MORMONES, LA OBRA MISIONAL



   Hace algunos meses, en una de mis entradas, alguien comentó que había recibido en su casa a dos misioneros y les había hecho algunas preguntas que éstos no le habían sabido responder, y con jactancia, presumía de lo poco preparados que estaban para responder preguntas.

   Esta experiencia me hizo meditar, de cómo es posible, que, a pesar de que el grueso de la obra misional descanse en jóvenes de entre 18 y 25 años, el crecimiento de la Iglesia sea grande y constante, tal como veíamos en el artículo anterior,  teniendo en cuenta que los números resultan sorprendentes para la mayoría de las personas y el éxito y la vitalidad de la Obra Misional de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, recaen en su mayoría, en jóvenes sin apenas experiencia ni grandes conocimientos de erudición bíblica.

   Quisiera repasar algunas variables que considero, son la clave de tal éxito y para ello, nada mejor que unas cifras que nos puedan orientar.

    La Iglesia se organizó en 1830 con seis miembros y creció rápidamente, alcanzando en 1850 la cifra de 50.000 miembros, a pesar de las persecuciones de la época. Para 1897 se alcanzaron los 250.000 miembros y en 1910 ya eramos 500.000. El primer millón de miembros se logró en 1947, es decir, se tardó mas de un siglo en conseguir ese primer millón, sin embargo, el segundo millón se lograría dieciséis años después, en 1963.  Y el tercer millón en apenas ocho años mas, es decir, para 1971. Al llegar 1982 ya eramos 5 millones y en 1997 se alcanzaron los 10 millones. A finales de 2013 se consiguió la cifra actual de 15 millones de miembros. En algún sitio he leído, que para mitad de este siglo, podríamos superar los 50 millones de miembros.

   Este increíble crecimiento, a mi entender, tiene unas causas que quiero exponer, y que invito a que comenten y complementen, con sus opiniones y comentarios.

   En primer lugar, en nuestra Iglesia no hay un clero profesional asalariado, sino que todo varón digno posee el Sacerdocio de Dios, restaurado en estos últimos días, y forma parte del ejército de Dios para predicar el Evangelio y administrar sus ordenanzas por el poder de Dios. Es decir, todos trabajan y colaboran por la obra de Dios. Asimismo, las hermanas de la Iglesia, suman sus talentos y dones a la obra de Dios, apoyando al Sacerdocio y trabajando codo con codo con los varones, ambos, sirven en la Iglesia para predicar el Evangelio y servir y ministrar a su prójimo.

   Segundo, en la Iglesia no existen carreras teológicas, todos los miembros, tienen acceso a las mismas enseñanzas y nadie obtiene un doctorado en el conocimiento de Dios, sino por el estudio personal y por las revelaciones del Espíritu Santo.

   Tercero, no sólo los jóvenes que cumplen misiones de tiempo completo, de 24 o 18 meses, comparten el Evangelio, sino que parejas de misioneros jubilados sirven en misiones de tiempo completo, así como misiones de servicio humanitario, educacional, medico o de bienestar. Además, cada miembro es un misionero, en cuanto todos tenemos la responsabilidad de compartir el Evangelio, primero, viviéndolo y mostrándolo por el ejemplo y luego, conversando y compartiendo con nuestros familiares y amigos. Todo esto, sumado, causa el gran crecimiento de la Iglesia.

  Pero volviendo al tema de los jóvenes misioneros/as, sobre los cuales recae el mayor peso de la Obra Misional de la Iglesia... me pregunto  ¿por qué lo hacemos?  Quizás Pablo tenga la respuesta, según leemos en 1 Corintios 1

27 sino que lo necio del mundo escogió Dios para avergonzar a los sabios; y lo débil del mundo escogió Dios para avergonzar a lo fuerte;

   Como vemos, el Señor siempre ha trabajado de forma diferente a como el mundo lo hace, lo que el mundo considera como un grupo de jóvenes inexpertos y mal preparados, Dios utiliza como mensajeros de su Palabra para convertir al mundo a la verdadera adoración de Cristo, nuestro Redentor. Son jóvenes pero tienen la fe y el deseo de compartir su testimonio personal de las verdades que han conocido por revelación personal a través del Espíritu Santo y además, tiene el poder de Dios para hacerlo.

   Porque hay algo muy importante que considerar, y es que la Iglesia de Jesucristo, no es ninguna escisión ni reforma de ninguna otra anterior y no basa su credo y enseñanzas en interpretación particular de las Escrituras, sino que la Iglesia nació de forma independiente, tras una Restauración del Evangelio por Revelaciones y Ministraciones Divinas a Profetas y Apóstoles Modernos. Y toda su doctrina, se ha originado por Revelaciones y Escrituras modernas, que, en armonía con la Biblia, nos retrotraen al verdadero cristianismo primitivo de la Iglesia que Cristo organizó  cuando vivió en Palestina en el Meridiano de los Tiempos.

   Pero quizás lo mas importante, no sea quien predique el Evangelio, sino el cómo se haga. Y para ello quisiera terminar con algunas enseñanzas que los misioneros ( y también el resto de miembros) reciben de la Iglesia de cómo compartir el Evangelio. He tomado algunos párrafos del primer capítulo del libro "Predicad mi Evangelio", que sirve de preparación para que sepamos Qué enseñar y Cómo hacerlo.


   Lo primero que se enseña, es a amar y respetar al prójimo y valorar a toda alma humana.......


Usted está rodeado de personas. Pasa a un lado de ellas en la calle, las visita en su hogar
y viaja entre ellas. Todas ellas son hijos e hijas de Dios y hermanos y hermanas de usted.
Dios les ama a ellas tanto como le ama a usted. Muchas de esas personas están buscando
el propósito de la vida. Están preocupadas por sus familias y necesitan ese sentimiento
acogedor que se recibe con el conocimiento de que son hijos de Dios y miembros de Su
familia eterna. Desean sentirse seguras en un mundo de valores cambiantes. Desean tener
“la paz en este mundo y la vida eterna en el mundo venidero” (D. y C. 59:23), pero “no
llegan a la verdad sólo porque no saben dónde hallarla” (D. y C. 123:12).

   Después se enseña lo mas importante del Evangelio, la misión de Cristo, como nuestro único Salvador y Redentor y el centro de todo nuestro mensaje al mundo.....


Como representante autorizado
de Jesucristo, usted puede enseñar
a las personas con poder y
autoridad que “la redención viene
en el Santo Mesías y por medio de
él” y que nadie “puede morar en la
presencia de Dios, sino por medio
de los méritos, y misericordia, y
gracia del Santo Mesías” (2 Nefi
2:6, 8)








Al crecer su propio entendimiento de la expiación de Jesucristo, aumentará en usted el
deseo de compartir el Evangelio. Sentirá, como sintió Lehi, la gran “importancia de dar a
conocer estas cosas a los habitantes de la tierra” (2 Nefi 2:8).

   Luego se indica cómo enseñar ese Evangelio....

Ya que el Evangelio de Jesucristo es el “poder de Dios para salvación a todo aquel que
cree” (Romanos 1:16), el mensaje de la restauración del Evangelio se debe enseñar con
poder divino, el poder del Espíritu Santo, que es el tercer miembro de la Trinidad. A
menudo se le llama el Espíritu, y una de Sus funciones es enseñar y testificar de la verdad.
Cuando usted enseñe por ese poder, el Espíritu Santo hará lo siguiente:
• Le enseñará nuevas verdades y le recordará las doctrinas que haya estudiado (véase
Juan 14:26).
• Le dará las palabras que debe decir en el momento preciso en que las necesite (véase
D. y C. 84:85).
• Llevará el mensaje de usted al corazón de las personas a las que enseñe (véase 2 Nefi 33:1).
• Testificará de la veracidad del mensaje de usted y confirmará sus palabras (véase
D. y C. 100:5–8).
• Le ayudará a discernir las necesidades de las personas a las que esté enseñando
(véase Alma 12:7).

   Y la motivación de esta enseñanza y la forma de hacerlo, sin tratar de convencer, sino de invitar a conocer a Cristo y obtener un testimonio personal.

El objetivo del Evangelio es purificar del
pecado a las personas para que reciban la
misericordia del Salvador en el día del juicio;
por lo tanto, este libro y, lo que es más
importante, la obra que usted realiza día
con día, es invitar a las personas a venir a
Cristo al ayudarlas a que reciban el Evangelio
restaurado mediante la fe en Jesucristo y Su
expiación, el arrepentimiento, el bautismo,
la recepción del Espíritu Santo y el perseverar
hasta el fin

   Reiterando lo expuesto, solo enseñan principios básicos y se invita a orar y obtener respuestas por uno mismo, ésa es la conversión personal y el éxito de la Obra misional....

Al enseñar y testificar, invite a las personas a leer el Libro de Mormón
y a orar en cuanto a su mensaje. Cada una de las personas a las que usted enseñe debe
decidir si aceptará o no el Libro de Mormón como revelación de Dios.
Confíe en la maravillosa promesa que se encuentra en Moroni 10:3–5. Haga todo lo
posible por persuadir a las personas a leer el libro, a entenderlo y a preguntar a Dios
con sinceridad si es verdadero. El testimonio del Espíritu Santo se convierte en la piedra
angular de la fe de esas personas de que Cristo ha restaurado Su Iglesia. Ayude a las
personas a las que enseñe a recibir esa confirmación espiritual.


   Así es que, si en un futuro se cruza con una pareja de misioneros/as por la calle o llaman a su puerta, le ruego que los reciba y acepte su invitación de escucharlos, estudiar las Escrituras y orar a Dios... realmente vale la pena, yo lo hice y sé que Dios responde nuestras oraciones.



MORMONES, SU CRECIMIENTO


Estimados amigos,

Estaba preparando una entrada sobre el crecimiento de la Iglesia, desde sus inicios, allá por 1830, hasta nuestros días, para analizar algunas de las causas de su increíble vitalidad y progresión, cuando me encontré con este artículo, bien documentado, basado en estadísticas serias y con muchos años de datos, que hablan por sí mismo del crecimiento de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días.

Sin embargo, el número no lo es todo, ni significa nada mas allá de que algo se está haciendo bien, pero es interesante analizar las causas y motivos de las cosas.

Este articulo me resultó muy interesante y quería compartirlo como previo al anteriormente indicado, espero sus opiniones al respecto.




Censo revela crecimiento en la comunidad religiosa

Un censo decenal de las religiones de Estados Unidos de América fue publicado el martes por la Asociación de Estadísticos de América para Organismos Religiosos (ASARB por sus siglas en ingles).
Los resultados muestran un aumento dramático en el número de los Santos de los Últimos Días, o mormones, musulmanes, un modesto aumento en el número de protestantes evangélicos, y un descenso en el número de católicos y protestantes.
Los musulmanes vieron la mayor tasa de crecimiento entre los cinco principales grupos religiosos estudiados. Su número aumentó en un 66,7 por ciento en el censo de 2010 de una década antes. La iglesia de los Santos de los Últimos Días vio el mayor crecimiento que viene en un 45,5 por ciento, seguido por los protestantes evangélicos en sólo el 1,7 por ciento. El número de católicos disminuyó en un cinco por ciento y el número de protestantes se redujo un 12,8 por ciento.
En particular, cuando se combinan, las iglesias no denominacionales e independientes son ahora el grupo más grande de fe, con más de 12 millones de adherentes, según el informe.
Los protestantes evangélicos y los Santos de los Últimos Días vieron su mayor crecimiento en las nueve áreas metropolitanas más pobladas. Estas áreas tienen cada uno más de 5 millones de personas. Los cristianos evangélicos aumentaron su número en un 12,3 por ciento y los Santos de los Últimos Días aumentaron su número un 66,9 por ciento en estas áreas. Los musulmanes, por el contrario, crecieron a un ritmo más rápido fuera de las áreas metropolitanas más importantes.
El censo también muestra un aumento en la diversidad religiosa en los Estados Unidos. En el censo de 2000, por lo menos una congregación no-cristiana religiosa se encuentra en un 21 por ciento de los condados de Estados Unidos. En el censo de 2010, el número había subido al 31 por ciento, un incremento de casi el 50 por ciento.
El Censo de ASARB sobre Religión en los EE.UU. es el estudio más completo de su clase. Datos a nivel de condado se recogen de 236 diferentes grupos religiosos. El primer censo fue tomado en 1952, seguido en 1971, 1980, 1990, 2000 y, ahora, 2010.
"Con 236 entidades participantes, el censo sobre Religión en EE.UU 2010 es el más completo a nivel local en el análisis de los seguidores religiosos de Estados Unidos y la asistencia en más de 60 años", dijo Clifford Grammich, el presidente de la comisión de operaciones para el estudio de ASARB, en un comunicado. "Estamos especialmente contentos de tener una mayor participación de varios organismos independientes y no cristianos."
En el sitio web del estudio se pueden ver representaciones gráficas de la riqueza de los datos que el censo proporciona. Uno puede seleccionar su propio grupo denominación o religión, por ejemplo, y ver un mapa de cómo sus números han cambiado, por condado, durante la década anterior.