¿ Fanatismo o Fidelidad ? ¿Dónde está la delgada línea que limita ambos? Es difícil de definir y sobre todo de vivir, pero se pude ser completamente fiel sin caer en el fanatismo y se puede ser fanático sin ser realmente fiel... no voy a discutir ahora la filosofía del tema, pero si algo he aprendido en la vida, es que el fanatismo no suele ir unido a la bondad, misericordia y amor de Dios, aunque el ser fiel no debe confundirse con el fanatismo.
De hecho, Cristo es un ejemplo de fidelidad sin fanatismo, primando el pragmatismo,o sea, ser práctico, al fanatismo. En sus muchas discusiones con los fariseos, ejemplo y paradigma de fanáticos, Cristo les enseñó que se puede ser fiel sin caer en el fanatismo, como por ejemplo cuando les enseñó que si un buey cae en un pozo en el dia de reposo, hay que sacarlo sin esperar al lunes, ( Lucas 14 : 5) o en el ejemplo de David cuando venía con sus hombres desfalleciendo de la batalla, comió de los panes de la proposición del Tabernáculo ( Mateo 12 : 4)
Ambos son ejemplos de pragmatismo, es decir, de adaptarse a las circunstancias, por fuerza mayor, no por capricho, pero sin quebrantar los mandamientos ni perder la fidelidad.
Esa es una de las características de los Santos de los Últimos Días, somos prácticos o pragmáticos, sabemos ser fieles sin caer en el fanatismo, y no lo digo por decir, lo he leído en algunos artículos de opinión de no miembros sobre nosotros.
Como ejemplo y quizás como resultado del Evangelio en general y la guía del Espíritu Santo en particular, ya al principio de la Iglesia, cuando leemos en Doctrina y Convenios 27 que el profeta tuvo problemas para encontrar el vino adecuado para la Santa Cena, el propio Jesucristo le dijo en una revelación que no importaba lo que se usara en esa ordenanza, sino el propósito con el que se usara, por lo que desde entonces, se toma pan y agua en representación del cuerpo y la sangre de Cristo.
Como ejemplo paradigmático, les adjunto este hermoso artículo, que muestra la fina línea entre la fidelidad y el pragmatismo... espero lo disfruten.
Cuando el miembro de la Iglesia y empresario Bill Marriott construyó un hotel en Filadelfia en la década de 1960, fue la primera hostería puramente suburbana de Marriott. "No era el centro", dijo. “No estaba al lado de un aeropuerto, y no estaba en una carretera principal. Era solo un gran hotel suburbano ”.
El padre de Bill, J.Willard (JW) Marriott, había comprado el terreno por $ 30,000 en la década de 1940. Estaba justo fuera de los límites de la ciudad en el exclusivo barrio de Bala Cynwyd, a una cuadra de la autopista Schuylkill Expressway, muy transitada, y a menos de cinco millas al oeste del centro de Filadelfia, que tenía una población de cuatro millones y era la cuarta ciudad más grande de el país. Cuando un contingente de empresarios de Filadelfia ofreció a JW $ 1 millón por la propiedad, su respuesta fue: "¿Por qué?"
El padre de Bill, J.Willard (JW) Marriott, había comprado el terreno por $ 30,000 en la década de 1940. Estaba justo fuera de los límites de la ciudad en el exclusivo barrio de Bala Cynwyd, a una cuadra de la autopista Schuylkill Expressway, muy transitada, y a menos de cinco millas al oeste del centro de Filadelfia, que tenía una población de cuatro millones y era la cuarta ciudad más grande de el país. Cuando un contingente de empresarios de Filadelfia ofreció a JW $ 1 millón por la propiedad, su respuesta fue: "¿Por qué?"
“Queremos construir un hotel allí; es una mejor ubicación que cualquier otra que tenga en Washington ”.
JW las rechazó y años más tarde le dio a Bill el visto bueno para el hotel Philadelphia City Line.
JW las rechazó y años más tarde le dio a Bill el visto bueno para el hotel Philadelphia City Line.
La aprobación de la junta presentó a JW una nueva arruga sobre un viejo problema: servir alcohol.
Los primeros tres hoteles se habían construido en Virginia y Texas, que eran estados "secos".
Pensilvania, por otro lado, era un estado "húmedo" que permitía la venta de alcohol en hoteles, excepto los domingos. Bill encargó un informe de los consultores del hotel Horwath & Horwath, que concluyó que el hotel sería exitoso en los primeros años principalmente debido al "uso local extenso de las instalaciones de restaurantes y bares". Bill sabía que tenían que vender alcohol, y aconsejó su padre en consecuencia.
J.Willard Marriott y su hijo Bill Marriott
JW todavía se angustió por esta decisión en conversaciones con Bill, que no tenía dudas similares. Bill aconsejó a JW que consultara con los líderes de la Iglesia, como lo había hecho en el pasado. Esta vez, hablaría con el presidente David O. McKay, de 87 años.
"Como usted sabe, hermano Marriott", le dijo el presidente McKay, "la Palabra de Sabiduría también ordena la abstinencia del uso del tabaco, excepto como hierba para los moretones y para el ganado enfermo. Además, prohíbe la abstinencia del consumo de bebidas calientes, como el té o el café ".
"Sí, presidente, soy consciente de eso".
“Bueno, entonces, te preguntaré como un hermano a otro, supongamos que un hombre ovejero, como tú, va a una tienda de comestibles propiedad de un mormón para comprar suministros, y quiere cigarrillos para sus hombres.
Si el dueño de la tienda dice: "Lo siento, no llevamos tabaco de ninguna forma porque va en contra de nuestra religión". Por eso, el cliente no volverá la próxima vez. Si quiere café para sus hombres y el almacenista dice: "Lo desaprobamos, y tampoco queremos que sus hombres lo tomen", no volverá otra vez.
Irá a la tienda calle abajo no solo por su tabaco y café, sino por todo lo que necesita. A la larga, esto podría llevar al comerciante a la quiebra, ¿no está de acuerdo?
Si el dueño de la tienda dice: "Lo siento, no llevamos tabaco de ninguna forma porque va en contra de nuestra religión". Por eso, el cliente no volverá la próxima vez. Si quiere café para sus hombres y el almacenista dice: "Lo desaprobamos, y tampoco queremos que sus hombres lo tomen", no volverá otra vez.
Irá a la tienda calle abajo no solo por su tabaco y café, sino por todo lo que necesita. A la larga, esto podría llevar al comerciante a la quiebra, ¿no está de acuerdo?
"Sí, presidente, podría, muy fácilmente", respondió JW.
“Como lo veo, hermano Marriott, si no satisface los deseos y necesidades de sus clientes, podría correr el mismo riesgo. Si el licor de hoy es una parte esencial del servicio que la industria hotelera y de restaurantes ofrece a sus clientes, me parece que está obligado a venderlo. Venderlo no significa que aprobemos beber más que vender un arma, significa la aprobación de usar esa arma para cometer un delito.
"El patrón que cree como nosotros no está obligado a comprar licor, ni tampoco nadie. Pero es la vida del patrón, su dinero, su derecho a decidir por sí mismo, no el nuestro".
El presidente McKay advirtió a JW contra la venta de licores en cualquier Hot Shoppes orientado a la familia, y concluyó: “A veces es difícil encontrar el camino correcto en estos tiempos confusos. Pero sé que lo encontrarás, y sé que lo seguirás.
Cuando JW regresó a Washington, Bill vio a un hombre cambiado, al menos en lo que respecta a esta pregunta problemática. Estaba claro que su padre no se sentía abrumado por su conversación con el presidente McKay. El licor se puso a disposición de los clientes de los sofisticados restaurantes y salones de hoteles especializados, pero nunca en los Hot Shoppes o en otros restaurantes de la compañía donde iban los jóvenes.
Bill mismo estaba profundamente agradecido por el pragmático consejo del presidente McKay. A pesar de que había hecho lo mismo, su padre aceptó el consejo más completamente cuando provenía de su líder de la Iglesia. Debido al recuento frecuente de JW de esa reunión, proporcionó una guía fundamental para Bill en sus propios negocios mucho después de que su padre se fuera.
Imagen principal de Bill Marriott: el éxito nunca es definitivo
Bill Marriott, hijo de J. Williard Marriott, quien abrió un puesto de cerveza de raíz que se convirtió en la cadena de restaurantes Hot Shoppes y se convirtió en la empresa hotelera Marriott, creció en el negocio familiar. En sus más de cincuenta años al frente de la compañía, Bill Marriott fue la fuerza impulsora detrás del crecimiento de Marriott en la cadena de hoteles más grande del mundo.
Bill Marriott: Success Is Never Final ofrece a los lectores un retrato íntimo de la vida de este titán de negocios y su definición de éxito. Bill comparte detalles sobre sus luchas privadas con las duras críticas crónicas de su padre; sus innovaciones en la industria hotelera; y la ilimitada pasión y energía que demostró por su trabajo, familia y fe. Bill también comparte experiencias espirituales que le permitieron reconocer la guía de Dios en su vida personal.
Esta biografía fascinante cuenta la historia desde el primer trabajo de Bill Marriott en los restaurantes de su familia hasta sus decisiones monumentales en la construcción de un imperio hotelero. Es la notable historia de un hombre que tuvo la visión de crear un negocio multimillonario, que comprende el poder de dar a través de un trabajo filantrópico sustancial y que vive el credo de que el trabajo duro dará sus frutos, pero el éxito nunca es definitivo.
Maravilloso articulo, gracias...
ResponderEliminarAmen
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