¿Qué es la verdad? ¿Existe una sola verdad ? ¿Cómo podemos hallarla?
Estas son algunas de las preguntas al respecto de la verdad que muchas personas se han hecho a lo largo de la Historia y siguen haciéndose hoy día al respecto.
Todos queremos saber la verdad, queremos alejarnos de las mentiras y las falsedades, no solo en cuestiones religiosas, sino en cada cuestión de la vida, la verdad es la meta suprema del ser humano, lo verdadero, lo auténtico, lo completo, es el anhelo de nuestra alma, mientras que las falsificaciones, adulteraciones y sucedáneos, siempre nos dejan con un vacío en el alma.
Pero, ¿ qué es la verdad ? Aún el propio Jesús tuvo que enfrentar dicha pregunta de boca del Gobernador Romano Poncio Pilato
Juan 18
37 Le dijo entonces Pilato: Luego, ¿eres tú rey? Respondió Jesús: Tú dices que yo soy rey. Yo para esto he nacido y para esto he venido al mundo: para dar testimonio de la verdad. Todo aquel que es de la verdad oye mi voz.
38 Le dijo Pilato: ¿Qué es la verdad? Y cuando hubo dicho esto, salió otra vez a los judíos y les dijo: Yo no hallo en él ningún delito.
Es dificil definir la verdad, incluso, aún sabiendolo, no siempre es prudente declararla, como hizo Jesús con Pilato al no responderle.
Hay muchas definiciones hermosas de la verdad, pero la que más me impresiona, y además testifica de la Restauración del Evangelio, es la que se encuentra en Doctrina y Convenios 93
23 Vosotros también estuvisteis en el principio con el Padre; lo que es Espíritu, sí, el Espíritu de verdad;
24 y la verdad es el conocimiento de las cosas como son, como eran y como han de ser;
25 y lo que sea más o menos que esto es el espíritu de aquel inicuo que fue mentiroso desde el principio.
De modo que conocer la verdad es saber por uno mismo las cosas como son, como eran antes y como serán en un futuro, esa amplitud de miras es la mayor bendición que tenemos de la Restauración del Evangelio.
Ahora bien, me planteo dos preguntas, ¿por qué necesito conocer la verdad ?
Muchos viven a gusto en su propia verdad, en su propio mundo, en su propia rutina y resulta a veces, dificil y doloroso, salir de la zona de confort y enfrentar la verdad, incluso algunos estan completamente convencidos de tener la verdad y ni siquiera cuestionan sus creencias o principios, emulando el famoso Mito de la Caverna de Platón
Ver https://psicologiaymente.com/psicologia/mito-caverna-platon
Necesitamos conocer la verdad porque ella nos da libertad de escoger, a menos que conozcamos lo correcto, no tendremos la oportunidad de desechar las imitaciones y por lo tanto, no seremos realmente libres, tal como lo expresó Jesús.
Juan 8
31 Dijo Jesús a los judíos que habían creído en él: Si vosotros permaneciereis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos;
32 y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres.
La segunda pregunta, es la más trascendental... ¿Cómo puedo hallar la verdad?
Los que ya me conocen saben que soy inquieto, crítico y curioso, miro muchos artículos y videos de diferentes iglesias y solo puedo indicar que hay tantas discrepancias, opiniones e interpretaciones de la verdad, que es imposible conocerla por medio del estudio y la comparación, ya que muchos ilustrados argumentan con ideas y con la Biblia, sus interpretaciones de manera tan sólida e inteligente, que te da por creer que tienen la verdad, hasta que lees o ves otro ilustrado que le da la vuelta al mismo concepto con la misma solidez e inteligencia, pero de forma completamente contraria, por lo que se hace extremadamente dificil encontrar la verdad religiosa por medio de la mente humana.
Entonces, repito, ¿ cómo puedo hallar la verdad ?
Quiero darles algunos ejemplos para que puedan hallar la verdad por sí mismos, sin depender de ningún hombre o mujer ilustrado que piense por usted y permítanme compartir lo que yo sé, pero sin pretender que me crean, sino que sigan el camino que yo recorrí para hallar la verdad y puedan encontrarla por sí mismos.
Frente a todas las interpretaciones y confusiones doctrinales cristianas, solo podemos confiar en la revelación personal. Ya he hablado en ocasiones de ello y no voy a repetir todos los conceptos, pero quiero que crean en Dios, que crean que tienen, LITERALMENTE, un Padre en los Cielos, que les ama con infinito e inconmensurable amor y que desea comunicarse con ustedes para que no sean engañados por las verdades adulteradas de los hombres.
Veamos lo que nos enseñó nuestro Salvador al respecto.
Juan 14
23 Respondió Jesús y le dijo: El que me ama, mi palabra guardará; y mi Padre le amará, y vendremos a él y haremos morada con él.
24 El que no me ama, no guarda mis palabras; y la palabra que habéis oído no es mía, sino del Padre que me envió.
25 Estas cosas os he hablado estando con vosotros.
26 Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que os he dicho.
27 La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón ni tenga miedo.
Estas hermosas palabras nos dan consuelo y paz, y sobre todo, esperanza, ya que tenemos la promesa de que podemos conocer todas las cosas por medio del Espíritu Santo.
Esto da paz, calma la ansiedad y da esperanza de cómo y dónde hallar la verdad, por lo que debemos escuchar al Espíritu Santo y poder sentir su revelacíón en nuestra vida, ya que Dios nos ha prometido que responderá a todo lo que pidamos y nos dará aquello que necesitemos (Mateo 7) y qué cosa más importante puede darnos que conocer la verdad ???
Ahora para finalizar, una promesa y un ejemplo de cómo podemos hallar la verdad y cómo podemos recibir la guía y la revelación personal para caminar por el sendero de la vida con la tranquilidad de estar haciendo lo correcto y lo auténtico.
En las revelaciones modernas, encontramos una promesa en Doctrina y Convenios 8
1 Oliver Cowdery, de cierto, de cierto te digo: Así como vive el Señor, que es tu Dios y tu Redentor, que ciertamente recibirás conocimiento de cuantas cosas pidieres con fe, con un corazón sincero, creyendo que recibirás conocimiento...
2 Sí, he aquí, hablaré a tu mente y a tu corazón por medio del Espíritu Santo que vendrá sobre ti y morará en tu corazón.
3 Ahora, he aquí, este es el espíritu de revelación;.....
Esto nos indica que el Señor nos da el conocimiento de la verdad, nos responde a nuestras oraciones, por medio del Espíritu que habla a nuestra mente ( pensamientos e ideas) y a nuestro corazón (sentimientos)
Y como ejemplo final, en el Libro de Mormón tenemos la historia del viaje de los jareditas al Nuevo Mundo, cuando salieron desde la Torre de Babel y tuvieron que viajar por mar hasta llegar a la Tierra prometida, tuvieron que enfrentar muchas dificultades y necesitaron la ayuda divina, y buscaron la revelación personal para saber como dirigir su viaje, lo que puede darnos un paralelismo de cómo encontrar respuestas para dirigir nuestra vida hacia la Eternidad.
Cuando el Señor le mandó construir barcos para cruzar el gran mar, les dio el modelo que era muy diferente al que conocían, eran de madera, bien ajustados y cerrados, sin velas ni mástiles, sin timón ni propulsión, lo que causó que enfrentaran desafíos que no sabian resolver por sí mismos y, logicamente, recurrieron al Señor en busca de ayuda y revelación y de esta historia, podemos destacar tres formas diferentes en que el Señor dirige nuestra vida, para que podamos aplicarlo a nuestra busqueda personal de la verdad.
Leamos en Eter 2
18 Y sucedió que el hermano de Jared clamó al Señor, diciendo: ¡Oh Señor!, he efectuado la obra que me has mandado, y he construido los barcos según tú me has dirigido.
19 Y he aquí, oh Señor, no hay luz en ellos; ¿a dónde nos hemos de dirigir? Y también pereceremos, porque en ellos no podremos respirar sino el aire que contengan; por consiguiente, pereceremos.
Vemos que se planteaban tres dificultades
1.- No había luz.
2.- No había aire.
3.- No tenían dirección ni propulsión.
Ante estos desafíos el Señor les dio tres respuestas que pueden ser el modelo de nuestra vida y de cómo caminar el sendero del cristianismo, empecemos por la última.
24 Pues he aquí, seréis como una ballena en medio del mar; porque las inmensas olas estallarán contra vosotros. No obstante, yo os sacaré otra vez de las profundidades del mar; porque de mi boca han salido los vientos, y también he enviado yo las lluvias y los diluvios.
Con respecto a la dirección el Señor les dijo que simplemente CONFIARAN en El, que El les sacaría a flote y que los llevaría por los vientos y corrientes del mar.
En el segundo punto el Señor les dijo lo siguiente,
20 Y el Señor dijo al hermano de Jared: He aquí, harás una abertura en la cubierta, y también en el fondo; y cuando te falte aire, destaparás la abertura y recibirás aire. Y si sucede que os entra el agua, he aquí, cerrarás la abertura para que no perezcáis en el mar.
El les dio instrucciones de como solucionar el problema, es decir, si escuchamos al Señor y OBEDECEMOS su consejo, El nos guiará y alejará del error y la confusión.
El tercer problema es el más interesante y más curiosa la respuesta del Señor...
22 Y clamó de nuevo al Señor, diciendo: He aquí, oh Señor, he obrado según me lo has mandado; y he preparado los barcos para mi pueblo, y he aquí, no hay luz en ellos. ¿Vas a permitir, oh Señor, que crucemos estas grandes aguas en la obscuridad?
23 Y el Señor dijo al hermano de Jared: ¿Qué quieres que yo haga para que tengáis luz en vuestros barcos? Porque he aquí, no podéis tener ventanas, pues serían hechas pedazos; ni llevaréis fuego con vosotros, porque no os dirigiréis por la luz del fuego.
Después de resolver los dos primeros problemas, aun quedaba uno, y ante la súplica, El Señor le respondió, no con una solución, sino con una pregunta....
Esto es significativo, porque el Señor nos responde, nos da solución a los problemas, pero muchas veces nos deja que pensemos por nosotros mismos y decidamos qué hacer y luego, que le pidamos al Señor la aprobación sobre nuestra decisión, tal como hizo el hermano de Jared, ya en el capítulo 3
1 Y sucedió que el hermano de Jared (y era ocho el número de los barcos que habían sido preparados) subió al monte que llamaban el monte de Shelem, a causa de su extremada altura, y de una roca fundió dieciséis piedras pequeñas; y eran blancas y diáfanas, como cristal transparente; y las llevó en sus manos a la cima del monte, y nuevamente clamó al Señor, diciendo:
2 ¡Oh Señor, has dicho que hemos de estar rodeados por las olas! Y ahora, he aquí, oh Señor, no te enojes con tu siervo a causa de su debilidad delante de ti; porque sabemos que tú eres santo y habitas en los cielos, y que somos indignos delante de ti; por causa de la caída nuestra naturaleza se ha tornado mala continuamente; no obstante, oh Señor, tú nos has dado el mandamiento de invocarte, para que recibamos de ti según nuestros deseos.
3 He aquí, oh Señor, tú nos has castigado por causa de nuestra iniquidad; y nos has echado, y durante estos muchos años hemos estado en el desierto; no obstante, has sido misericordioso para con nosotros. ¡Oh Señor!, ten piedad de mí, y aparta tu ira de este tu pueblo, y no permitas que atraviese este furioso abismo en la obscuridad; sino mira estas cosas que he fundido de la roca.
4 Y sé, oh Señor, que tú tienes todo poder, y que puedes hacer cuanto quieras para el beneficio del hombre. Por tanto, toca estas piedras con tu dedo, oh Señor, y disponlas para que brillen en la obscuridad; y nos iluminarán en los barcos que hemos preparado, para que tengamos luz mientras atravesemos el mar.
5 He aquí, oh Señor, tú puedes hacer esto. Sabemos que puedes manifestar gran poder, que parece pequeño al entendimiento de los hombres.
6 Y sucedió que cuando el hermano de Jared hubo dicho estas palabras, he aquí, el Señor extendió su mano y tocó las piedras, una por una, con su dedo. .....
Por lo que la tercera clave es ejercer nuestra inteligencia, trabajar duro y pedirle al Señor su aprobación, tal como hizo, pensó una solución, buscó los materiales e invocó el poder de Dios para conseguir la luz deseada.
De modo que podemos hallar la verdad, directamente de Dios, por medio de su Espíritu y por revelación personal, para distinguir la verdad del error y para hallar guía, luz y conocimiento espiritual del Señor para conducirnos en nuestra vida y tal como aprendemos de la historia de los Jareditas, el Señor puede respondernos en tres maneras.
1.- CONFIAR EN EL Y DEJARLE OBRAR EN NUESTRA VIDA.
2.- ESCUCHAR SU VOZ Y OBEDECER SUS CONSEJOS.
3.- EJERCER NUESTRA INTELIGENCIA, FE Y ALBEDRÍO Y PEDIRLE AL SEÑOR SU APROBACIÓN Y AYUDA.
De esta sencilla, pero hermosa manera, estaremos cerca del Señor y conduciremos nuestra vida por el angosto y estrecho camino que lleva a la Vida Eterna.
