CRONOLOGIA DE CRISTO Y EL LIBRO DE MORMON

En este artículo voy a copiar un ensayo que me pasa un buen amigo y hermano, chileno de nacimiento y valenciano de adopción, un verdadero erudito y que tras 17 años de investigación ha conseguido identificar la fecha exacta del nacimiento de Cristo y además sincronizarla cronológicamente con el relato del principio del Libro de Mormón, del profeta Lehi, padre de los pueblos nefita y lamanita.
En diciembre pasado, el periódico Levante, el Mercantil Valenciano, hizo publico este ensayo el 22 de diciembre, pueden consultarlo directamente. Gracias, Diego, por tu generosidad y por tu loable labor de investigación.


El nacimiento de Jesús  el año 4 aC  y el cumplimiento de la profecía de Lehí

Por Diego Lisboa Silva, académico correspondiente de la Academia Valenciana de Genealogía y Heráldica


Hasta hace poco era casi imposible conciliar las fechas bíblicas con la 
cronología actualmente en uso, más aún  en el caso de los datos con valor cronológico  contenidos en el Libro de Mormón.

Además, por una parte, existían   serias dudas acerca de la exactitud de las fechas de la Era Cristiana  y por otra que las fuentes históricas consideradas de la época  nada  ayudaban  para intentar dar solución al problema. Poco a poco se impuso la idea   de  que el cálculo de la fecha del nacimiento de Cristo para crear la Era Cristiana supuestamente  atribuido al monje Dionisio el Exiguo estaba equivocado en al menos cuatro años. 

Cuando se pone de moda calcular las fechas de algunos eventos astronómicos consignados en los textos antiguos y de esta manera dar exactitud a la datación de acontecimientos históricos  mediante cálculos matemáticos  esto  dio lugar a  graves discrepancias  con   las fechas comúnmente aceptadas.  

Por ejemplo, el historiador judío Flavio Josefo consigna en uno de sus libros que pocos días antes de la muerte de Herodes tuvo lugar un eclipse de luna. Realizados los cálculos astronómicos, el único eclipse lunar que pudo ser visible en Judea  por ese tiempo  ocurrió en el año 4 AC. Según la Era Cristiana, Jesús nació en el año 1 AC y Herodes murió casi un año después. La nueva fecha para la muerte del rey judío fue aceptada de inmediato pero la fecha del  nacimiento de Cristo no fue cambiada dejando, de esta manera en un muy mal lugar los datos del evangelio de Mateo. Este hecho llevó a algunos autores como Albert Schweitzer o Renan a afirmar que los evangelios eran una patraña inventada  y que Jesucristo era un mito.

Con la aparición debajo de las arenas de los desiertos de Irak de las ruinas de la  civilización asiria  y el desciframiento del alfabeto cuneiforme  se consiguió información histórica  que favoreció  la datación de los eventos contenidos en el Antiguo Testamento. 

Por ejemplo, fue encontrada una crónica de casi cuatrocientos años en uno de los cuales se  da cuenta de  la ocurrencia de un eclipse de sol, que pudo ser datado por cálculos astronómicos. A partir de esto se pudo datar todos los acontecimientos contenidos en la citada  crónica y los reinados de  algunos personajes  asirios  mencionados en la Biblia.  En esta crónica y en otras inscripciones halladas en el desierto iraquí se hallaron así mismo, testimonios acerca de reyes de Judá e Israel . Una de las fechas que fue precisada fue el 
reinado del rey Nabucodonosor, autor de la destrucción de Jerusalén en el año décimo primero  del rey Sedequías (libro  2 Reyes, 25:2 o 2 Crónicas 36:11).  

Según la cronología Asiria este acontecimiento tuvo lugar el año 587AC

La profecía de Lehi 

En el capítulo 10 de 1Nefi encontramos por primera vez la profecía que seiscientos años después de la partida de Lehí de Jerusalén  Dios  levantaría un Mesías 

Si, seiscientos años después de la partida de mi padre de Jerusalén, el Señor Dios levantará un profeta entre los judíos: sí, un Mesías, o, en otras palabras, un Salvador del mundo  (1 Nefi 10:4).
La profecía se repite en 1 Nefi 19:8 y 2 Nefi 25:10

En el Libro de Mormón  (1 Nefi 1:4)   se afirma que en el año 1 del reinado de Sedequías, el profeta Lehí  junto con otros profetas,  salió a predicar acerca de la inminente destrucción de Jerusalen  (1 Nefi 1:18)  y fue avisado que abandonara la ciudad  (1 Nefi 2:2),  por lo que la manifestación pública de Lehí debió  comenzar  en el año 598AC.

 ¿Cuánto tiempo estuvo predicando Lehí al pueblo judío antes de salir de la ciudad con su familia?   No  existe información al respecto.  En un principio se estimaba que ese mismo año se produjo su salida de Jerusalén. De esta manera  la profecía estaría dentro de un “rango” aceptable de dos años. 

Estas apreciaciones se hacen sobre fechas incorrectas producto de adulteraciones y que, además, no se apoyan en ningún dato que esté de acuerdo con lo aceptado por la  Historia.

¿Debemos  esperar  que las profecías  tienen que  estar dentro de un “rango”   determinado ?  o en otras palabras   ¿Por qué Lehí no afirmó  que serían 598 años  en lugar de 600?

Sin embargo en 2 Nefi se afirma que la destrucción de Jerusalén tuvo lugar 
inmediatamente  después que Lehí y su familia salieran de la ciudad  lo que va a complicar mas  la situación . 

“ Por tanto, les ha sido dicho concerniente a la destrucción que vendría sobre ellos inmediatamente después que saliera mi padre de Jerusalén…”  (2 Nefi 25:10)

Lehí debió salir entonces en el año 586 AC, el mismo año once del reinado de Sedequías por lo que el “rango aceptable” aumentó a trece años.   En este año, por tanto,  coinciden históricamente la destrucción de Jerusalén, el año onceavo  de Sedequías, el año  dieciocho del reinado de Nabucodonosor y la partida de Lehí de Jerusalén.

El año 587 AC se  corresponde  también con la segunda deportación judía a Babilonia. 
Entre este año y el decreto de Ciro (año 537AC) en que el pueblo de Israel retorna a Jerusalén transcurren   cuarenta y nueve años. Las dos deportaciones suman los  setenta años de cautividad que aparecen mencionados en el  Antiguo Testamento (Setenta años exactos, sin   recurrir a “rango” alguno). 

Tanto la fecha del año 18 de Nabucodonosor (año 586 AC)  y   la  el decreto de Ciro  (año 537 AC) están verificadas por  una crónica que abarca cerca de cuatrocientos  años correspondientes a los  limmus  asirios  calculados  por medio de tablas astronómicas basándose en   un eclipse total de sol ocurrido durante el  limmu del gobernador de Gozan, Bur Sagale que aparece mencionado en dicha crónica.  

Según estas fechas Jesús debió nacer 600 años después del 586 BC o sea en el año 14 DC lo que es desde todo punto de vista inaceptable

Para encontrar una explicación  satisfactoria a  esta  aparente incongruencia debemos remitirnos  al cálculo de la Era Cristiana que se atribuye al monje Dionisio el Exiguo. 

Actualmente se acepta que el monje Dionisio cometió varios errores en el cálculo  de la nueva era. Muchas de las  fechas originales  del cómputo cristiano  han debido ser cambiadas como por ejemplo, el nacimiento de Augusto, datado en un principio en el año 61 AC fue  movido  por los historiadores al   año 63 AC. O el caso de la fecha de la muerte de Herodes el Grande, ocurrida un tiempo después del nacimiento de Jesús, que fue 
cambiada al   año 4  AC dejando de esta manera, como se ha dicho anteriormente,  en un mal lugar  a los datos cronológicos que se encuentran en  el evangelio de Mateo en  el Nuevo Testamento.

Según se afirma, en el siglo  sexto  ,unos quinientos años después  del nacimiento de Jesús (525 años)  se le encarga al monje  Dionisio el cálculo de la fecha de su   nacimiento para desde ahí comenzar el cómputo de una nueva era que en un principio se llamó la Era de la Encarnación   y   que  empezó  a aplicarse  a partir  del siglo VII. No se conoce detalle alguno del citado cálculo ni documento  que certifique  la adopción de tan trascendental cambio en la cronología de la época. 

En realidad es posible que este cálculo ni siquiera existiera. Dionisio el Exiguo no era cronografista, historiador o matemático,  era un canonista  encargado de registrar acuerdos, de concilios, bulas y documentos eclesiásticos destinados a formar una especie de estatuto o cuerpo director de los asuntos de la iglesia de Roma. 

En el tiempo en que escribió Dionisio circulaban dos tradiciones referidas al nacimiento de Jesús. La primera es que había nacido el año 42 del reinado de Augusto y el año 28 de la muerte de Marco Antonio y Cleopatra ocurrida en Alejandría al año siguiente de la batalla de Actium , tradición   que  dominó los tres primeros siglos y en la que se  apoyaban   los escritores cristianos como: Eusebio  de Cesarea, Orígenes o San Jerónimo.

Así, pues, corría  el año 42 del reinado de Augusto  y el  vigésimo octavo desde el sometimiento de Egipto y muerte de Antonio y Cleopatra   (en la cual se extinguió la dinastía egipcia de lo Tolomeos), cuando nuestro Salvador y Señor Jesucristo nace en Belén de Judea,  conforme a las profecías acerca de Él, en tiempos del primer empadronamiento, y siendo Cirino gobernador de Siria”.  (Eusebio, Historia Eclesiástica  Libro 1: 5,2.; Orígenes, Comentario en Mateo, 22:15)

"Cristo nació en el año 42 de Augusto, y empezó a predicar en el año decimoquinto de Tiberio... (Jerónimo, Prefacio a Chronicon)

Una segunda tradición situaba el nacimiento de Jesús el año 752 de Roma, fecha que aparece mencionada por primera vez  en la obra Historias Contra los Paganos  que escribió el sacerdote español Paulo Orosio  por encargo de San Agustín, obispo  de Hipona con el propósito de desvirtuar las acusaciones que se vertían en contra de los cristianos a quienes se les hacía responsables de todas las desgracias que ocurrían en Roma.

“…Pues bien, en el año 752 de la fundación de la Ciudad (Ab urbe condita), nació Cristo, que trajo al mundo la fe que salva…”(Orosio, Historias contra los Paganos, Libro VII, 3)

En la parte  de sus Historias en  que trata el tiempo cristiano, Orosio movió el año 42 del reinado de Augusto  que siempre había estado  datado en el año 748 de Roma  y lo hizo coincidir con el año 752 de Roma
El mismo Orosio se encarga de dejar testimonio de la realidad de la operación y  precisar los detalles del movimiento de fechas que lleva a cabo . El citado movimiento dio origen a una  contracción de cuatro años en la línea de tiempo. Orosio, Historias Libro VI : 22 

“ ... En aquella época,(año 752 de Roma) pues, concretamente en el año en que Cesar consiguió establecer, por disposición de Dios, una paz estable y auténtica ,  nace Cristo en cuyo nacimiento los ángeles hicieron oír a los hombres su canto de júbilo “ Gloria a Dios en las Alturas y en la tierra paz a los hombres de buena voluntad...” 
“ Y también ese mismo año en que el propio Dios se dignó mostrarse y ser como hombre, el mismo Cesar a quien Dios había predestinado para estos tan grandes misterios, ordeno entonces por primera vez que se hiciera un censo de todas y cada una de las provincias y que fueran censadas todas las personas. En esta época, pues, nació Cristo e inmediatamente después de nacer fue inscrito en el censo romano...”  

Tal como testimonia Orosio, el año 752 de Roma es, en realidad,  el   año en que Augusto y el Senado romano cerraron las puertas del templo de Jano Quirino, dios de la guerra que  permanecían abiertas cuando el Imperio estaba inmerso  en conflictos bélicos. El cierre se producía cuando Roma estaba en completa paz. Le pareció a Orosio que mover  el año 42 de Augusto  que corresponde  realmente  al año 748 de Roma    (o sea la fecha real del 
nacimiento de Jesús  según las tradiciones de los tres primeros siglos),  al mismo año  en que  personalmente  el emperador certificaba que había una paz completa ,  crearía el argumento que esta paz  debía atribuirse  al nacimiento de Jesús.  

Este movimiento va a crear un verdadero desastre en las  cronologías  romana y judía de la época.

De esta manera, el movimiento de Orosio hizo que coincidieran en el año 752 de Roma hechos históricos correspondientes a dos años diferentes
Los dos grupos de datos aparecen concentrados en el año 752 de Roma según el modelo de Orosio. 

Fecha real                                   Fecha real 
Año 748 de Roma                      Año 752 de Roma
Nacimiento de Cristo                 Época de paz
Año 42 de Augusto                    Cierre de las puertas del Templo de
Censo universal                          Jano Quirino
Gobierno de Quirino en Siria     Regreso desde Britania de Augusto
Año 4 AC de la Era Cristiana     Año cero de la Era Cristiana

El planteamiento de Orosio fue asumido en su totalidad por Dionisio el Exiguo en el proceso de crear la Era Cristiana.  En este punto   cometió  un  segundo error al señalar este año como el año 1 antes de Cristo y el año 753 el año 1 después de Cristo sin  determinar un año cero  (Que debió ser designado como año del nacimiento)  que separara las dos partes del nuevo cómputo. 

Sobre esto es necesario decir que la astronomía ha  tenido que adoptar  el año 752 de Roma como el año “ cero” , medida que debería también adoptar la Historia para  posibilitar la aplicación de  cálculos matemáticos a los distintos períodos históricos. 

 La inclusión de un año “cero” en la  línea de tiempo  ha provocado que todas 
las fechas antes de Cristo se desplacen un año hacia adelante. De esta manera, por ejemplo, la fecha de la muerte de Herodes aceptada por la cronología actual como ocurrida en el año 4AC queda desplazada  al año 3 AC, exactamente al año siguiente del nacimiento de Jesús tal como aparece mencionado en el evangelio de Mateo.

Para verificar lo afirmado en la primera tradición debemos considerar  y precisar la cronología de Augusto.  Para ello usaremos los datos obtenidos en una investigación llevada a cabo en Valencia  (1) acerca de la necesidad de una revisión de toda la cronología del tiempo en que nace Jesús y aparece el movimiento cristiano   y una reconsideración de las fuentes de la época. 

El problema de las fuentes

La adopción de las fechas propuestas por Orosio en la creación de la Era Cristiana  tuvo como consecuencia  que las nuevas fechas no coincidieran con los datos  cronológicos contenidos en l as versiones originales  de  los autores romanos y judíos  considerados de esa época y con aquellas obras de los escritores cristianos de los tres primeros siglos . En vista de ello  fue necesario que, en la Edad Media,   muchas  de estas  obras fueran quitadas 
de las bibliotecas  de los monasterios  y  no  ser  vueltas a copiar por lo que desaparecieron prácticamente del fondo cultural   de ese tiempo. Las que no fueron hechas desaparecer fueron adulterados para adaptar sus datos a las fechas de la Era de la Encarnación  entre las que se encuentran en primer lugar la  Crónica  de Eusebio de Cesarea, (versión latina de Jerónimo) la Cronographía  de Sexto Julio Africano y las versiones latinas de las obras de 
Josefo. Los textos mandados destruir solo pudieron ser recuperados desde los vertederos de los monasterios por los humanistas durante el  Renacimiento.

En busca de las fechas correctas

Según una de las constataciones  a que llega la investigación, en la cronología de Flavio Josefo, la última fecha completa que se encuentra es la que corresponde a la muerte de la reina judía Alejandra que data en  el año 3 de la Olimpiada 177 que corresponde al año 69 AC (considerando  un   año “cero”).  
A partir de este punto, los datos en los textos de Josefo se hacen vagos, inexactos y profundamente discrepantes con aquellos que aparecen en los libros mandados destruir. Algo debió suceder a los textos de Josefo para que se produzca este radical cambio en su manera de datar los eventos históricos.  
A Alejandra le sucedió su hijo Hircano que fue inmediatamente derrocado por su hermano Aristóbulo que reinó 4 años hasta que, a su vez,  fue derrocado por el general romano Pompeyo el Grande  en   el año  que, de acuerdo a los datos anteriores, debió ocurrir en realidad en el   año 65 AC.
“Aristóbulo, con la misma mala suerte de antes fue trasladado a Roma, donde lo encarcelaron. Hombre ilustre y de ánimo denodado, fue rey y pontífice por espacio de tres años y seis meses.  “ (Josefo, Antigüedades Libro 14, Cap. 6, 1)
Una feliz coincidencia relaciona  en este punto  la cronología judía con la cronología romana.  En efecto, en el   mismo año en que Pompeyo toma Jerusalén bajo el consulado de Marco Tulio Cicerón y Marco Antonio, nace Octavio Augusto. 
El nacimiento de Augusto,  el mismo año  en   que Pompeyo toma Jerusalén y pone fin al gobierno de Aristóbulo está, de esta manera,  a 4 años de la muerte de la reina Alejandra el año 3 de la Olimpiada 177 (año 69  BC). Por tanto, el nacimiento de Augusto debe datarse en el año 3 de la  Olimpiada 178,  (año 65  AC).  En el texto adulterado de las Antigüedades de Flavio Josefo se afirma que este evento ocurre en al Olimpiada 179, sin precisar el correspondiente año.  (Esta mención a la Olimpiada 179 es una interpolación)

La cronología de Augusto recuperada en  la  investigación presenta significativas diferencias con respecto a las fechas actualmente aceptadas. Entre las conclusiones a que llega  el trabajo  se encuentra que Augusto comienza su reinado a los 19 años, la muerte de Augusto tiene lugar el año 11 DC y los 58 años de los sucesores de Augusto hasta el final de la guerra judía se reparten entre los 23 años de Tiberio, 4 años de Cayo Calígula, 13 
años de Claudio, 15 años de Nerón (no 13 años como se afirma en la cronología actualmente aceptada), un año y medio de los dictadores Galba, Otón y Vitelio y dos años del reinado de Vespasiano (segundo año de su reinado en que Tito toma Jerusalén). 

Por otra parte se determina la verdadera fecha en que tiene lugar la batalla de Actium y se pueden relacionar en términos correctos los reinados de Augusto y Herodes. Se demuestra también en esta investigación que la guerra judía contra Roma no duró 4 años, como afirma la historia actual,  sino 6 años y cuatro meses tal como puede deducirse de lo que se encuentra mencionado en las  Historias  de Tácito, uno de los libros mandados destruir por lo que no fue adulterado y conservó los datos verdaderos.

Augusto comienza su reinado a los 19 años de edad  luego de la muerte de su tío , Julio César. ( el año 46 AC).  Augusto reina 57 años  hasta su muerte que ocurre  a la edad de 76 años. El año 42 de Augusto corresponde, por tanto,  al año 748 AUC (Ab urbe condita) o desde la fundación de la ciudad  de Roma o sea el año 4 antes de la actual era.  
El nacimiento de Jesús en el año 4 AC tiene como consecuencia que su muerte ocurra en el año 29 AD, fecha mencionada  de forma directa  por el escritor cristiano Lactancio y por el escritor bizantino Georges Cyncellus 

" En los últimos años de Tiberio César, como leemos escrito, nuestro Señor Jesucristo fue crucificado por los judíos el día décimo de las calendas de abril ( 23 de marzo), siendo cónsules los dos Géminos*." (Lactancio, De mortibus persecutorum.2), 

“La resurrección tuvo lugar en el año 5531  de Abraham (¿de la creación?) y hay 192 años desde la resurrección hasta la Olimpiada 250 (año 221 DC)”   (lo que lleva una vez más al año 29 DC). ( G. Cyncellus. Historia del Mundo. Crónica 614)
Según la cronología corregida, la muerte de Jesús ocurre exactamente a 40 años de la destrucción de Jerusalén por Tito, tal como se afirma en la  Historia Eclesiástica  de Eusebio  de Cesarea, autor cristiano del siglo II.

"Con todo, sería justo añadir lo que podría ser significativo del amor a los hombres de la bondadosísima providencia, la cual difirió la destrucción de los culpables durante  cuarenta años completos  después de su crimen contra Cristo"  ( Refiriéndose al relato de Josefo sobre la destrucción de Jerusalén por Tito.) (Eusebio,Historia Eclesiástica III, 7: 8)

Una prueba sorprendente  de que la versión latina de la  Crónica de Eusebio escrita por San Jerónimo  contó en un   tiempo  con las fechas correctas apareció cuando el trabajo estaba casi terminado. Vino a demostrar además que  algunos de los supuestos  en que se basó la investigación eran acertados como es el caso de que muchas fuentes fueron adulteradas para adaptarlas a las fechas equivocadas de la Era Cristiana y, por otra parte, que las fechas a las que había llegado  La investigación  eran las verdaderas.

A finales del siglo XIX fue descubierta una traducción armenia de la  Crónica de Eusebio, al parecer hecha directamente a partir de originales griegos.  Esta versión presentaba  serias discrepancias con la traducción latina  de la misma crónica  hecha por San Jerónimo que para la investigación, con toda seguridad, había sido adulterada y que, en tiempos de  los historiadores cristianos contenía los datos correctos.
En las tablas traducidas por Jerónimo, para la fecha clave de la toma de Jerusalén  por Pompeyo (y el nacimiento de Augusto) aparecen dos cánones. 

El   mas antiguo, aparece en las dos versiones, la latina y la armenia . Sin embargo en el segundo   canon  datado cuatro años mas tarde solo aparece en la versión latina por lo que debe suponerse que la verdadera datación del acontecimiento es el año 65 BC  correspondiente a la primera entrada La Crónica de Eusebio versión latina por Jerónimo Entrada Año 2 Olimpiada 178 (año 1950 de Abraham) 65AC  También en la traducción armenia.  El año 1950 de Abraham corresponde a la Olimpiada 178, 3 en la cronología de Josefo

Los judíos  fueron hechos tributarios de los romanos e Hircano llegó a ser su sumo sacerdote por 34 años. Aristóbulo e Hircano, los hijos de Alejandra, lucharon entre sí por el derecho de ser rey y esto le dio la oportunidad a los romanos de invadir Judea.  Y así Pompeyo vino a Jerusalén, captura la ciudad, abrió el templo y llegó hasta el santuario. Él nombró a Hircano como sumo sacerdote y se llevó a Aristóbulo como prisionero. Luego nombró a Antipater, hijo de Herodes de Ascalón como gobernador de Palestina.(St. Jerome.  Chronological Tables)

Entrada Año 2 Olimpiada 179 (año 1954 de Abraham) 61AC No en la versión armenia (4 años mas tarde) Esta fecha encaja perfectamente con los supuestos de la Era Cristiana, Pompeyo capturó Jerusalén y redujo a los judíos a una situación de tributarios.
La fecha del segundo canon ( año 61 AC)  encaja  exactamente  en   el marco de la Era Cristiana  por lo que, sin lugar a dudas, debe corresponder a una de las adulteraciones  que fueron hechas en el   texto de Jerónimo. 
Otra  prueba de que la versión latina de la Crónica  traducida  por San Jerónimo fue adulterada,  se encuentra en el hecho que a los adulteradores se les olvido borrar la fecha verdadera  en que tuvo  lugar la toma de Jerusalén por Pompeyo y que esta fecha no coincide con la cronología de la época actualmente en uso. Por otra parte, la fecha para este evento que aparece en la versión  latina  es coincidente con la que aparece en la versión armenia  y   es la misma a la que llega por otros caminos la investigación acerca de la 
cronología real de esa época. 

Sin embargo,  lo mas importante,  es  que proporciona los elementos necesarios para  una demostración definitiva del cumplimiento exacto de la 
profecía de LehíLos 600 años hasta el nacimiento de Jesús

Una vez que se ha establecido la fecha real del nacimiento de Jesús en el año 4 AC   (que coincide con la opinión de  algunos líderes importantes de la Iglesia de Jesucristo,  como  Hyrum Smith, J.Ruben Clark  en “The Lord of the Gospels”     y Bruce R. McKonkie en “ The mortal Messiah”  )  se puede calcular cuantos años transcurrieron desde el tiempo en que Lehí hizo la profecía.

Nabucodonosor captura Jerusalén,  según la cronología tradicional, el año 587 AC ( debe ser el año 586 AC debido a la inclusión de un año “cero” en la cronología de la época entre los años AC y DC  para adaptarlas a las fechas astronómicas que han creado un año “cero”   sincronizado con el año 752 de Roma)
Entre el año 586  AC (considerando el año “cero”)  cuando Nabucodonosor destruye Jerusalén   y el año 4 AC, la verdadera fecha del nacimiento de Jesús,  han transcurrido 582 años solares.  Si hacemos la transposición de estos  años solares a años lunares aplicando 
la fórmula

582 x 365
----------------   = 600 años lunares
354

Un año lunar tiene 324 días, 11 días menos que el año solar.  De la operación resulta un resto que corresponde a unos pocos días que, en vista que la profecía fue expresada en años, es  lógico que exista, además de las variaciones debidas a las  correcciones que periódicamente se   deben hacer
en los calendarios por la fracción, sobre los 365 día que tiene un año solar. 

La cronología que usaba Lehí era  un cómputo basado en   años lunares. Eran un pueblo nómada que se guiaban solo por las lunaciones. La profecía  se expresó en años lunares y corresponde exactamente  a  600 años entre su salida de  Jerusalén   y la destrucción de la ciudad y el nacimiento de Jesús.


(1) El desarrollo completo de la  investigación española sobre la cronología de la época de Jesús se encuentra publicado en el libro  Ignacius Khranz, El año de la Estrella . 
Editorial Libros en Red. 

Bibliografía
Tacito,  Historias. 
Suetonio,  Doce césares. 
Flavio Josefo,  Antigüedades judaicas. 
Flavio Josefo,  La guerra judía. 
Lactancio,  De mortibus persecutorum. 
Paulo Orosio,  Historias  contra los Paganos. 
Eusebio de Cesarea, Historia Eclesiástica. 
Orígenes,  Comentario sobre Mateo. 
Georges Syncellus  Historia del Mundo
Foto de Diego Ignacio Lisboa Silva.


LOS MORMONES Y LA GRACIA


   En este nuevo artículo quiero tocar un tema muy polémico, aunque a veces no bien estudiado, que divide a grandes grupos de cristianos, sin embargo a veces las diferencias no son tantas como algunos 'bien intencionados' tratan de aparentar.

   La doctrina de la gracia ha generado controversias en el mundo cristiano, principalmente entre protestantes y católicos, sobre la necesidad de fe y de obras, tema que da para muchas entradas, las cuales pretendo abordar poco a poco, para ir aclarando temas y no aburrir al personal.

   Quizás lo mas importante, en nuestro caso particular, como Santos de los Últimos Días, es saber que también creemos que somos salvos únicamente por la Gracia de Cristo y no por nuestras propias obras. No obstante, hay algunos matices que nos separan de su creencia y esas diferencias son las que algunos explotan para tratar a los mormones de no cristianos, o de querer salvarnos por nuestras obras de justicia, pero, tiempo al tiempo, al final matizaré cual es la diferencia primordial, para poder enlazarla mas adelante con otros futuros artículos al respecto.

   En primer lugar convendría definir qué es la Gracia, y podemos decir que es el poder redentor de Dios, a través de la Expiación de su Hijo Jesucristo, que nos libera de la muerte y el pecado, consecuencias de la Caída de Adán, y nos permite resucitar y vencer la muerte, y obtener la Vida Eterna, venciendo la segunda muerte, o muerte espiritual, que es estar alejado eternamente de Dios.

1 Corintios
15:21 Porque por cuanto la muerte entró por un hombre, también por un hombre la resurrección de los muertos. 
15:22 Porque así como en Adán todos mueren, también en Cristo todos serán vivificados.

Hebreos
5:8 Y aunque era Hijo, por lo que padeció aprendió la obediencia; 
5:9 y habiendo sido perfeccionado, vino a ser autor de eterna salvación para todos los que le obedecen; 

   Es evidente que nada podemos hacer para evitar la herencia de Adán y nada podemos hacer sin Jesucristo, para heredar la solución a estos problemas.

   Cristo, el Mesías prometido ( Isaías 53: 3-12 ), vino a la Tierra, naciendo humildemente el Belén y nos enseñó su Evangelio, organizó su Iglesia y Expió por nuestros pecados en Getsemaní y murió en el Calvario, para librarnos de la muerte y darnos la Vida Eterna. Y como no podemos hacer nada para compensar tan grande don eterno, lo denominamos Gracia. La Gracia Divina que nos da Nuestro Padre Celestial a través de su Hijo Jesucristo.

   Hasta ahí, todos coincidimos, la pega está en cómo accedemos a esa gracia, literalmente gratis o por medio de algún esfuerzo personal... eso lo discutiremos otro día.

   Lo que está claro es que no podemos hacer nada que sustituya la Gracia de Cristo, por ello, algunos entienden que nada podemos y debemos hacer, y otros que algo hay que hacer, ahí viene la confusión, pero lo que está claro, es que nos salvamos únicamente por la Gracia Expiatoria de Cristo, no creemos que las obras nos salven ni puedan sustituir su gracia.... aquí algún protestante estará rasgándose las vestiduras y algún mormón mal informado diciendo que enseño doctrina falsa....  no es mi intención crear polémica, pero veamos lo que enseña la Biblia y lo que enseña el Libro de Mormón y las revelaciones modernas.

Juan
1:17 Pues la ley por medio de Moisés fue dada, pero la gracia y la verdad vinieron por medio de Jesucristo. 

Romanos
3:21 Pero ahora, aparte de la ley, se ha manifestado la justicia de Dios, testificada por la ley y por los profetas; 
3:22 la justicia de Dios por medio de la fe en Jesucristo, para todos los que creen en él. Porque no hay diferencia, 
3:23 por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios, 
3:24 siendo justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús, 

Efesios

2:8 Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; 
2:9 no por obras, para que nadie se gloríe. 

   En este bloque queda claro que la Biblia nos enseña que somos salvos por la Gracia de Cristo, la clave (si, voy a dar pistas para los próximos artículos ), está en cómo accedemos a esa Gracia.

   Curiosamente, nuestros detractores, no citan mas que algunos pasajes del Libro de Mormón que aparentemente enseñan lo contrario, pero veamos algunos pasajes clarificadores.

2 Nefi 10
 24  Por tanto, mis amados hermanos, reconciliaos con la voluntad de Dios, y no con la voluntad del diablo y la carne; y recordad, después de haberos reconciliado con Dios, que tan sólo en la agracia de Dios, y por ella, sois salvos.

2 Nefi 2
 Por tanto, la redención viene en el Santo Mesías y por medio de él, porque él es lleno de gracia y de verdad.
  He aquí, él se ofrece a sí mismo en sacrificio por el pecado, para satisfacer las demandas de la ley, por todos los de corazón quebrantado y de espíritu contrito; y por nadie más se pueden satisfacer las demandas de la ley.
  Por lo tanto, cuán grande es la importancia de dar a conocer estas cosas a los habitantes de la tierra, para que sepan que ninguna carne puede morar en la presencia de Dios, sino por medio de los méritos, y misericordia, y gracia del Santo Mesías, quien da su vida, según la carne, y la vuelve a tomar por el poder del Espíritu, para efectuar la resurrección de los muertos, siendo el primero que ha de resucitar.
  De manera que él es las primicias para Dios, pues él intercederá por todos los hijos de los hombres; y los que crean en él serán salvos.
2 Nefi 25
23  Porque nosotros trabajamos diligentemente para escribir, a fin de persuadir a nuestros hijos, así como a nuestros hermanos, a creer en Cristo y a reconciliarse con Dios; pues sabemos que es por la gracia por la que nos salvamos, después de hacer cuanto podamos;
 24  y a pesar de que creemos en Cristo, observamos la ley de Moisés, y esperamos anhelosamente y con firmeza en Cristo, hasta que la ley sea cumplida.
 25  Pues para este fin se dio la aley; por tanto, para nosotros la ley ha muerto, y somos vivificados en Cristo a causa de nuestra fe; guardamos, empero, la ley, a causa de los mandamientos.
 26  Y hablamos de Cristo, nos regocijamos en Cristo, predicamos de Cristo, profetizamos de Cristo y escribimos según nuestras profecías, para que nuestros hijos sepan a qué fuente han de acudir para la remisión de sus pecados.
   Palabras de Jacob, Lehi y Nefi respectivamente, que no dan lugar a duda que somos salvos únicamente por la Gracia de Cristo y que no hay nada que podamos hacer para salvarnos por nosotros mismos, lo que no excluye, que Dios nos mande creer, aceptar y obedecer su Evangelio y ahí es donde empiezan las diferencias que trataré en futuros artículos.

   Hay una historia, que me emociona y creo que retrata perfectamente el sentido de la Expiación y Salvación que Cristo nos ofrece mediante su Gracia, espero puedan apreciarla como yo

Relatado por el élder Gerald N. Lund, de los Setenta. Pida a la clase que se imagine cómo se hubieran sentido si hubieran estado en el lugar del escalador de montañas que menciona el élder Lund.
“Hace algún tiempo, leí un artículo interesante sobre escalada (montañismo) en un revista de medicina…
“El artículo trataba sobre un hombre llamado Chenkusch, que era director de una escuela de escalada… Chenkusch le explicó al periodista en qué consistía el sistema de escalada con asegurador. Se trata del sistema mediante el cual los escaladores se protegen de las caídas. Un escalador llega hasta una zona segura, asegura la cuerda para el otro escalador, por lo general alrededor de su propio cuerpo. ‘Estás asegurado’ significa ‘Te tengo. Si algo sucede, evitaré que caigas’. Es una parte importante del montañismo. Ahora vean cómo seguía el artículo: ‘La escalada con asegurador le ha brindado a Chenkusch los mejores y los peores momentos de su vida como montañista. Una vez Chenkusch cayó de un alto precipicio, arrancando tres anclajes mecánicos y empujando de un saliente a la persona que lo aseguraba. Se detuvo su caída a tres metros del suelo, estando él de cabeza, cuando su asegurador [Don], que tenía los brazos y las piernas extendidos, logró atajarlo y amortiguar la caída con la fuerza de sus brazos extendidos. “Don me salvó la vida”, dice Chenkusch. “¿Cómo tratas a alguien así? ¿Le regalas una cuerda usada para Navidad? No, te acuerdas de él; siempre te acuerdas de él”’ 
[Eric G. Anderson, “The Vertical Wilderness”, Private Practice, noviembre de 1979, pág. 21; cursiva agregada]” (“The Grace and Mercy of Jesus Christ”, en Jesus Christ: Son of God, Savior, ed. Paul H. Peterson, Gary L. Hatch y Laura D. Card, 2002, pág. 48).
Tomado del curso de Seminario,  El Libro de Mormón, página 514

   ¿Qué se puede hacer por alguien que te salva la vida? Asimismo nada podemos hacer para pagar por la Expiación de Cristo, sino seguirlo y obedecer su Voluntad.
Quisiera finalizar con unos versículos de revelación moderna, en los cuales Cristo nos dice cómo nos va a defender el día del Juicio Final.

   Esta pregunta la he hecho multitud de veces en clases y conversaciones con miembros de la iglesia, diciéndoles que imaginaran a Cristo, nuestro Abogado ante el Padre, cómo nos defenderá ese día....... la mayoría dice que destacando nuestras virtudes y minimizando nuestros errores.... pero veamos como se lo reveló aun profeta moderno en 1831, creo que después de leerlo, sobran todas las palabras y queda diafanamente claro, que sólo somos salvos por la Gracia de Cristo.

Doctrina y Convenios, 45


 Y de nuevo os digo, escuchad mi voz, no sea que la muerte os sobrevenga; a la hora en que menos lo penséis, el verano habrá pasado, y la  siega habrá terminado, y vuestras almas estarán sin salvar.
  Escuchad al que es vuestro intercesor con el Padre, que aboga por vuestra causa ante él,
  diciendo: Padre, ve los padecimientos y la muerte de aquel que no pecó, en quien te complaciste; ve la sangre de tu Hijo que fue derramada, la sangre de aquel que diste para que tú mismo fueses  glorificado;
  por tanto, Padre, perdona a estos mis hermanos que creen en mi nombre, para que vengan a mí y tengan vida eterna.


LA VERDADERA AUTORIDAD DEL SACERDOCIO DE CRISTO


Continuando con el tema del Sacerdocio, ahora quiero usar la Biblia para determinar la importancia que tiene para nosotros y para la Iglesia de Jesucristo.
Lo primero de todo es tener claro lo qué es el Sacerdocio, es el poder de Dios, que concede a los hombres, para que obren en Su Nombre. Por lo que sin la autoridad del Sacerdocio, no puede existir Su Iglesia ni persona que pueda hablar u oficiar en Su Nombre.
También, por lógica, tenemos que saber que el Sacerdocio se ha conferido al hombre desde sus inicios, desde Adán, siguiendo con todos los Patriarcas hasta Abraham y la formación de la Casa de Israel, tal como se relata en Hebreos 7, continuando luego con el Sacerdocio Levítico bajo la Ley de Moisés.

Una de las grandes confusiones de algunas iglesias cristianas, es pensar que es lo mismo ser Discípulo que ser Sacerdote, tal como los levitas tenían el Sacerdocio y el resto de las Tribus de Israel no lo poseían.

Veamos el ejemplo de Cristo haciendo discípulos

Mateo
4:17 Desde entonces comenzó Jesús a predicar, y a decir: Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado.
4:18 Andando Jesús junto al mar de Galilea, vio a dos hermanos, Simón, llamado Pedro, y Andrés su hermano, que echaban la red en el mar; porque eran pescadores.
4:19 Y les dijo: Venid en pos de mí, y os haré pescadores de hombres.
4:20 Ellos entonces, dejando al instante las redes, le siguieron.
4:21 Pasando de allí, vio a otros dos hermanos, Jacobo hijo de Zebedeo, y Juan su hermano, en la barca con Zebedeo su padre, que remendaban sus redes; y los llamó.
4:22 Y ellos, dejando al instante la barca y a su padre, le siguieron.
4:23 Y recorrió Jesús toda Galilea, enseñando en las sinagogas de ellos, y predicando el evangelio del reino, y sanando toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo.
4:24 Y se difundió su fama por toda Siria; y le trajeron todos los que tenían dolencias, los afligidos por diversas enfermedades y tormentos, los endemoniados, lunáticos y paralíticos; y los sanó.
4:25 Y le siguió mucha gente de Galilea, de Decápolis, de Jerusalén, de Judea y del otro lado del Jordán.


Y luego ordenando al Sacerdocio, a alguno de ellos

Mateo
10:1 Entonces llamando a sus doce discípulos, les dio autoridad sobre los espíritus inmundos, para que los echasen fuera, y para sanar toda enfermedad y toda dolencia.
10:2 Los nombres de los doce apóstoles son estos: primero Simón, llamado Pedro, y Andrés su hermano; Jacobo hijo de Zebedeo, y Juan su hermano;
10:3 Felipe, Bartolomé, Tomás, Mateo el publicano, Jacobo hijo de Alfeo, Lebeo, por sobrenombre Tadeo,
10:4 Simón el cananista, y Judas Iscariote, el que también le entregó.
10:5 A estos doce envió Jesús, y les dio instrucciones,......


Todo esto deja bien claro de la diferencia entre ser discípulo, seguidor de Cristo y ser ordenado al Sacerdocio, como ocurrió con los Doce Apóstoles.
Otra idea que corrobora la imposibilidad de que cualquiera que acepta a Cristo y se bautiza en una Iglesia cristiana, es ya ministro ordenado, es la forma en que Cristo y sus Apóstoles enseñaron acerca de cómo se recibía la Autoridad del Sacerdocio

Hebreos
5:1 Porque todo sumo sacerdote tomado de entre los hombres es constituido a favor de los hombres ....

5:4 Y nadie toma para sí esta honra, sino el que es llamado por Dios, como lo fue Aarón.

Específicamente, para evitar cualquier especulación, aqui Pablo se refiere al Sacerdocio, nadie puede recibirlo por si mismo, sino viene directamente de Dios, como hizo Cristo o sus Apostoles.

Romanos
10:13 porque todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo.
10:14 ¿Cómo, pues, invocarán a aquel en el cual no han creído? ¿Y cómo creerán en aquel de quien no han oído? ¿Y cómo oirán sin haber quien les predique? 
10:15 ¿Y cómo predicarán si no fueren enviados? Como está escrito: ¡Cuán hermosos son los pies de los que anuncian la paz, de los que anuncian buenas nuevas!


Juan 
15:16 No me elegisteis vosotros a mí, sino que yo os elegí a vosotros, y os he puesto para que vayáis y llevéis fruto, y vuestro fruto permanezca; para que todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, él os lo dé. 

Es evidente que no podemos elegirnos a nosotros mismos, por mas bondadosos o piadosos seamos, sino que la ordenación al Sacerdocio, viene de Mano de Dios, a través de quien El ordena y comisiona. También hay que tener en cuenta que en el principio, los Apóstoles de Cristo tuvieron esa autoridad y la confirieron a sus discípulos, pero a causa de la Apostasía, como ya he expuesto ampliamente en los cuatro artículos que publiqué al respecto, fue completa y total y se perdió la verdadera autoridad del Sacerdocio, por lo que las ordenaciones posteriores carecieron de validez ante Dios. Por eso mismo, José Smith, después de recibir la Primera Visión, aun no estaba autorizado para organizar Su Iglesia y tuvo que recibir la ordenación de manos que aquellos que la recibieron del Maestro, aún los Apóstoles, Pedro, Santiago y Juan.


Como vemos, es necesario ser llamado por Dios para poder recibir el verdadero Sacerdocio de Dios, veamos ahora otra argumentación a favor del mismo, en cuanto a la necesidad de que exista ese Sacerdocio en la Iglesia verdadera de Cristo
Pedro dirigiéndose a todos los santos miembros de la Iglesia de Cristo les definió...

1 Pedro
2:9 Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable; 

Lógicamente aquí le habla a todos los creyentes como poseedores del Sacerdocio, como una cualidad ineludible para ser pueblo de Dios, sin distinción, además, de preparación, estudios o méritos académicos, sino que todo el pueblo de Dios es parte de ese real Sacerdocio.
En esta misma epístola leemos

1 Pedro
2:5 vosotros también, como piedras vivas, sed edificados como casa espiritual y sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales aceptables a Dios por medio de Jesucristo. 


2:10 vosotros que en otro tiempo no erais pueblo, pero que ahora sois pueblo de Dios; que en otro tiempo no habíais alcanzado misericordia, pero ahora habéis alcanzado misericordia.

También se reitera la necesidad de unir al pueblo de Dios, su Santo Sacerdocio, sin el cual, no somos nada.

Veamos ahora en la práctica, lo importante que era poseer el verdadero sacerdocio de Dios, leamos en

Hechos
8:12 Pero cuando creyeron a Felipe, que anunciaba el evangelio del reino de Dios y el nombre de Jesucristo, se bautizaban hombres y mujeres. 
8:14 Cuando los apóstoles que estaban en Jerusalén oyeron que Samaria había recibido la palabra de Dios, enviaron allá a Pedro y a Juan; 
8:15 los cuales, habiendo venido, oraron por ellos para que recibiesen el Espíritu Santo; 
8:16 porque aún no había descendido sobre ninguno de ellos, sino que solamente habían sido bautizados en el nombre de Jesús. 
8:17 Entonces les imponían las manos, y recibían el Espíritu Santo. 


Vemos que era imprescindible que los Apóstoles se desplazaran a Samaria para imponer las manos sobre los que habían sido bautizados, y que no tenían el Espíritu Santo, porque esa autoridad, aunque sí la de bautizar, no la tenia Felipe.
Este punto también es importante, la forma, o el cómo de recibir la autoridad, y es por la Imposición de las Manos.
Asimismo se usaba el Sacerdocio, para ordenar a ancianos que presidian congregaciones locales, y sin cuyo poder, no podrían bendecir a los santos ni administrar las ordenanzas del Evangelio.

Hechos
14:21 Y después de anunciar el evangelio a aquella ciudad y de hacer muchos discípulos, volvieron a Listra, a Iconio y a Antioquía, 
14:22 confirmando los ánimos de los discípulos, exhortándoles a que permaneciesen en la fe, y diciéndoles: Es necesario que a través de muchas tribulaciones entremos en el reino de Dios. 
14:23 Y constituyeron ancianos en cada iglesia, y habiendo orado con ayunos, los encomendaron al Señor en quien habían creído.


Eso era lo habitual para que la Iglesia de Cristo se desarrollara por toda la Tierra con la verdadera autoridad de Dios para administrarla. Ahora veamos un hecho anecdótico, pero sumamente ilustrativo de como algunos, con mayor o menor conocimiento o mala intención, se creen con el poder de Dios sin seguir los pasos que hasta ahora hemos enunciado.

Hechos
19:11 Y hacía Dios milagros extraordinarios por mano de Pablo, 
19:12 de tal manera que aun se llevaban a los enfermos los paños o delantales de su cuerpo, y las enfermedades se iban de ellos, y los espíritus malos salían. 
19:13 Pero algunos de los judíos, exorcistas ambulantes, intentaron invocar el nombre del Señor Jesús sobre los que tenían espíritus malos, diciendo: Os conjuro por Jesús, el que predica Pablo.
19:14 Había siete hijos de un tal Esceva, judío, jefe de los sacerdotes, que hacían esto. 
19:15 Pero respondiendo el espíritu malo, dijo: A Jesús conozco, y sé quién es Pablo; pero vosotros, ¿quiénes sois? 
19:16 Y el hombre en quien estaba el espíritu malo, saltando sobre ellos y dominándolos, pudo más que ellos, de tal manera que huyeron de aquella casa desnudos y heridos. 
19:17 Y esto fue notorio a todos los que habitaban en Efeso, así judíos como griegos; y tuvieron temor todos ellos, y era magnificado el nombre del Señor Jesús. 
19:18 Y muchos de los que habían creído venían, confesando y dando cuenta de sus hechos. 



Hay muchos que por leer la Biblia se creen autorizados para obrar en nombre de Dios, sin ser ni escogidos ni enviados por El. mientras que los verdaderos Apóstoles de Cristo hacían verdaderos milagros y demostraban que Dios estaba con ellos.

Hechos 
4:14 Y viendo al hombre que había sido sanado, que estaba en pie con ellos, no podían decir nada en contra. 
4:15 Entonces les ordenaron que saliesen del concilio; y conferenciaban entre sí, 
4:16 diciendo: ¿Qué haremos con estos hombres? Porque de cierto, señal manifiesta ha sido hecha por ellos, notoria a todos los que moran en Jerusalén, y no lo podemos negar. 


Como hemos visto el poder del Sacerdocio obra milagros, y también, es necesario para dirigir y organizar la Iglesia de Cristo con su poder, así se ordenaban pastores y ancianos para la Iglesia.

Siguiendo estos ejemplos, vemos que los ancianos de cada congregación necesitaban la autoridad del Sacerdocio para administrar las ordenanzas y bendecir a los creyentes.

Santiago
5:14 ¿Está alguno enfermo entre vosotros? Llame a los ancianos de la iglesia, y oren por él, ungiéndole con aceite en el nombre del Señor. 
5:15 Y la oración de fe salvará al enfermo, y el Señor lo levantará; y si hubiere cometido pecados, le serán perdonados. 


Todo esto, refuerza la necesidad de la autoridad del Sacerdocio y de respetar a aquel que lo posee y lo puede compartir con otros para la Obra de Dios, incluso Cristo, buscó a Juan el Bautista, que tenia el poder para bautizar y fue a buscarlo al Jordán para ser bautizado por él.

Mateo
3:5 Y salía a él Jerusalén, y toda Judea, y toda la provincia de alrededor del Jordán,
3:6 y eran bautizados por él en el Jordán, confesando sus pecados.

3:11 Yo a la verdad os bautizo en agua para arrepentimiento; pero el que viene tras mí, cuyo calzado yo no soy digno de llevar, es más poderoso que yo; él os bautizará en Espíritu Santo y fuego.
3:13 Entonces Jesús vino de Galilea a Juan al Jordán, para ser bautizado por él.
3:14 Mas Juan se le oponía, diciendo: Yo necesito ser bautizado por ti, ¿y tú vienes a mí?
3:15 Pero Jesús le respondió: Deja ahora, porque así conviene que cumplamos toda justicia. Entonces le dejó.



Aprendemos de esto dos principios, que hay que respetar a aquel que ha recibido la autoridad de Dios y buscar de él las bendiciones del Sacerdocio y que tenemos que cumplir con todos los requisitos que Cristo nos pone. 
Él fue un ejemplo de rectitud, al ser bautizado, sin necesitarlo, porque era puro, pero quiso cumplir con los mandamientos. Esto me hace recordar como el bautismo es imprescindible para entrar en el Reino de Dios, tal como expliqué extensamente en mi articulo acerca del Bautismo por los Muertos  (Juan 3: 3-5) y piensen por un momento.... ¿quien puede bautizarlo a usted, si no tiene la verdadera autoridad del Sacerdocio?

Piensen un poco en ello y verán la importancia de poseer la verdadera autoridad del Sacerdocio.