En la última Conferencia General de la Iglesia, volvieron a levantarse manos en contra de las Autoridades Generales de la Iglesia, pero ¿qué es esto de levantar la mano a favor o en contra?
En la Iglesia existe una ley, llamada de Común Acuerdo, mediante la cual, todos los oficiales de la Iglesia en cualquier barrio, rama o Estaca, deben ser sostenidos o aprobados por cada congregación, así como todas la Autoridades Generales, deben ser sostenidos en la Conferencia General.
¿Cómo se hace y porqué?
En cada Barrio o Rama, es decir, en cada congregación local, todos los hermanos y hermanas tienen el privilegio de servir en determinados llamamientos, desde el Obispo al lider de Guardería, hay una serie de llamamientos o cargos que, voluntariamente, todo miembro puede llevar adelante, no obstante, una persona no elige su llamamiento, sino que es el Señor el que nos llama por medio de la inspiración a sus líderes, es decir, el Obispo buscará a un hermano para presidir, por ejemplo, la Escuela Dominical, y considerará en oración con sus consejeros algunos candidatos, y tras meditación y consideración, orarán al Señor para determinar quien es aquel que el Señor desea que trabaje en ese puesto o llamamiento.
Cuando el Señor así lo corrobore por el Espiritu Santo, se le entrevista a dicho hermano y se le extiende el llamamiento, pero antes de ordenarlo al puesto por la imposición de manos, debe ser presentado su nombre a la congregación para que ésta lo apruebe y sostenga, y entonces ya puede ser apartado u ordenado y servir en dicho llamamiento hasta su relevo.
Así se hace, creo, por dos motivos. El primero es para que todos los hermanos y hermanas sostengan y apoyen a dicho hermano/a en su llamamiento y juntos edifiquemos el Reino de Dios, y Segundo, porque es posible que dicho hermano/a, tenga alguna falta grave que le incapacite para servir en la Iglesia y lo haya ocultado, por lo que si alguien lo sabe, es su deber moral oponerse y manifestarlo a sus lideres correspondientes.
Doctrina y Convenios 26
2 Y todas las cosas se harán de común acuerdo en la iglesia, con mucha oración y fe, porque recibiréis todas las cosas por la fe. Amén.
Quiero que quede muy claro que este es el método del Señor, pero que no significa que nosotros elijamos donde servir, o nos postulemos a ello, sino que es el Señor el que nos llama por inspiración del líder correspondiente y nosotros tenemos que apoyar y sostener a todos los que son llamados por Dios.
En la antigüedad tenemos ejemplos de que ya se realizaba este principio, aunque de forma algo negativa, tenemos el ejemplo del pueblo de Israel, y de como Dios respetó su libre albedrío, aunque estaban equivocados cuando desearon tener un Rey como todo el resto de naciones, aun siendo contrario a la voluntad de Dios. Después de salir de Egipto, Israel fue gobernado por Jueces elegidos por Dios, pero después de Samuel y ante la iniquidad de sus hijos, el pueblo quiso tener Rey y Dios se lo permitió, tal como leemos en 1 Samuel 8.
Veamos como lo expresa la Guía de Estudio de las Escrituras.
Común acuerdo
El principio por el cual los miembros de la Iglesia sostienen a los que son llamados a servir en la Iglesia y apoyan otras decisiones de la Iglesia que requieran su sostenimiento. Por lo general se indica alzando la mano derecha.
Jesucristo está a la cabeza de Su Iglesia. Por medio de la inspiración del Espíritu Santo, dirige a los líderes de esta en sus hechos y decisiones importantes. Sin embargo, todos los miembros de la Iglesia tienen el derecho y el privilegio de sostener o no sostener los hechos y las decisiones de sus líderes.
De esta manera, la ley del Señor se cumple y todos somos libres de manifestar nuestro apoyo o desaprobación de todos los hermanos y hermanas que sirven en las congregaciones locales, es decir, cada vez que es llamado un hermano o hermana a servir en un llamamiento, se presenta a la congregación y se pide el voto de sostenimiento.
Doctrina y Convenios 20
65 No se ordenará a ninguna persona a oficio alguno en esta iglesia, donde exista una rama de ella debidamente organizada, sin el voto de dicha iglesia;
Asimismo, tal como sucede en la Conferencia General, en cada barrio hay una Conferencia de Barrio al año y en ella se vuelve a pedir el voto de sostenimiento a todos los hermanos y hermanas que sirven en el Barrio o Rama, tal como están sirviendo en el momento de dicha conferencia.
Como final a esta entrada, les presento un artículo que ya fue publicado el año pasado al terminar la Conferencia General, ya que también hubieron votos en contra y se presentó este interesante y sincero artículo sobre la historia de estos sucesos, desde el principio de la Iglesia, que puede ilustrar todo lo que he expuesto hasta ahora y resulta muy curioso algunas de las circunstancias y hechos que los rodearon.
Es un método de antes de la preexistencia. Está en el libro de los profetas. Y me gustó. Porque cuando levanto la mano. Tengo siempre la sensación de haberlo hecho antes !! Hace mucho!! Es inspirado este .Común acuerdo!!Gracias!!!!
ResponderEliminarMarina
De verdad así es
ResponderEliminarNo entiendo como algunos miembros de la iglesia pueden estar en desacuerdo con las revelaciones que recibe el Profeta del Señor,si una persona tiene que mejorar en algun punto de la doctrina ,es llamado a trabajar en ese lugar para perfeccionarse ,acaso reciben los miembros comunes revelacion para la iglesia?quieren dirigir ellos la iglesia?Se equivoca El Señor?..tenemos que hacer la voluntad de los miembros o la del Señor,!..que los miembros no quieran imponer su voluntad ante la del Señor,que se humillen y pidan perdon al Señor y acepten su voluntad ,para eso estamos en La Iglesia de JESUCRISTO De Los Santos de los ultimos Dias y EL la preside si ellos se retiran de la iglesia ,entonces NO son de DIOS
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