Mormones LDS - SUD, Ropa del Templo




Es fácil reconocer la religión de muchas personas por la ropa que utilizan, muchas de ellas las consideran sagradas y representativas de sus creencias o autoridad espiritual, sin embargo, los Santos de los Últimos Días no usan ningún hábito o vestidura exterior que los distinga, exceptuando claro, a los jóvenes misioneros de camisa blanca y corbata que sí son fácilmente identificables, aunque ésta solo sea una normativa de arreglo personal,

Sin embargo, sí que usamos una ropa especial, que recibimos en el Templo y que denominamos gárment o prenda, del Santo Sacerdocio, que recibimos en el Templo y consideramos sagrada, y que representa los convenios que hacemos con el Señor, pero que llevamos interiormente y no exteriormente, cosa altamente simbólica.

Para aquellos amigos y curiosos que no saben nada de ello y para los miembros que ya la han recibido, pero que quizás no comprendamos bien todo su significado, les adjunto este hermoso artículo publicado en la revista de la Iglesia de este mes de marzo y que explica muy bien todo su significado, simbolismo y realidad.

Además, al final hay dos enlaces con más información al respecto que pueden visualizar.

Espero lo disfruten.






Escudados por los convenios

La autora vive en Hawái, EE. UU.
El poder y la protección que se prometen a aquellos que fielmente llevan puesto el gárment del templo no proviene de la magia; proviene de Dios.
young adult looking over railing at the city
El amor que siento por el gárment del templo que llevo puesto no se puede expresar plenamente con palabras. Aunque el material con el que se fabrica un gárment es ligero y apenas perceptible una vez que me acostumbré a él, lo que el gárment representa, las bendiciones que conlleva, y la siempre presente expresión exterior de mi compromiso interior hacia Dios —y de mi amor por Dios— hacen que llevarlo puesto cada día sea una experiencia bella y espiritual. Es paz. Es fortaleza. Es tranquilidad. Es poder. Es sagrado. Es una bendición en mi vida en la medida en que lo trato.
A veces, las personas consideran el gárment una mera prenda de ropa interior, o simplemente una medida de modestia cuyo propósito es enseñarles lo que pueden y no pueden vestir; una línea arbitraria de lo que es decente e indecente. Y aunque llevar puesto el gárment de manera apropiada ciertamente fomenta la modestia (especialmente según las normas del mundo), el gárment del santo sacerdocio representa mucho más.

Poderosa perspectiva eterna


Recibí mi propia investidura a los diecinueve años, como preparación para mi matrimonio en el templo, y aunque circunstancias desafortunadas pusieron fin a ese matrimonio, yo había sido fiel a mis convenios, y esos convenios que había hecho con el Señor permanecieron conmigo. Me aferré a ellos, y me sostuvieron. No me quedé sola en mis pruebas, y estas me hicieron más fuerte.
He recibido muchas bendiciones por tener siempre una recomendación para el templo, por llevar puesto el gárment de forma adecuada, tal como se indica, y por guardar los convenios que hice en el templo. Aunque sería imposible señalar cada una de las bendiciones de esa obediencia, las más evidentes para mí son la capacidad para mantener una perspectiva celestial y el recordatorio físico constante de que debo tomar decisiones correctas aunque las personas que me rodean no lo hagan, e incluso cuando las decisiones de otras personas me hagan sufrir.
En los últimos once años, muchas cosas han ido mal en mi vida (las peores de las cuales incluyen el divorcio, penosas dificultades económicas, y frustrantes reveses personales y profesionales), pero el llevar puesto el gárment constantemente y asistir al templo con regularidad me ayudó a saber que la vida es más que cualquier prueba que estuviera experimentando en ese momento, sin importar cuán difícil o dolorosa fuera.
Dado que esas dos constantes me ayudaron a permanecer cerca del Espíritu, he sido librada del peligro físico con impresiones interiores que elegí seguir, y también he recibido un fuerte sentido de esperanza y de perspectiva eterna que me ha guiado a través de los momentos de oscuridad en los que sentía que no tenía fuerzas para dar un paso físico o emocional más al avanzar hacia adelante en mi jornada. Esa paz continúa sosteniéndome a medida que surgen nuevos desafíos y pruebas.
Las bendiciones del templo que he experimentado varían desde las bendiciones del día a día que en ocasiones pasamos por alto (como la paz interior y las impresiones) a las impresionantes, perdurables y evidentes (como estar sellados para siempre a nuestra familia). La experiencia de cada persona es única y personal, pero las bendiciones siempre las recibimos en el tiempo perfecto del Señor cuando cumplimos nuestros convenios (véase Doctrina y Convenios 82:10). Y llevar puesto el gárment es una manera importante y personal de mostrarle al Señor que recordamos nuestros convenios.

Protección espiritual constante


El presidente Boyd K. Packer (1924–2015), Presidente del Cuórum de los Doce Apóstoles, explicó una de las bendiciones que podemos esperar cuando llevamos puesto el gárment en la forma debida: “El gárment representa convenios sagrados. Fomenta la modestia y se convierte en un escudo y una protección para la persona que lo lleva puesto”1.
Ese escudo puede protegernos de lo que Nefi llamó los “ardientes dardos del adversario” (1 Nefi 15:24). Si pudiéramos calcular cuántos dardos nos lanza Satanás cada día, me imagino que el número sería astronómico. Vivimos en un mundo que procura activamente destruir lo que creemos. Imágenes y mensajes inapropiados nos rodean por todas partes, junto con la presión para que consumamos sustancias dañinas o quebrantemos la ley de castidad. Más habitual aun es la presión y la tentación para discutir y ser desconsiderados, ya sea en persona o, sobre todo, en línea; para burlarnos o menospreciar a otras personas por expresar sus opiniones o creencias; o para mofarse de una persona por algo tan pequeño como un error gramatical. Esos ataques espirituales, si les hacemos caso, adormecen nuestros sentidos y reducen nuestra capacidad de sentir las advertencias del Espíritu Santo.
La lista de “ardientes dardos” que Satanás nos lanza es, literalmente, interminable y siempre peligrosa. El élder Taniela B. Wakolo, de los Setenta, dijo: “Las muchas distracciones y tentaciones de la vida son como ‘lobos rapaces’”. De modo que, ¿cómo hemos de protegernos? Más adelante, en ese mismo discurso, él añadió: “Les prometo que participar en ordenanzas y honrar los convenios que se relacionan con ellas les dará una luz maravillosa y protección en este mundo cada vez más oscuro”2.
Si los “dardos” que Satanás te lanza cada día fueran literalmente objetos afilados que pudieras ver y sentir, ¿dejarías un escudo en casa? ¿Dejarías de lado el conocimiento de cómo defenderte a ti mismo o de la senda que conduce a un lugar de refugio? ¿Dejarías de hacer o de guardar convenios con Dios cuando Él prometió que esos convenios te ayudarían a salir victorioso?
Meridian Idaho Temple

El poder de los convenios en nuestro progreso


La protección que proporciona el gárment no reside en una especie de magia que proviene del gárment en sí, como algunos creen de manera errónea. Más bien, la protección prometida es la protección que brinda el Señor tanto física como espiritualmente cuando guardamos nuestros convenios y expresamos cada día nuestro fiel compromiso hacia Él.
Los convenios del templo y el gárment no son para personas perfectas. Su propósito es ayudar a escudar y proteger a personas imperfectas que están tratando de hacer todo lo posible por llegar a ser mejores; personas que se arrepienten cuando caen, y siguen adelante; personas como tú y como yo.
Al igual que físicamente participamos de la Santa Cena cada semana para recordar y renovar nuestros convenios bautismales, llevar puesto el gárment cada día sirve como un recordatorio físico de los convenios que hemos hecho en el templo. Esas son cosas que necesitamos en nuestro camino para llegar a ser más como Cristo.
Más allá de la protección divina, el guardar nuestros convenios y llevar puesto el gárment es una manera de mostrarle cada día a Dios lo mucho que lo amamos, y que obedeceremos Sus mandamientos porque lo amamos; y es una manera de recibir las numerosas bendiciones que Dios desea darnos. En verdad Él nos ama más de lo que podemos entender, y desea que estemos a salvo y que tengamos la protección que Él ha prometido.

Bendecidos cada día


Todos luchamos cada día en un campo de batalla espiritual, ya sea que nos demos cuenta o no. Los convenios que hacemos en el templo y guardamos en nuestra vida cotidiana nos ayudarán a ganar la guerra contra el pecado y contra Satanás, pero depende de nosotros prepararnos y luego ser fieles.
Me siento muy feliz por mi decisión de asistir al templo, y por las decisiones subsiguientes que he tomado para guardar mis convenios. Cada día recibo bendiciones por mi elección y por llevar puesto el gárment en la forma debida, según el convenio que hice. Me mantiene a salvo; me recuerda mis convenios, y demuestra a Dios que lo amo más que al mundo, y que haré lo que Él me pida que haga.

7 comentarios:

  1. Es evidente que en los tiempos biblicos el tabernaculo primero en la epoca de Moises y despues en la epoca de los jueces de Israel, despues luego en el comiemzo del reinado de Salomon con la comstruccion del templo de Salomon y finalmente este templo fue destruido por los Babilonios en la fecha seglar que le da la arqueologia seglar 589 A.C, fue reconstruido por Zorobabel que llego hasta el tiempo de Jesus. Este templos legitimos acercaron a Dios por medio de los judios a toda clase de personas.

    ResponderEliminar
  2. Pero que podemos decir ahora e incluso en los tiempos de Jesus...?Es necesario tener templo para adorar a Dios?

    ResponderEliminar
  3. LA CONVERSACION DE JESUS CON LA SAMARITANA EN EL POZO DE JACOB...QUE NOS ENSEÑA?....

    ResponderEliminar
  4. Amigo Oscar, la adoracion a Dios es en cualquier lugar y momento, de hecho, asi debe ser, en cada minuto de nuestra vida, El Templo es diferente, igual que era diferente el Templo de Moisés o el de Salomon de la adoracion sabatica en las sinagogas, y ahora, con la Restauracion de la Iglesia verdadera, de nuevo construimos Templos, con propósitos nuevos y eternos, a semejanza, pero bajo otro convenio, de los Templos del Antiguo Testamento.

    ResponderEliminar
  5. Gracias amigo, Santiago. Le contestare de acuerdo con la Biblia. Si usted ve alguna pega o mala interpretacion digame el porque y expliqueme con la Biblia las razones que usted expone. Pasare ha explicar que enseño Jesus.

    ResponderEliminar

Cualquier comentario es bien recibido si se hace con respeto y educacion. Los comentarios que no cumplan estas sencillas normas seran borrados.