Mormones y política 2


Uno de los temas mas fascinantes y controvertidos en cualquier ocasión es la participación en política, especialmente relacionado con la religión.  

Desde los grupos que se aíslan completamente de todo régimen político hasta los que participan y comulgan con alguno de ellos, vemos un amplio espectro de participación política.

En mi humilde opinión, tanto los que se alejan por completo, como los que se integran, cometen el error de no seguir el Evangelio de Cristo. Los que se aíslan, olvidan que Cristo nunca enseñó la neutralidad política absoluta, solamente separó una cosa de otra y nos dijo que viviéramos de acuerdo a su palabra y no a la voluntad humana. Por otro lado, los que se integran en un movimiento político, le deben sumisión al mismo y dejan de seguir a Cristo para seguir un ideal político humano, que puede ir desde el más elogiable al mas terrible juicio humano.

Ya expresé en otro artículo la postura de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días al respecto, apoyado por textos de la Biblia.

https://mormondefender4biblia.blogspot.com.es/2016/05/mormones-y-politica.html


En esta ocasión solo quiero reiterar que la Iglesia nos enseña a participar en política de forma individual y cívica, pero sin favorecer como Institución a ninguna causa, la Iglesia solo se pronuncia en términos de doctrina moral, sin decantarse por ninguna opción política.

En esta ocasión, les acompaño un precioso artículo sobre el origen de esta forma de pensar, y concretamente, los antecedentes históricos de la sección 134 de Doctrina y Convenios y todo lo que se relacionó con ella, lo que nos da una hermosa perspectiva de nuestras creencias.

Pueden consultarla completa en el siguiente enlace.


https://www.lds.org/scriptures/dc-testament/dc/134?lang=spa

Aquí les dejo con el artículo mencionado, que espero que lo disfruten.








“De gobiernos y leyes”

D. y C. 134

Spencer W. McBride






Lyman Wight se sentía orgulloso del servicio militar que su padre prestó durante la Revolución de los Estados Unidos. Para Wight, la victoria estadounidense en ese conflicto había servido más que para asegurar la independencia de los Estados Unidos; había asegurado el derecho a la vida y a la libertad del pueblo norteamericano. Wight creía que esos valores eran el perdurable legado de la Revolución de los Estados Unidos, y se alistó para luchar en la Guerra de 1812 a fin de protegerlos.
Sin embargo, las experiencias de Wight como miembro de la Iglesia residente en Misuri durante la década de 1830 pusieron duramente a prueba su percepción optimista de esos ideales estadounidenses. Cuando él y más de mil Santos de los Últimos Días se trasladaron al condado de Jackson, Misuri, entre 1831 y 1832, a muchos habitantes del condado les desagradaban las creencias de los mormones, y temían su potencial influencia en los asuntos políticos. Sin embargo, en lugar de honrar los derechos de los miembros de la Iglesia a adorar y votar conforme a los dictados de su propia conciencia, los habitantes del condado de Jackson emplearon una violencia fuera de la legalidad para obligar a los santos a renunciar a su fe o abandonar el condado. Al actuar como patrullas de agresores, esos ciudadanos de Misuri abusaron y maltrataron físicamente de los miembros de la Iglesia que vivían en el condado, destruyeron sus propiedades y finalmente los expulsaron1.
Wight se sentía consternado a causa de los oficiales de los gobiernos estatal y federal que consentían, e incluso alentaban, tales actos contra los miembros de la Iglesia. Varios años después, en una petición al Senado de los Estados Unidos, declaró que su “padre fue un soldado de la Revolución”, y que esas violaciones de los derechos civiles de los miembros de la Iglesia “no [eran] las libertades que él nos [brindó] a mí y a mi posteridad”2. La petición de Wight revelaba la tensión que había entre la lealtad que sentía hacia su país, su desprecio a los actos de muchos de los hombres elegidos para gobernar el país y su devoción a la fe que él creía sobrepujaría todos los gobiernos de la tierra.

Enmienda

Al igual que Lyman Wight, los líderes de la Iglesia tenían una relación complicada tanto con el gobierno local como con el nacional. Cuando los miembros de la Iglesia del condado de Jackson fueron echados de sus casas en noviembre de 1833, los líderes de la Iglesia consideraron que los gobiernos de Misuri y de los Estados Unidos no habían protegido los derechos civiles de los santos de Misuri, y se sintieron compelidos a protestar por las acciones (o la inacción) de los oficiales elegidos que habían llevado a la expulsión de los santos. Al mismo tiempo comenzaron a hacer alegaciones legales y políticas a esos mismos gobiernos para que se les restaurasen sus propiedades y sus derechos civiles en el condado de Jackson.
Varios ciudadanos prominentes sentían compasión por los apuros que pasaban los santos, pero muchos desconfiaban de sus intenciones. El compromiso de la Iglesia hacia la autoridad de la revelación, y el rápido recogimiento de los miembros de la Iglesia en Ohio y Misuri, hicieron que a algunos estadounidenses les preocupara que el objetivo de la Iglesia fuera establecer su propia sociedad que ignorase las leyes y la autoridad de los Estados Unidos. ¿Cómo podrían los líderes de la Iglesia denunciar los malos tratos a los que les sometía el gobierno y expresar al mismo tiempo su apoyo al gobierno e incluso solicitar la ayuda del mismo?

La declaración


El 17 de agosto de 1835, en medio de los esfuerzos de los santos por pedir ayuda al gobierno, Oliver Cowdery y Sidney Rigdon presentaron un documento titulado “Declaration of Government and Law” [Declaración acerca del Gobierno y la Ley] a los miembros de la Iglesia en Kirtland, Ohio. La declaración —actualmente Doctrina y Convenios 134— trataba de abordar todas las preocupaciones de los santos3. Al afirmar que “Dios instituyó los gobiernos para el beneficio del hombre” y que, como oficiales del gobierno, Dios haría a las personas “responsables de sus hechos”4, la declaración describía los gobiernos civiles como instituciones seculares cuyas acciones tenían consecuencias espirituales. Al explicar que todo oficial del gobierno “debe ser respetado en su posición” y “debe respeto y deferencia a las leyes”5, la declaración hacía hincapié en la enseñanza de la Iglesia de que sus miembros debían ser ciudadanos que sostuvieran la ley y contribuyeran a la “paz y la armonía”6 en las sociedades en las que residían. Insistía en que el gobierno debía garantizar el derecho de los ciudadanos a adorar conforme a los dictados de su propia conciencia, y que estaba justificado que los grupos religiosos que experimentaran abusos por causa de sus prácticas religiosas hicieran al gobierno una solicitud de enmienda. Refiriéndose indirectamente a las recientes experiencias de los santos en el condado de Jackson, la declaración insistía en el derecho de los ciudadanos a defenderse a sí mismos frente a la persecución religiosa si el gobierno no respondía a sus recursos de amparo.




D. y C. 134 en JosephSmithPapers.org

Los miembros de la Iglesia aceptaron la declaración y la incluyeron en la primera edición de Doctrina y Convenios. A diferencia de otras secciones de este libro en las que Dios reveló Su voluntad a los santos, en esta sección los santos explicaban su punto de vista y sus creencias al público en general. Lo más probable es que fuera escrita por Oliver Cowdery, quien había escrito editoriales en periódicos recientes sobre muchos de los temas que se abordaban en ella7. Aunque José Smith se encontraba en el Territorio de Michigan cuando se presentó la declaración a la Iglesia, él la aceptó y más tarde hizo referencia a ella en sus discursos y escritos8.

Cómo se usó la declaración

Sobre todo después de 1838, cuando los santos fueron expulsados de Misuri por la orden ejecutiva emitida por el gobernador, José y otros líderes de la Iglesia invocaron los principios de la declaración al tiempo que luchaban por los derechos civiles de los miembros de la Iglesia. Por ejemplo, en 1840, mientras José se hallaba en los Estados Unidos del Este solicitando una enmienda al gobierno federal tras la confiscación de las propiedades de los miembros de la Iglesia en Misuri, escribió una carta al editor de un periódico en Pensilvania en la que respondía a las declaraciones que habían hecho algunos detractores de la Iglesia en aquella región. No obstante, para redactar la carta José simplemente copió el texto de la declaración sobre los gobiernos, poniendo “Yo creo” en todas las frases en las que la declaración contenía la forma “Creemos”9.
Unos meses después, José, Sidney Rigdon y Elias Higbee lograron una audiencia ante una comisión de senadores de los Estados Unidos para tratar el tema de las persecuciones en Misuri. En esa audiencia, el congresista de Misuri, John Jameson, trató de justificar la violencia del pasado contra los miembros de la Iglesia afirmando que José había dado a sus seguidores libertad para ignorar las leyes del país. Elias Higbee negó rotundamente esta afirmación, argumentando que la Iglesia “no sostenía dicha doctrina ni creía tal cosa” y remitió al comité a la “Declaration of Government and Law” [Declaración acerca del Gobierno y la Ley] de 1835, en Doctrina y Convenios, como prueba de que ellos “habían publicado mucho tiempo atrás [su] postura en cuanto a ese asunto”10. En 1840, esta comisión de senadores declinó otorgar a la Iglesia una enmienda por las persecuciones, pero los líderes de la Iglesia se sujetaron a los valores que se describen en la declaración.
Dos años más tarde, cuando los líderes de la Iglesia escribieron su hoy en día conocida “Carta de Wentworth” como una breve descripción de la historia de la Iglesia y sus creencias, los principios descritos en la declaración sobre los gobiernos parecieron inspirar el contenido de dos de sus enunciados. Esos enunciados, actualmente conocidos respectivamente como el undécimo y duodécimo artículo de fe, confirman la postura de la Iglesia en cuanto a la libertad de todos los hombres y mujeres de adorar a Dios conforme a los dictados de su propia conciencia, y sus enseñanzas de que los miembros de la Iglesia están sujetos a los oficiales del gobierno y deben obedecer las leyes del país en el que residen11.

Dar a César

En la década de 1830, los líderes de la Iglesia tuvieron que hacer frente a un complicado panorama político, pero su situación apenas tenía precedentes. Los grupos religiosos que procuran establecer el Reino de Dios sobre la tierra siempre han tenido que tratar cuidadosamente con las “potestades [seculares] existentes”12. Jesucristo hizo frente a desafíos similares durante Su ministerio terrenal. Cuando fue acusado de tratar de usurpar el poder político de los oficiales judíos y romanos, Él declaró que Su “reino no es de este mundo”13 y dio instrucciones a Sus discípulos de que “[dieran], pues, a César lo que es de César, y a Dios lo que es de Dios”14. En este sentido, la “Declaration of Government and Law” [Declaración acerca del Gobierno y la Ley] de 1835 se hacía eco del modo en que Jesús trató de edificar Su Iglesia dentro de los límites que establecían las naciones soberanas.
“Me ofrecí como voluntario para defender a mi país en la última guerra [la Guerra de 1812]”, escribió Lyman Wight en una solicitud de 1839 al Senado de los Estados Unidos, “y sin embargo [no puedo vivir] en el estado de Misuri sin renunciar a mi religión”. De este modo, el autodeclarado patriota lamentaba no “[sentirse] orgulloso de vivir siendo esclavo bajo un gobierno que se denomina libre”15. La solicitud de Wight encarnaba uno de los principios fundamentales de la “Declaration of Government and Law” [Declaración acerca del Gobierno y la Ley], de que los miembros de la Iglesia deben lealtad a sus respectivos países, pero simultáneamente deben trabajar para edificar gobiernos que aseguren la libertad y los derechos de todos los ciudadanos.




Notas al pie de página
[1] Véase John Whitmer, “Letter from John Whitmer, 29 July 1833”, en Joseph Smith Letterbook 2, págs. 52–56, josephsmithpapers.org.
[2] Lyman Wight, Petition to the United States Senate, 1839, pág. 3, Biblioteca de Historia de la Iglesia, Salt Lake City.
[3] “Declaration of Government and Law, 17 August 1835 [D. y C. 134]”, en Doctrina y Convenios, edición de 1835, págs 252–254, josephsmithpapers.org.
[7] Oliver Cowdery, “Prospects of the Church”, Evening and Morning Star, tomo I, núm. 10 (marzo de 1833), págs. 151–153; Oliver Cowdery, “To the Patrons of the Evening and the Morning Star”, Evening and Morning Star, tomo II, núm. 15, diciembre de 1833, págs. 125–126.
[8] “Doctrine and Covenants, 1835”, introducción histórica, josephsmithpapers.org.
[9] José Smith, “Letter to Editor, 22 de enero de 1840”, josephsmithpapers.org.
[10] Elias Higbee, “Letter from Elias Higbee, 21 de febrero de 1840”, en Joseph Smith Letterbook 2, pág. 100, josephsmithpapers.org.
[11] José Smith, “Church History”, Times and Seasons, tomo III, núm. 9 (1 de marzo de 1842), pág. 710; josephsmithpapers.org.
[15] Lyman Wight, Petition to the United States Senate, pág. 4.


Mormones y preexistencia

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Uno de los temas más hermosos del Evangelio es la naturaleza y destino eterno del género humano, y gracias a la Restauración podemos recuperar la verdadera esencia del Plan de Salvación.

Uno de éstos principios es la eternidad del hombre, es decir, somos seres eternos, por lo tanto, tenemos un origen preterrenal, o lo que se conoce también como existencia preterrenal o preexistencia.

En la Biblia se puede encontrar este principio, pero de forma indirecta, ya que solo se menciona explícitamente la preexistencia de Cristo, pero se puede entender que nosotros, como hermanos suyos, también hemos existido antes de nacer en este mundo, tal como demostré en uno de mis primeros artículos, usando únicamente la Biblia, dejando claro este principio.


https://mormondefender4biblia.blogspot.com.es/2013/12/la-preexistencia-del-ser-humano.html


Pero ahora quiero añadir el conocimiento revelado en estos últimos días sobre estos principios eternos y maravillosos, que se pueden encontrar en este preciosos artículo que les acompaño y que se basa en la revelación recogida en la sección 93 de Doctrina y Convenios, cuyo texto completo pueden leer en el enlace siguiente.

https://www.lds.org/scriptures/dc-testament/dc/93?lang=spa 

Espero que disfruten de este hermoso conocimiento, tan claramente explicado en el siguiente artículo, publicado como anexo a las clases de la Escuela Dominical.



“También el hombre fue en el principio con Dios”

D. y C. 93

Matthew McBride
La tienda de Newel K. Whitney en Kirtland, Ohio. Uno de los cuartos del piso superior de la tienda se utilizaba como el lugar de reunión de la Escuela de los Profetas.




Desde finales de enero hasta abril de 1833, José Smith y otros quince o veinte hombres asistieron a la Escuela de los Profetas en la tienda de Newel K. Whitney en Kirtland, Ohio. En sus reuniones cantaban, oraban, estudiaban diversas materias tanto pertenecientes al mundo como sagradas, y ejercían los dones espirituales. Durante una de aquellas sesiones, que tuvo lugar el 27 de febrero —el mismo día en que se reveló la Palabra de Sabiduría—, David W. Patten fue inspirado por el Espíritu Santo a cantar un himno en una lengua desconocida. Uno de los presentes, tal vez Sidney Rigdon, interpretó para los demás del himno de Patten: hablaba sobre la visión de Enoc tal como se encuentra en la revisión de José Smith del libro de Génesis. (1).

Probablemente la mayoría de los hombres de la Escuela conocía la visión de Enoc. Redactada unos dos años antes y publicada en el “Evening and Morning Star” (uno de los primeros periódicos de la Iglesia) en agosto de 1832, la visión ofrecía una grandiosa perspectiva de la historia de la humanidad; en las palabras del himno de Patten que se había interpretado, se le mostró a Enoc “lo que había pasado y entonces era, el presente y lo que habría de venir” (2). La visión daba también a los miembros de la Iglesia uno de los primeros destellos de la idea de una existencia preterrenal, (3). “Yo hice el mundo y a los hombres antes que existiesen en la carne”, dijo el Señor al profeta de antaño (Moisés 6:51). La interpretación del himno que se dio en el aula se hacía eco del texto revelado: “Él vio los días en que Adán, su padre, fue creado, y vio que existía en la eternidad antes de que se pusiera una partícula de polvo en la balanza” (4).

Las revisiones que hizo José Smith de la Biblia, incluso la visión de Enoc, contenían profundas ideas sobre la vida preterrenal y la relación de la humanidad con lo divino; pero solo se hacía alusión a ellas, no se explicaban en detalle. En el himno que se interpretó podemos percibir la emoción que esos primeros miembros de la Iglesia sintieron al contemplar lo que aquellos indicios podían significar; pero solo podemos imaginar las preguntas que esos indicios pueden haber sembrado en la mente de José Smith y sus compañeros de la Escuela.





D. y C. 93 en josephsmithpapers.org
D. y C. 93 en JosephSmithPapers.org



El 6 de mayo, solo unas semanas después del aplazamiento de la Escuela con motivo de la temporada estival, José Smith recibió una revelación en la que ofrecía más detalles acerca de la existencia preterrenal. La revelación, que actualmente se encuentra en Doctrina y Convenios 93, se alejaba de las tradicionales ideas cristianas sobre la naturaleza del género humano, abriendo una nueva perspectiva asombrosa sobre nuestro pasado preterrenal, nuestro potencial futuro y nuestra relación con Dios.


Desde el siglo quinto, la ortodoxia cristiana había abierto una brecha prácticamente infranqueable entre el Creador y Sus creaciones (5). Los cristianos llegaron a creer que el género humano había sido creado de la nada. Dios no era el artesano que remodeló la materia existente, sino que era completamente ajeno y se hallaba lejos de Su creación, misterioso e inescrutable. La descripción paternofilial que hace la Biblia de la relación que Dios tiene con nosotros se entendía en gran medida como una metáfora, en lugar de un parentesco literal. A juicio de los pensadores cristianos, sugerir otra cosa degradaba a Dios de manera blasfema o elevaba peligrosamente al género humano.

La revelación del 6 de mayo era nueva y denodada, pero también antigua y familiar. Como tantas de las revelaciones de José Smith, esta recuperaba verdades perdidas que los personajes bíblicos, en este caso el apóstol Juan, parecían conocer. Declaraba que, al igual que Cristo “fue en el principio con el Padre”, también “el hombre fue en el principio con Dios”, y desestimaba la arraigada creencia en una creación a partir de la nada: “La inteligencia, o sea, la luz de verdad, no fue creada ni hecha, ni tampoco lo puede ser” (6).

La revelación proporcionaba verdad adicional acerca de Dios y la naturaleza humana, y se hacía eco tanto del texto del Libro de Mormón como del himno de David Patten, al definir la verdad como “el conocimiento de las cosas como son, como eran y como han de ser”. Este entendimiento en cuanto al pasado, el presente y el futuro se dio “para que comprendáis y sepáis cómo adorar, y sepáis qué adoráis”7. La revelación trataba particularmente del pasado de Dios y del futuro potencialmente glorioso de la humanidad. Se le dijo a José que Jesucristo había progresado hasta llegar a ser como Su Padre y “no recibió de la plenitud al principio”, sino que “continuó de gracia en gracia” hasta que recibió la plenitud de Su Padre. Del mismo modo, el género humano tiene potencial divino. El hombre y la mujer que guardan los mandamientos de Dios “[reciben] gracia sobre gracia” hasta que también ellos [recibirán] de su plenitud y [serán] glorificados en mí como yo lo soy en el Padre” (8). Estos destellos de conocimiento de “las cosas como [realmente] son” recuperaban el antiguo entendimiento de la relación que existe entre Dios y Sus hijos, y reducía el enorme abismo entre Creador y creación que los mormones habían heredado de la tradición cristiana.

José Smith pasó el resto de su vida meditando en las implicaciones de estas enseñanzas asombrosamente reveladoras. Años después, en Nauvoo, dio a estas verdades su más completa expresión en el último sermón que pronunció en una conferencia. Haciéndose eco de las palabras de la revelación, enseñó que el hombre y la mujer son coeternos con Dios y pueden llegar a ser como Él al “avanzar… de una capacidad pequeña a una mayor”, hasta que finalmente moren “en fulgor eterno”. Hablando con la seguridad de la revelación, él enseñó: “El alma, la mente del hombre, ¿de dónde vino? Los instruidos dicen que Dios la creó en el principio; pero no es así. Lo sé. Dios me lo ha revelado” (9).

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Notas al pie de página


[1] Una octavilla publicada después de la muerte de Patten identifica a este como el cantante y a Rigdon como el intérprete. “Mysteries of God, as revealed to Enoch, on the Mount Mehujah”, después de 1838, Biblioteca de Historia de la Iglesia, Salt Lake City. El himno también se le ha atribuido a Frederick G. Williams (véase Frederick G. Williams, “Singing the Word of God: Five Hymns by President Frederick G. Williams”, BYU Studies, tomo XLVIII, nro. 1, 2009, pág. 6488).

[2] Robin Scott Jensen, Robert J. Woodford y Steven C. Harper, editores, Revelations and Translations, Volume 1: Manuscript Revelation Books. Tomo I de la serie Revelations and Translations de The Joseph Smith Papers, editado por Dean C. Jessee, Ronald K. Esplin y Richard Lyman Bushman (Salt Lake City: Editorial del Historiador de la Iglesia, 2011), págs. 525–527; josephsmithpapers.org.

[3] Alma 13:3–4, en el Libro de Mormón, se ha interpretado como una referencia a la vida preterrenal. No obstante, no hay evidencias de que José Smith o sus coetáneos consideraran Alma 13 de este modo (véase Terryl L. Givens, When Souls Had Wings: Premortal Existence in Western Thought, New York: Oxford University Press, 2010, pág. 360, nota 21).

[4]Revelation Book 2”, pág. 48, josephsmithpapers.org. El himno que se interpretó fue enviado por correo a Independence, Misuri, donde W. W. Phelps lo publicó en el periódico de la Iglesia. En algún momento antes de que fuera impreso, se adaptó el texto en una canción con metro y rima. Se imprimió el siguiente pasaje: “Con Dios, [Enoch] vio nacer su raza, / y de Él emanó el hombre, / y con Él moró en gloria / antes de que tierra o infierno existieran” (“Songs of Zion”, Evening and Morning Star, tomo I, nro. 12, mayo de 1833, pág. 192).

[5] El Concilio de Calcedonia, en el año 451 d. de C., condenaba la doctrina de la existencia preterrenal y definía la naturaleza de Cristo como de Dios y hombre, siendo ambas naturalezas indivisibles e inalterables (véase la introducción histórica de “Revelation, 6 May 1833 [D&C 93]”, josephsmithpapers.org).

[6]Revelation, 6 May 1833 [D&C 93]”, pág. 3, josephsmithpapers.org; véase también Doctrina y Convenios 93:21, 29.

[7]Revelation, 6 May 1833 [D&C 93]”, pág. 3, josephsmithpapers.org; véase también Doctrina y Convenios 93:19, 24.

[8]Revelation, 6 May 1833 [D&C 93]”, págs. 2–3, josephsmithpapers.org; véase también Doctrina y Convenios 93:12–13, 20.

[9]Discourse, 7 April 1844, as Reported by Wilford Woodruff”, págs. 135, 137, josephsmithpapers.org; puntuación actualizada.


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MORMONES Y SECTAS. 1




Después de casi cuatro años y mas de doscientos artículos publicados, observo que el tema más demandado es el asunto relativo a las sectas.

Por ello, me propongo realizar una serie de artículos al respecto, volviendo a demostrar de manera incontestable, que la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días no es una secta en absoluto, ni tiene ninguna de las características de las sectas denominadas peligrosas.

Ya hace tres años toqué el tema y analicé el significado de la palabra secta, llegando a la conclusión de que solamente nos podía calificar como secta, usándola en forma peyorativa, es decir, usándola como un insulto para tratar de desacreditar la obra de la Iglesia y de sus miembros, lo que supone una declaración subjetiva e interesada.  Finalmente añadía en ese artículo una declaración de Pilar Salarrullana, la mayor experta de la historia española en sectas, que jamás nos consideró como tal.

http://mormondefender4biblia.blogspot.com.es/2014/11/son-los-mormones-una-secta.html

Hace dos años, publiqué otro artículo en que demostraba, por la aceptación institucional y religiosa de otros grupos mayoritarios, que la Iglesia es tratada como tal, y no como grupo sectario, y que es respetada por Gobiernos y Religiones, como otra cualquiera, sin la calificación peyorativa de secta, llegando a cerrar el Simposio sobre la Familia en el Vaticano, con el último discurso por el Apóstol Eyring, miembro de la Primera Presidencia.

https://mormondefender4biblia.blogspot.com.es/2015/04/mormones-y-sectas-peligrosas.html

Con relación a todo ello, reitero mi deseo de comparar las enseñanzas de la Iglesia con las características de la sectas destructivas, para poder  comprobar OBJETIVAMENTE, no subjetivamente, si podemos reunir alguna de las condiciones sectarias.

Como hay muchas y amplias publicaciones al respecto, voy a tomar, en principio, las características citadas en la Wikipedia, y analizar una por una las cinco que allí se mencionan. Si surgiera algún tema adicional o algún lector quisiera comentar alguna otra condición, gustoso ampliaré el número de artículos.

Veamos como la Wikipedia define las características de ellas.



Características[editar]
La principal característica de las sectas destructivas es su habilidad para implantar, utilizando el control mental, una personalidad gregaria en sus adeptos, provocando en la persona el llamado Síndrome disociativo atípico.[37]​ Además suelen poseer también:
  • Organización autoritaria y piramidal: no existe la democracia en ninguno de los escalones ni se permite la crítica y se inculca el destierro del pensamiento crítico.
  • Existencia de un líder, o grupo de líderes, cuya decisión es la única que cuenta. El líder controla todos los movimientos de los miembros, así como su dinero y no se somete a las mismas reglas que los seguidores. Pero el líder y los adeptos se creen el mensaje o terminan creyéndolo; mencionar que los dirigentes de segundo nivel no suelen compartir la creencia y sí el afán de lucro y poder.
  • Aislamiento de los adeptos del mundo en general y de las relaciones familiares en particular.
  • Se controla toda la información que les llega.
  • Se instala un discurso demonizador del "mundo", a la vez que se insta a los adeptos a depositar una confianza ilimitada en la secta; especialmente en los dirigentes del segundo nivel.
https://es.wikipedia.org/wiki/Secta






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Tomando pues, la primera declaración, hablaremos en esta entrada sobre el autoritarismo y la libertad de pensamiento.

Y voy a plantearlo de forma breve, porque hay muchísimos textos que podría citar, pero voy a hacer un resumen, como ilustración básica de que en la Iglesia se enseña todo lo contrario de esta característica de control mental ejercido por la sectas peligrosas.

Por supuesto que algún crítico estará pensando en este momento que pongo solo aquello que me interesa, lo cual entiendo, pero quiero desde aquí invitar a que cualquiera pueda poner otro texto, cita o escritura que vaya a favor del control mental, yo no lo conozco y creo tener algo de experiencia en el tema después de cuarenta y un años como miembro, pero reitero mi invitación a comentarios al respecto.

Sólo quiero advertir que no es lo mismo autoridad que autoritarismo, toda Iglesia, Sociedad o grupo, puede y debe ejercer una autoridad sobre sus miembros, la Biblia está llena de ejemplos y las leyes de todos los países democráticos, así es que espero no se deriven por ahí los comentarios, sino por el autoritarismo, si pueden hallarlo, claro.
Invito a discrepar.


Quiero basar mis pruebas en tres campos... Normas, Doctrina y Enseñanzas.

Las normas son la forma de hacer las cosas, que pueden variar y adaptarse a los tiempos y necesidades, pero, lógicamente, sin caer en autoritarismo.

La doctrina son los prinpicios de enseñanza en las Escrituras, y en este caso, no usaré la Biblia que es común a todos los cristianos, sino el resto de libros, considerados sagrados para nosotros.

En cuanto a enseñanzas, mencionaré las citas de algunos profetas de la Iglesia



NORMAS.-

Cito como ejemplo, algunos comentarios que aparecen en los cursos de enseñanza de la Iglesia, aunque tenemos cursos homologados para toda la Iglesia, siempre se recomienda que cada maestro ore a Dios y busque la guía del Espíritu Santo para preparar y compartir su lección, de modo que la Iglesia confía en sus miles de maestros para dar las mismas clases de forma tan diferente, que cada alumno, esté en Rusia o en Méjico, en Alemania o Argentina, pueda recibir de sus maestros, las clases inspiradas que necesiten en cada momento.




Veamos la clase de adultos de Doctrina del Evangelio, lo que sugiere.....

Escuela dominical

Sugerencias para el desarrollo de la lección

Actividad para despertar el interés

Si lo considera apropiado, utilice la actividad que se encuentra a continuación u otra de su preferencia para comenzar la lección.


O el curso de jóvenes de la Escuela Dominical......

Curso jóvenes Escuela Dominical Ven sígueme

Comience la experiencia de aprendizaje

Elija alguna de las siguientes ideas, o utilice las suyas, para repasar la lección de la semana anterior y presentar la de esta semana:


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DOCTRINA, 

Son enseñanzas de los Libros Canónicos, y por lo tanto, Palabra de Dios y principios que aprendemos, tanto en estudio personal, como en las clases y discursos en la Iglesia y que procuramos poner en práctica en nuestra vida.

Veamos lo que enseña el Libro de Mormón sobre la libertad de elección, como principio eterno, y el elogio de actuar y ser proactivos, en contra de recibir y ser pasivos, muy, pero que muy clarito.




2 Nefi 2

26 Y el Mesías vendrá en la plenitud de los tiempos, a fin de redimir a los hijos de los hombres de la caída. Y porque son redimidos de la caída, han llegado a quedar libres para siempre, discerniendo el bien del mal, para actuar por sí mismos, y no para que se actúe sobre ellos, a menos que sea por el castigo de la ley en el grande y último día, según los mandamientos que Dios ha dado.



Y esta cita de las revelaciones que recibió el profeta José, es una de las más claras y contundentes sobre la libertad, el ejercicio del libre albedrío y la importancia de hacer las cosas por uno mismo, porque Dios, como Padre amoroso, desea que sus hijos aprendan y actúen por sí mismos, para progresar y mejorar cada día, desarrollando los dones celestiales que cada uno poseemos.


D. y C. 58

26 Porque he aquí, no conviene que yo mande en todas las cosas; porque el que es compelido en todo es un siervo perezoso y no sabio; por tanto, no recibe galardón alguno.
27 De cierto digo que los hombres deben estar anhelosamente consagrados a una causa buena, y hacer muchas cosas de su propia voluntad y efectuar mucha justicia;
28 porque el poder está en ellos, y en esto vienen a ser sus propios agentes. Y en tanto que los hombres hagan lo bueno, de ninguna manera perderán su recompensa.
29 Mas el que no hace nada hasta que se le mande, y recibe un mandamiento con corazón dudoso, y lo cumple desidiosamente, ya es condenado.



ENSEÑANZAS,

Palabras, discursos, clases o citas de profetas y maestros en la Iglesia, que sin ser Escrituras, van de acuerdo con ellas y nos edifican y fortalecen en el conocimiento del Plan de Dios para sus hijos.

Veamos algunas palabras del primer profeta de la Iglesia, José Smith,


Poderosas palabras sobre la libertad de pensamiento, no como un derecho solamente, sino como un  privilegio como hijos de Dios.



“Consideramos que el concepto de que todos los hombres son creados iguales y que todos tienen el privilegio de pensar por sí mismos cualquier asunto relativo a la conciencia es un principio justo, uno cuya potencia toda persona debe examinar debidamente. En consecuencia, no estamos dispuestos, ni lo estaríamos si tuviéramos el poder, a privar a nadie de ejercer esa independencia de la mente que el cielo tan gentilmente ha concedido a la familia humana como uno de sus dones más selectos” 12 .




Asimismo con el ejercicio del libre albedrío, como un don celestial.


“Toda persona tiene derecho a su albedrío, porque Dios así lo ha ordenado. Él ha constituido en agentes morales a todos los seres humanos y les ha dado el poder de escoger entre el bien o el mal, de procurar lo bueno siguiendo el sendero de la rectitud en esta vida, lo que trae paz de conciencia y gozo en el Espíritu Santo aquí, y una plenitud de gozo y felicidad a Su derecha en el más allá; o de seguir un curso malo, pecando y rebelándose contra Dios, y trayendo así sobre su alma la condenación en este mundo y una pérdida eterna en el mundo por venir. Puesto que el Dios del cielo ha dejado que estas posibilidades sean optativas para todo ser humano, no deseamos privarlos de ese derecho; sólo queremos tener el papel de atalayas fieles, de acuerdo con la palabra del Señor al profeta Ezequiel (Ezequiel, capítulo 33, versículos 2–5), y dejar que los demás hagan lo que les parezca bien” 17 .

Y por supuesto, de la libertad de conciencia y de religión.


“No hay que altercar con ningún hombre a causa de su religión; y todos los gobiernos deberían permitir que toda persona practicara su religión sin ser molestada. Ningún hombre está autorizado para quitarle la vida a otro por motivo de diferencias en cuanto a la religión, la cual todas las leyes y todos los gobiernos deberían tolerar y proteger, ya fuere verdadera o falsa” 19 .
“Cultivaremos la paz y la amistad con todos, nos ocuparemos de nuestros propios asuntos y tendremos éxito y seremos respetados, porque al respetar a los demás, nos respetamos a nosotros mismos” 20 .

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Y más próximo en el tiempo, a mediados del siglo XX, el profeta David O. Mckay también enseñó al respecto, reitero, no solo como un derecho, sino como una herramienta en nuestro progreso eterno.


Lo que hagan de ustedes mismos depende de su propia persona. Están en este mundo para elegir lo bueno o lo malo, para aceptar lo bueno o ceder a la tentación, y de esa decisión dependerá el desarrollo de su ser espiritual. Eso es fundamental en el Evangelio de Jesucristo1.


***



Aunque el Señor ha creado el universo y todo lo que en él hay, “el hombre es la joya de Dios”. Ésta es sólo una manera de decir que la tierra fue creada para el hombre y no el hombre para la tierra. Dios dio al ser humano parte de Su divinidad; le dio la potestad de escoger y no hay otra criatura en el mundo que la tenga. Y así puso sobre los hombros del individuo la obligación de conducirse como un ser eterno. No es posible pensar en un don más grandioso para el hombre o la mujer que la libertad de escoger. Ustedes son los únicos responsables y, al poseer y ejercer esa libre elección, su carácter progresa, mejora su inteligencia, se acercan a la divinidad y finalmente podrán alcanzar la exaltación. Ésa es una gran obligación y pocas personas la aprecian. Los caminos están claramente demarcados: uno ofrece una existencia animal; el otro una vida abundante. Y, sin embargo, el hombre, la creación más grande de Dios, muchas veces se contenta con degradarse en el plano animal6.




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Mormones y abuso espiritual



Como ya he comentado en otros artículos, la Iglesia tiene un clero laico, para mí es maravilloso que sea así, porque nos da valor a cada uno, nos hace crecer y nos evita la 'profesionalización', creo que ese es el método perfecto para dirigir la Iglesia.

De la misma manera, en cualquier otra relación familiar o social, tenemos que vivir junto con otros y tenemos que ejercer autoridad o someternos a ella, lo que puede producir, en todos los casos citados, la parte negativa de este tema, que es el abuso espiritual.

En la familia podemos cometer muchos errores en este campo, ya que el deseo de hacer lo bueno nos puede llevar a usar métodos que son radicalmente contrarios, lo que produce que, queriendo hacer lo bueno, hagamos lo malo, y peor aún, que no nos demos cuenta de ello y por lo tanto, no podamos remediarlo.

Ya lo indicó el profeta José Smith, tal como está registra en Doctrina y Convenios.


Doctrina y Convenios 121


39 Hemos aprendido, por tristes experiencias, que la naturaleza y disposición de casi todos los hombres, en cuanto reciben un poco de autoridad, como ellos suponen, es comenzar inmediatamente a ejercer injusto dominio.


40 Por tanto, muchos son llamados, pero pocos son escogidos.
41 Ningún poder o influencia se puede ni se debe mantener en virtud del sacerdocio, sino por persuasión, por longanimidad, benignidad, mansedumbre y por amor sincero;
42 por bondad y por conocimiento puro, lo cual engrandecerá en gran manera el alma sin hipocresía y sin malicia;
43 reprendiendo en el momento oportuno con severidad, cuando lo induzca el Espíritu Santo; y entonces demostrando mayor amor hacia el que has reprendido, no sea que te considere su enemigo;
44 para que sepa que tu fidelidad es más fuerte que los lazos de la muerte.
45 Deja también que tus entrañas se llenen de caridad para con todos los hombres, y para con los de la familia de la fe, y deja que la virtud engalane tus pensamientos incesantemente; entonces tu confianza se fortalecerá en la presencia de Dios; y la doctrina del sacerdocio destilará sobre tu alma como rocío del cielo.
46 El Espíritu Santo será tu compañero constante, y tu cetro, un cetro inmutable de justicia y de verdad; y tu dominio será un dominio eterno, y sin ser compelido fluirá hacia ti para siempre jamás.


Todo esto son claves espirituales para el trato con nuestros semejantes, especialmente en la familia y en la Iglesia, que debemos considerar cuidadosamente para no caer en el abuso espiritual, que es algo serio y muy perjudicial.

Es por todo ello, que deseo compartir este magnífico y maravilloso artículo, que combina perfectamente la espiritualidad con la sicología, y nos puede enseñar muchas cosas que pueden evitarnos mucho dolor en nuestros hogares y en nuestras congregaciones.

Espero lo disfruten.





Abuso Espiritual: Cómo reconocer y detener una de las formas más comunes de abuso dentro de la Iglesia



¿Qué es el abuso espiritual y cuáles son algunas de las maneras sutiles en que podría estar entrando en la forma en que nos tratamos a nosotros mismos ya los demás?

El abuso físico rara vez es difícil de definir o reconocer. Cuando el abuso espiritual está presente, por otro lado, puede ser extremadamente difícil de averiguar lo que realmente está sucediendo, incluso cuando el dolor  es extremo. Así que vamos a definir el abuso espiritual, brillar una luz clara en él y sacarlo de la clandestinidad. Hace años, un reverenciado consejero (ahora retirado), Ed McCormack me ayudó a llegar a esta definición: Siempre que un verdadero principio se enseña sin el Espíritu, implementado con coerción, o utilizado para disminuir a otra persona y hacerles sentir que no son suficientemente buenos, eso es abuso espiritual.
He aquí un ejemplo. Una esposa que necesita seriamente reconocimiento dice: "Estoy sufriendo tanto. Necesito que me digas una cosa que te gusta de mí. "Él la mira con desdén, se acerca a su escritorio, abre el cajón superior y saca un par de hojas de papel donde había estado copiando escrituras y citas de la Liahona en una columna y en la otra evidencia de la columna para “probar” que su esposa no estaba viviendo a la altura del consejo de las Autoridades.
Cuando un niño o esposo es puesto en el nombre de la justicia, cuando el principio es verdadero, pero el espíritu es lo opuesto del amor y la caridad, la confusión y el desaliento generalmente resultan. El Hermano McCormack me señaló algunos pasajes importantes en D.y C.  50. Los estudiamos juntos, usándolos como pautas para entender el abuso espiritual. En el resto de este artículo voy a usar versos de esa sección para aclarar este principio.
De cierto os digo que el que es ordenado de mí y enviado a predicar la palabra de verdad por el Consolador, en el Espíritu de verdad, ¿lo predica por el Espíritu de verdad o de alguna otra manera? Y si es de alguna otra manera, no es de Dios " (D. y C. 50: 17-18).
El hermano McCormack señaló que la misma palabra de Dios enseñada sin el Espíritu con la intención de hacer que alguien se sienta mal o para golpear sobre ellos emocionalmente, no es de Dios; es abuso espiritual.

Por qué es vital entender este principio.
El bien y el mal son bastante fáciles de resolver, pero lo bueno que se enseña con las tácticas del adversario es difícil. La opinión del hermano McCormack es que muchos jóvenes abandonan la Iglesia porque no han encontrado el crecimiento, la libertad o la felicidad en la forma sesgada en que se presenta a veces el Evangelio.
Un ejemplo es el abuelo de mi esposo que huyó de su familia y abandonó la Iglesia cuando era un adolescente, en gran parte porque su padre le estaba golpeando consistentemente para "motivarlo" a ir a las reuniones de la iglesia. La fuerza nunca funciona para motivar a las personas a las acciones espirituales. Incluso si cumplen en el exterior, pueden estar resentidos y resistir en el interior. La coerción era el plan del diablo, y cada vez que lo usamos, nosotros votamos por su plan en vez del plan de Dios del albedrío.

La desconexión del amor del Padre Celestial es el mayor peligro.
La consejera de LDS Peggy McFarland dijo,
Con mis clientes me parece que el abuso espiritual siempre está presente cuando hay cualquier otro tipo de abuso, como abuso sexual o físico. En última instancia, el daño más grande causado por el abuso es el daño espiritual donde la víctima de abuso se empapa en una visión vergonzosa de sí mismo. Por su propia naturaleza, el abuso hace que las víctimas se sientan desconectadas del amor incondicional de su Padre Celestial por ellas, se pierdan de esta "más preciosa" de todas las cosas.
El abuso espiritual ocurre en un continuo de leve a severo dependiendo de si hay otras formas de abuso presentes. Reconocer formas sutiles de abuso espiritual ayudará a nuestros seres queridos a resistir la vergüenza que es una parte inherente de la Caída. Nos enseñan tan claramente en el templo y las escrituras que Satanás siempre quiere que nos escondamos vergonzosamente de la presencia de nuestro Padre Celestial. Es Satanás quien obliga con temor y vergüenza, más que con amor. 

Una historia verdadera que ilustra abuso involuntario y sutil de los padres
Un amigo que vive en un estado lejos del "eje" del mormonismo, es un padre totalmente concienzudo, y miembro dedicado de la Iglesia. Ella compartió la siguiente experiencia pero pidió permanecer anónimo:
Cuando nuestro hijo de 15 años comenzó a quejarse de ir a la iglesia, nos sorprendió desprevenidos. Siempre había sido un hijo muy obediente y amaba a su papá como un héroe. En lugar de tratar de entender sus preocupaciones, estábamos enojados con él y teníamos una actitud punitiva. Le dijimos que si no quería ir a la iglesia, podía quedarse en casa y hacer las tareas.
En retrospectiva, en el corazón de nuestra posición era nuestra necesidad de que todos nuestros hijos parezcan obedientes para que nos parezcamos padres exitosos. En otras palabras, nuestra motivación era el orgullo, no las cualidades amorosas que Dios describe en DyC 121, tales como "el conocimiento puro, la longanimidad y el amor no fingido". Nosotros lo reprendimos, pero no porque fuimos "movidos por el Espíritu Santo "  y no le apoyamos posteriormente con un" aumento de amor ", para asegurarnos de que él no nos estimara como su enemigo.
Un domingo me tocó  pasar a  la clase de la escuela dominical de mi hijo que se celebraba en el pasillo. Nuestro hijo estaba sentado en la parte de atrás de la clase con la silla inclinada hacia atrás y la cabeza apoyada contra la pared. Sus ojos estaban cerrados y sus escrituras estaban en el suelo. Era obvio que estaba completamente ajeno de todo lo que ocurría en la clase. Mirando hacia atrás, puedo ver que mi primera emoción fue vergüenza, que Satanás fácilmente alimentó  la ira. Más tarde, le dimos consejos por no tener sus escrituras abiertas y no prestar atención. De ninguna manera creamos un ambiente donde era seguro para él decirnos por qué él no estaba participando en su clase. El mensaje de abuso espiritual que enviamos fue que él era "malo" si no cumplía con nuestras expectativas. Inconscientemente, le enseñamos que a Dios no le importaba lo que pensaba o sentía, que su valor provenía sólo de sus representaciones religiosas.
Nuestros corazones se suavizaron sin embargo, cuando llegamos a entender las circunstancias detrás del comportamiento de nuestro hijo. Este entendimiento vino de otro padre en la sala, no de nuestro hijo. En nuestra sala había un gran grupo de chicos que habían crecido juntos desde la edad de la Primaria. Siempre habían sido buenos amigos. Sin embargo, cuando entraron a la escuela secundaria, uno de los muchachos se convirtió en el "líder de la manada" y decidió que no le gustaba a nuestro hijo. Este chico animó a todos los otros chicos a aislar a nuestro hijo del grupo, y tristemente, los otros chicos eran demasiado débiles para resistirse a esta presión de los compañeros. Uno por uno, los amigos de nuestro hijo dejaron de ser sus amigos y la iglesia se convirtió en un lugar donde se sentía rechazado y solo. Nuestro hijo no estaba cuestionando las verdades que le habíamos enseñado, sólo estaba desesperado por un amigo. 
Afortunadamente, en los últimos 20 años desde esta experiencia, nos hemos arrepentido y hemos arreglado a nuestro hijo por nuestro estilo de crianza punitiva y espiritualmente abusiva. Ambos fuimos criados en hogares donde estaba presente el maltrato físico y, en consecuencia, el abuso espiritual. Ambos necesitábamos entender cómo las "tradiciones de nuestros padres" impactaron negativamente en nuestro estilo de crianza. Como padres, sin saberlo, transmitimos la vergüenza del abuso físico y espiritual que sufrimos a nuestros hijos. Afortunadamente, a través de la consejería familiar, la retroalimentación de nuestros hijos y el sincero arrepentimiento, hemos aprendido a ser padres de una manera que refleja más el estilo de crianza de nuestro Padre Celestial.

Cómo reconocer el autoabuso espiritual.
Y otra vez, el que recibe la palabra de verdad, ¿la recibe por el Espíritu de verdad o de alguna otra manera? Si de alguna otra manera no es de Dios "( D. y C. 50: 19-20).
Incluso cuando la verdad es enseñada por el Espíritu, si la recibimos "de alguna otra manera" -a la manera del adversario- nos desanimará y nos hará sentir abatidos y miserables e inadecuados e incapaces de vivirla. De esta manera el adversario nos está tentando a abusar espiritualmente de nosotros mismos y a ser desalentados por la verdad. He hecho mucho de esto en mi vida, pero sólo recientemente reconocí el patrón como auto-abuso espiritual.
El perfeccionismo en sí mismo puede ser auto-abuso espiritual. Si tomamos la Escritura "Sed, pues, vosotros perfectos" y añadimos la palabra "ahora", la cambiamos a "las filosofías de los hombres mezclados con las Escrituras". Podemos cambiar los principios puros del Evangelio en normas miserables, imposibles de alcanzar, irreales por pensar que deberíamos actuar perfectamente en todos los sentidos en este mismo momento. Y podemos llegar a ser expertos en la autoflagelación y en la denigración, lo cual debe deleitar a Satanás, porque a través de un pensamiento tan erróneo nos estamos volviendo como él: miserable, en lugar de volvernos como Cristo: lleno de luz y esperanza. 


La fuente de la luz y la alegría.
Si la verdad es enseñada y recibida con el Espíritu, es edificante y nos regocija. Por lo tanto, ¿por qué no entendéis y no entendéis que el que recibe la palabra por el Espíritu de verdad la recibe tal como es predicado por el Espíritu de verdad? Por lo tanto, el que predica y el que recibe, se entienden unos a otros, y ambos son edificados y se regocijan juntos " (D. y C. 50: 21-22).
Si no somos edificados por lo que oímos, tampoco es la verdad o está siendo enseñado o recibido sin el Espíritu. " Y lo que no edifica no es de Dios, y es tinieblas" (D. y C. 50: 21-22).
No hay regocijo juntos en escenarios de abuso espiritual. De hecho, la oscuridad abunda. El abusador se siente justificado en su juicio negativo, injusto y tratamiento negativo, porque, después de todo, ¿no tiene "la verdad" de su lado? No importa que él está usando esa verdad como un palo para golpear en lugar de convertirlo en una antorcha o una vela para iluminar el camino. Los maltratados se sienten completamente desanimados, confundidos, trillados, incapaces de ver el camino a seguir y empiezan a ver al abusador como su enemigo. En realidad, el abusador no es el enemigo, sino que ha sido engañado y utilizado por "el" enemigo de todos nosotros para ser un instrumento de desánimo.
El llamado del Salvador al arrepentimiento, por otra parte, nunca es una acusación desalentadora; es un voto de confianza que usted puede hacer mejor, una afirmación de su valor. Él te asegura que eres amado y querido, que Él desea estar contigo. En gran amor dice: "Venid a mí".
Sólo hay una similitud entre Jesús y Satanás: El Salvador quiere que seamos como Él y que estén con Él. Así lo hace Satanás. El abuso espiritual es una de las herramientas favoritas de Satanás porque, si logra desalentar y derribar, puede atraer tanto al maltratado como al abusador en su web. Podemos evitar que la red se adhiera a la luz.
Lo que es de Dios es luz; y el que recibe luz, y permanece en Dios, recibe más luz; y esa luz crece más brillante y más brillante hasta el día perfecto. Y otra vez, de cierto os digo, y lo digo para que sepáis la verdad, para que podáis dispersar de entre vosotros tinieblas " (D. y C. 50: 24-25).
Estoy tan agradecido por la luz y la verdad y el poder del Espíritu para ayudarnos a discernir la verdad. Ruego que todos recibamos más luz y verdad en nuestras vidas, para que podamos ser edificados por la verdad y arrepentirnos cuando nos involucremos en cualquier medida de abuso espiritual para nosotros mismos o para cualquier otra persona. Este es un área de nuestras vidas que realmente es negro o blanco. Si estamos siendo edificados y edificando a otros y encontrando razón para regocijarnos juntos estamos en la luz. Si hay palabras o sentimientos desalentadores, acusatorios, críticos, no lo estamos. si el abuso espiritual está dirigido a nosotros , necesitamos pedir una bendición, ir al templo, y aumentar nuestra lectura de las Escrituras y la oración para que podamos discernir entre la verdad y el error. Si el abuso espiritual viene de nosotros, sabemos que tenemos que arrepentirnos, buscar el Espíritu y volver a estar en sintonía con la Fuente de luz y amor, paz y alegría.
Vivir por el Espíritu y evitar o arrepentirse del abuso espiritual no significa que escaparemos de la tribulación y el dolor en este reino mortal. Significa que podemos escapar de la miseria innecesaria, la esclavitud, y las artimañas de Satanás a menudo evidenciadas en el abuso espiritual. ¿No es eso motivo para regocijarse?


Nota: Peggy McFarland se mudó recientemente de Oregón a Nampa, Idaho y abrió una clínica privada allí. Se especializa en temas de niñas y mujeres, depresión, ansiedad y trauma. Ella ha tenido una amplia experiencia en el asesoramiento de personas que tienen problemas de abuso espiritual.