía.
Lactancio, De mortibus persecutorum.
Paulo Orosio, Historias contra los Paganos.
Eusebio de Cesarea, Historia Eclesiástica.
Orígenes, Comentario sobre Mateo.
Georges Syncellus Historia del Mundo
